Según el cientista político de la Universidad de Santiago Bernardo Navarrete, los cuestionamientos a la ex presidenta ha logrado ordenar filas al interior del conglomerado opositor. Sostiene que el origen de la estrategia de la derecha, de buscar la responsabilidad de Bachelet radica en los bajos resultados que obtuvo el gobierno en las últimas encuestas de Adimark y CEP.A pocos días de la cuenta pública que deberá rendir el Presidente Sebastián Piñera, este 21 de Mayo, el analista cree que “la carta de navegación que va a establecer el mandatario, va a ser tremendamente frágil porque en estricto rigor tiene un 24 por ciento de aprobación, frente a una candidata que parece incombatible”.Declaraciones cruzadas entre el gobierno y la oposición, ha generado la filtración de imágenes de un video en que se demuestra que la ex presidenta Bachelet estaba informada respecto de la ocurrencia de un tsunami en las costas nacionales y que, sin embargo, habría optado por entregar los antecedentes de manera parcelada a la opinión pública. Mientras personeros del gobierno exigen que la ex mandataria se presente a responder las preguntas de la Comisión Investigadora de la Cámara de Diputados, la Concertación simplemente “congeló” las relaciones con el Ejecutivo. Según el analista político de la Universidad, Bernardo Navarrete, la idea del gobierno de buscar establecer la responsabilidad de la ex Presidenta Michelle Bachelet, tras el terremoto y tsunami que afectó al país el 27 de febrero de 2010, provocó un efecto de cohesión al interior de los partidos de la Concertación.“Curiosamente esta reacción de la derecha de centrar en la figura de la ex presidenta las malas o buenas acciones tomadas en el 27F, tiene un efecto no buscado y es que logró unir a la Concertación. De hecho la imagen de Michelle Bachelet traspasa incluso la intención de voto y tiene la capacidad, desde Nueva York, de ordenar las filas de los partidos del conglomerado de oposición”, afirma Navarrete. Para el académico, el origen de la estrategia de la derecha, de buscar la responsabilidad de la ex presidenta, radica en que después de la última encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP), Bachelet aparece con el 51 por ciento de reconocimiento como posible presidenta de la República, y el ministro Laurence Golborne con un siete por ciento. “En realidad la derecha tiene muy poco margen de maniobra para que puedan instalar de aquí a un año más, un candidato presidencial que se pueda consolidar”, agrega el analista. Según Navarrete la Coalición por el Cambio “está ocupando una vieja tradición que es judicializar la política, es decir, lo que no se puede resolver -políticamente hablando- se pasa a los tribunales”. Ello, con el objetivo de afectar la percepción que la ciudadanía tiene con respecto a la ex mandataria. Expectativas para el discurso del 21 de MayoA pocos días de la cuenta pública que deberá rendir el Presidente Sebastián Piñera, este 21 de mayo, el analista cree que “la carta de navegación que va a establecer el mandatario, va a ser tremendamente frágil porque en estricto rigor tiene un 24 por ciento de aprobación, frente a una candidata que parece incombatible”. El académico espera que el presidente haga un llamado a la unión nacional, en función de los proyectos de reconstrucción y el futuro del país, “aunque eso tiene poco sentido, ya que la propia acción de judicializar la política genera una reacción fuerte y dura de la Concertación. En ese escenario, la segunda acción que uno espera es que establezca una carta de navegación para enfrentar los próximos dos años, para afrontar las elecciones municipales, las parlamentarias y las próximas presidenciales”. Para el experto es importante saber “qué cosas nuevas o distintas podría hacer el Presidente Sebastián Piñera para re encantar a un electorado que no le es favorable, pues la mayoría de la ciudadanía no tiene confianza en él. Creo que los anuncios van a ser de resultados cortos, pequeños y poco relevantes”. Además, contextualiza el especialista, la nueva cuenta pública se da en un momento sumamente complejo para el mandatario. “El último año ha sido de malas noticias en el plano internacional y nacional para el Presidente. The Economist señala que "el señor Piñera ha probado ser un político inepto" y “arrogante”; las encuestas de opinión pública como Adimark y CEP, lo muestran tan sólo con un 26 y 24% de aprobación, respectivamente; y la totalidad de sus ministros lo duplican o triplican en aprobación”.