El proyecto cuenta con el compromiso de 60 estudiantes de IV año y tres académicos de esta Unidad, y su implementación se enmarca dentro de la política de Responsabilidad Social Universitaria (RSU) de nuestra Universidad. “La idea es conjugar el aprendizaje con el servicio”, destaca el docente y arquitecto Carlos Muñoz Parra.Una iglesia es más que sólo un templo para manifestar un determinado credo. En muchos casos, abarca símbolos y manifestaciones de la identidad cultural de los lugares en que se encuentran, constituyendo espacios de encuentro de la comunidad y una expresión viva del patrimonio cultural que se debe resguardar.Convencidos de ello, y como parte de las actividades curriculares, enmarcadas dentro del proyecto de Innovación Académica Aprendizaje más Servicio “A+S”, un grupo de 60 estudiantes de la Escuela de Arquitectura -coordinados por los académicos Carlos Muñoz, Rodolfo Jiménez e Iván Jiménez- intervendrán en labores de reconstrucción patrimonial de dos capillas rurales, ubicadas en la provincia de Cardenal Caro, Región de O’Higgins.El proyecto se concretó tras la firma de un acuerdo de cooperación entre esta Unidad Académica y el Obispado de Rancagua, y se ejecutará en los templos de las localidades Pueblo de Viudas, en la comuna de Pichilemu, y La Aguada, en la comuna de La Estrella. “Se trata de intervenir para generar un producto que contribuya al aprendizaje de los estudiantes, dando respuesta a necesidades reales de la comunidad, involucrándonos como institución en un proceso de rescate patrimonial e identidad respecto al edificio perdido”, destaca el Dr. Carlos Muñoz, coordinador de Taller de IV año y de uno de los tres grupos de intervención.El 28 de marzo el equipo comenzó el estudio de las características y necesidades técnicas, así como de los estilos de construcción tradicionales, para conseguir un resultado acorde con las necesidades y expectativas de la comunidad.“Hacer este trabajo marca un antes y un después en nuestra formación. Ya no es desde el escritorio, imaginando realidades o teorizando, sino que en contacto con las personas. Yo soy de Curicó y entiendo lo que significa que se venga abajo un ícono para la comunidad, ya que independiente de la creencia, son parte de la identidad del pueblo”, asegura Alicia Correa, estudiante que forma parte del proyecto.Donde hoy sólo una gruta recuerda la existencia de una capilla antes del 27/F y los restos materiales son sólo algunas tejas, nuestros estudiantes llevarán su entusiasmo y calidad humana y profesional propia del sello Usach, contribuyendo así al rescate y la reconstrucción del espíritu de nuestro país.