El debate sobre la energía en Chile se ha vuelto a renovar a propósito del caso Hidroaysén. Pero más allá de este controvertido proyecto ¿En qué dirección debe desarrollarse Chile en materia energética?
La agenda del crecimiento y la seguridad energética ¿debe dominar el debate? Por cierto, en una economía en vías de desarrollo, no se puede escapar al dilema que plantea la mayor demanda energética. Pero el tema energético tiene dos vertientes insoslayables: el medio ambiente y los conflictos socioambientales. En efecto, ante el tema energético y el medio ambiente los actores estratégicos se enfrentan con el dilema de impulsar el crecimiento económico pero sin descuidar el ambiente y los patrones sustentables y equitativos de producción y consumo. El grado en que los actores estratégicos son conscientes del cambio de paradigma que debe asumir hacia la producción industrial limpia, la eficiencia energética y el consumo sustentable y equitativo de energía es un tema clave de la gobernanza ambiental que involucra a los actores privados y gubernamentales.Hemos estudiado este tema y nuestra opinión se basa en una investigación internacional sobre Gobernanza Ambiental en América Latina (ENGOV) apoyada por la Comunidad Europea y en una investigación apoyada por Fondecyt (Nº 1120662).Hemos hecho un análisis de los discursos de actores vinculados al sector energético en Chile, empresarios de grandes corporaciones (del área de energía y minería), parlamentarios de las comisiones de energía, minería y medio ambiente, altos funcionarios públicos de energía, medio ambiente y minería, expertos y consultores en estas áreas y dirigentes de ONG y organismos de la sociedad civil involucrados con proyectos energéticos.Una de las conclusiones a que se llega es que mientras más próximos a las empresas mayor probabilidad de ocurrencia del discurso de la eficiencia energética y la defensa de los macro-proyectos, mientras más próximos a las comunidades y organismos de la sociedad civil (comunidades locales, indígenas, ambientalistas) mayor probabilidad de que se opte por energías renovables y por proyectos a escala humana.¿Qué se quiere en el futuro con la energía en Chile?Existe un consenso generalizado – en el discurso- de que el medio ambiente hay que cuidarlo y de que a la matriz energética hay que descarbonizarla. Todos, empresarios, expertos, funcionarios, políticos, ambientalistas están, cual mas cual menos, abiertos hacia las fuentes renovables de energía. En realidad las alternativas técnicas no son sólo técnicas sino socio-técnicas y por ende políticas. En la práctica, en términos de decisiones todavía éstas parecen estar dominadas preferentemente por criterios económicos de competitividad y de rentabilidad de las inversiones en energía.Sin embargo, en el largo plazo el cambio climático – que ya está presente y tiende a agudizarse- nos urge a entender a nivel global que los patrones de producción y consumo de energía deben ser modificados hacia la producción limpia y el consumo verde.Entonces la reflexión estratégica debe incorporar el tema de la sustentabilidad y de las energías renovables como temas centrales. Adicionalmente la discusión acerca de las energías renovables está intrínsecamente ligada con el desafío de la gobernabilidad ya que precisamente los conflictos socioambientales surgen con mayor probabilidad en localidades donde se proyectan o ejecutan megaproyectos. (*) Sociólogo del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA), U. de Santiago de Chile.