Estudiantes de la Facultad de Química y Biología obtienen segundo lugar en concurso Growing Up! Ejecuta tu idea

Caracterizar, eliminar contaminantes emergentes y desinfectar aguas residuales domiciliarias, sin dañar el medioambiente, es la propuesta de SolPhEFen, uno de los proyectos ganadores del programa de innovación y emprendimiento del Consorcio Science Up.

Luego de casi seis meses de intensas capacitaciones, el proyecto de los estudiantes José Herrera, quien actúa como director del mismo, perteneciente al programa de Doctorado en Química, y María Bueno, de la carrera de Química, obtuvo el segundo lugar en el programa de innovación y emprendimiento interuniversitario Growing Up! Ejecuta tu idea.
El concurso es impulsado por el Consorcio Science Up, iniciativa Ciencia 2030 de la cual son parte la Facultad de Ciencia y la Facultad de Química y Biología de la Universidad de Santiago de Chile.
“Nuestro proyecto, SolPhEFen, propone la aplicación de un proceso solar para descontaminar efluentes secundarios de plantas de tratamiento de agua residual urbana. Este busca la eliminación de contaminantes emergentes y simultáneamente generar procesos de desinfección, sin incorporar productos clorados que puedan suponer un riesgo para el medioambiente”, indicó su director, Dr. (c) José Herrera.

Los contaminantes emergentes son aquellos que, si bien no tienen regulación legal con respecto a las concentraciones máximas en que pueden ser descargados a ríos o mares, suponen un riesgo tanto para el medioambiente como para la salud pública. Por ejemplo, pueden ser parte de medicamentos que pueden ser eliminados en el agua, pero que aún no se sabe que efectos pueden producir cuando llegan a los afluentes de las plantas de tratamiento.
Al estar en contacto con el medio acuoso, estos residuos pueden ser ingeridos  por diversos organismos, generalmente que no son metabolizados, desconociendo el efecto que pueden provocar en la micro y macrobiota. La idea es que esta solución pueda ser utilizada para que el agua residual municipal tratada pueda ser reutilizada de manera segura en la agricultura, actividad que ocupa más del 70% del consumo de agua dulce en el mundo.
Este proyecto forma parte del proyecto de tesis de doctorado en la industria en el cual participa José Herrera, financiada por ANID, agencia que le exigió inscribir cursos de innovación. Es así, como postuló a Growing Up! Ejecuta tu idea, programa en el cual también participan estudiantes de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y la Universidad Católica del Norte.

Con el avance de las clases, vio la necesidad de formar un equipo, aprovechando otra instancia de capacitación que se gestó en paralelo: Demo Day, programa enfocado sólo en estudiantes de la Usach, organizado por el Consorcio Science Up en conjunto con la Unidad de Innovación y Emprendimiento (UIE). Es así como se sumó al proyecto la estudiante de pregrado, María Bueno. “Distribuimos las tareas y participamos ambos de los cursos. María analizó otras variables, aportó ideas y colaboró a mejorar el proceso. Fue muy enriquecedor”, expresó Herrera.
La importancia de quienes guían
Quien motivó a postular a estos fondos y programas fue el profesor guía de tesis, Dr. Ricardo Salazar González, a quien agradeció su constante apoyo, señalando que, en conjunto con sus tutores, Dr. Alejandro Cabrera Reina y Dra. Sara Miralles Cuevas, fueron el eje de su interés por la innovación.

“En mi caso es una tesis, entonces las ideas y propuestas nacen de ellos. Hay una conversación, búsqueda, indagación, hay siempre un feedback. En ese contrastar ideas, los profesores te hacen ver otras variables, que no manejas por falta de experiencia. En el fondo, aquí la experiencia siempre prima y tener esa retroalimentación es fundamental”, señaló José Herrera.
Un apoyo que no solo se gestó en el ámbito intelectual, sino también a la hora de crear vínculos con empresas para comenzar a desarrollar sus validaciones. Gracias a un contacto del Dr. Salazar González, conoció a la empresa sanitaria Aguas Santiago Poniente, que distribuye agua potable y trata el agua del sector cercano al Aeropuerto de Santiago, Enea.
“Hay que tener vínculos con la industria, hay que despertar interés. Es buena la relación con esta empresa, quienes nos dan acceso a los efluentes secundarios previo y posterior al proceso de cloración para poder tomar muestras, hacer caracterizaciones del agua y estudios. Sería ideal a futuro poder seguir trabajando con esta entidad, lo que nos ayudaría a seguir escalando este proceso”, destacó.
 

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