Ciencias Médicas realiza capacitación de enfoque de género a profesionales de centro médico

La instrucción fue realizada al equipo interdiciplinario de salud que se desempeña en el Centro de Fibromialgia Impulsa, el primero de su tipo en el país. Las académicas de la Unidad Mayor explicaron que las personas tienen una historia social y personal, en las que hay cuestiones de género que son relevantes y que pueden llegar a ser factores de riesgo de alguna enfermedad, como la fibromialgia. En el caso de esta afección, no existen condiciones biológicas determinantes que indiquen el por qué es más común en mujeres, por lo que se presume un factor social asociado al desarrollo de la enfermedad.

No existe concenso entre los expertos sobre el origen de la sintomatología de la fibromialgia, enfermedad que se caracteriza por el dolor músculo-esquelético, localizado en una parte del cuerpo o generalizado y a menudo incapacitante, cuya prevalencia es mayor en mujeres, específicamente 9 de cada 10 personas afectadas.
Andrea Lizama y Cecilia Baeza, fueron las encargadas de capacitar en temas de Salud y Género, focalizado en el tema de la fibromialgia, al personal del Centro, pues tal como explica Lizama “lo que les hace falta a ellos, y en general al personal de salud, es desarrollar una perspectiva de género para poder abordarla, y que están vinculadas a las patologías de las personas”. En esta misma línea explica que las personas tienen una historia social y personal, en donde hay cuestiones de género que son importantes porque pueden llegar a ser factores de riesgo de alguna enfermedad, como es el caso de la fibromialgia, en que no existen condiciones biológicas determinantes que indiquen el por qué es más común en mujeres, por lo que se presume un factor social asociado a la enfermedad.
En este sentido, la socióloga relata que “si no hay una cuestión biológica del por qué las mujeres se enferman de fibromialgia más que los hombres entonces el motivo, probablemente, está en cuestiones de género. En una historia familiar, social, emocional, psíquica, que tiene que ver con roles, estereotipos, violencia de género, etc” lo cual desencadenaría en la sintomatología.
La capacitación estuvo dividida en dos partes, la primera comenzó con una clase de la profesora Cecilia Baeza sobre el concepto de género, para luego pasar a una sección de preguntas.
A la actividad asistió todo el personal del Centro Impulsa, quienes trabajan con un equipo interdisciplinario compuesto por: psicólogos y psicólogas, personal de kinesiología, nutricionista, médicos y médicas, además del personal administrativo como la recepcionista, el director y la administradora quienes abordan el tratamiento desde un enfoque bio-psico-social de la enfermedad.
A ellos, se les instruyó sobre la realidad de género de la mujer, particularmente asociado a su salud y el desarrollo de la investigación médica que muchas veces utiliza al hombre como métrica. Además, la antropóloga, enseñó conceptos claves como los estereotipos de género, los roles de género, qué es la feminidad y la masculinidad, y cómo afecta la salud de ellos y ellas esta construcción socio-cultural del género.
Es por ello que para Andrea “es fundamental que el sistema de salud desarrolle una perspectiva de género, para poder contribuir al mejoramiento de la salud de la mujer. Hoy, en el sistema de salud, existe un sesgo de género muy fuerte las perjudica, y que es necesario comenzar a abordar”. En este sentido, una de las acciones fundamentales es capacitar al personal de salud.
Respecto al cierre de la actividad, las profesionales evaluaron como satisfactoria la experiencia, señalando que la recepción del personal a esta temática fue buena y muy participativa. Por lo que ambas esperan que este tipo de iniciativas se masifiquen, pudiendo llegar a la Atención Primaria de Salud, y en general, a la sociedad civil.

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