El investigador del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA), Cristián Parker, afirma que sobre temas como el aborto y la homosexualidad hay sectores de la Iglesia “que se quieren abrir a esa realidad y otros que desean seguir enfrascados en su doctrina tradicional”. Los antecedentes de los religiosos José Aldunate, Felipe Berríos y Mariano Puga fueron solicitados por la Nunciatura Apostólica al arzobispo Ezzati, tras emitir juicios valóricos en la Prensa.
Revuelo ha causado en la opinión pública, la denuncia que la Arquidiócesis de Santiago, encabezada por monseñor Ricardo Ezzati, hizo a la Congregación para la Doctrina de la Fe, contra tres sacerdotes jesuitas – José Aldunate, Mariano Puga y Felipe Berríos - por diversas declaraciones vertidas en medios de prensa respecto de la homosexualidad, el aborto y el rol que la Iglesia tiene en Chile.Los tres clérigos acusados, han criticado a la Iglesia en diversos aspectos. Por ejemplo, José Aldunate, se ha manifestado abiertamente a favor de las relaciones entre personas homosexuales. “Vamos a obligar que vivan solteros, siendo que tienen un amor igual que el de un heterosexual”, señaló en una entrevista reciente. “Si el siete por ciento de la población es homosexual, entonces el matrimonio entre personas del mismo sexo es cuestión de la naturaleza misma”, agregó en esa oportunidad.Mariano Puga, llamado popularmente como “el cura obrero”, por su parte está llano a legalizar el aborto. Según el religioso, la mujer debe tener la potestad de optar por la maternidad. “Con el avance de la ciencia que hay hoy, cuando es posible saber si esa persona va a vivir o no, hay que dialogarlo. Y, en último caso, ¿quién va a decidir? La mamá, pues”, afirmó en una ocasión.Finalmente, Felipe Berríos, ha criticado la dinámica de exclusión que, a su juicio, reina dentro de los colegios católicos. “La Iglesia que tenga colegios, pero que sean abiertos a todos”, afirma el clérigo. “A niños que tengan papás separados;que no tengan dinero; o con ciertas discapacidades físicas y hasta aquellos que no crean en la religión católica”. Además reprocha a la Iglesia por “lucrar”, “creerse dueña de la salvación” y “abandonar la doctrina de Cristo”. “La Iglesia debe ser de los pobres, y no lo está siendo. Los pobres son visita o son motivo de caridad, y con eso deja de predicar el Evangelio. El Evangelio fue escrito para los pobres”, concluye.Puntos de vista contradictoriosSegún el Doctor en Sociología por la Universidad Católica de Lovaina e investigador del Instituto de Estudios Avanzados de nuestro Plantel (Idea), Cristián Parker, en la Iglesia conviven dos puntos de vista. Por ejemplo, respecto a la homosexualidad, “hay una doctrina oficial, establecida en el catecismo católico, que dice que es antinatural y que, por tanto, no debe aceptarse”, declara. Sin embargo –añade-“también el catecismo católico afirma, desde un punto de vista pastoral, que a los homosexuales hay que respetarlos, porque tienen dignidad, y hay que acogerlos y asumirlos como personas humanas”.Acerca de las diversas opiniones expresadas por los tres religiosos, el Dr. Parker señala que lo ideal es que cada párroco “predique la doctrina de la Iglesia”. Sin embargo, lo que sucede a juicio del especialista en temas de religiosidad, es “que en términos reales, vivimos una sociedad y una dinámica cultural y religiosa, donde hay un pluralismo que también se manifiesta al interior de la propia Iglesia”. Agrega que “hay sacerdotes y laicos al interior de la Iglesia que tienen opiniones y las expresan”.Hay quienes justifican la investigación solicitada por la Nunciatura Apostólica a Ezzati. Por ejemplo, Sofía Wulf, directora ejecutiva de la Fundación Voces Católicas, señaló que la denuncia del Arzobispo de Santiago “recoge la inquietud de los fieles que se sienten confundidos y desorientados”. Para el Dr. Cristián Parker, los reparos a los dichos vertidos por los párrocos jesuitas, se producen porque hay temor dentro de la Iglesia, respecto a la posibilidad de albergar mayor pluralidad de ideas en su seno. Según el sociólogo, hay miedo a enfrentar la realidad. “En este caso hay una realidad de cambio cultural, pues la sociedad hace algunos años miraba con mucho prejuicio la homosexualidad y por cierto no toleraba la posibilidad de una convivencia y menos el matrimonio”, entre parejas del mismo sexo.“Hoy día estamos viendo que la sociedad está mucho más abierta, y comprensiva en su conjunto”, señala el Dr. Parker. Esto, según el experto, cuestiona y crea tensiones dentro de la Iglesia. “Hay sectores que se quieren abrir a esa realidad, entenderla y acogerla; y otros que desean seguir enfrascados en su doctrina tradicional”, advierte.Los resultados del examen“El Cardenal debió conversar previamente, antes de enviar los antecedentes a Roma”, estima Cristián Parker. De acuerdo al investigador del Idea, ésta habría sido una actitud más conducente a propiciar el diálogo al interior de la Iglesia. Por eso-agrega- que debido a la conducción de Ezzati en el caso, quienes consideran legítimo que los sacerdotes manifiesten sus opiniones, “van a irse mucho más en contra del arzobispo”.Respecto a los resultados concretos de la acusación, el Dr. Parker piensa si bien son inciertos, no conllevará una sanción grave. “La mayoría de las cosas que han expresado los sacerdotes están en el límite de la doctrina; no es que están diciendo herejías”, opina el especialista. Añade que los religiosos “no se están refiriendo a cuestiones dogmáticas, sino a cosas donde, efectivamente, hay un debate y existen diversas opiniones”.“Es muy difícil que los lleguen a condenar”, piensa Cristián Parker. Según el especialista “es probable que haya una reconvención, y que les recomienden que sean más cautelosos en sus declaraciones. No creo que haya una repercusión más fuerte”, concluye.