El “Informe sobre la abstención en las elecciones Municipales 2016”, dirigido por el académico de la FAE, Dr. Alberto Mayol, plantea la posibilidad de proyectar el porcentaje de votantes que asistirá a una futura elección, tomando en cuenta datos de diferentes encuestas, como la aprobación y rechazo de los principales líderes, entre otros factores.
Un ‘Predictor de participación electoral’ es una de las propuestas más llamativas del ‘Informe sobre la abstención en las elecciones Municipales 2016’, realizado por el Centro de Investigación en Sociedad, Economía y Cultura (Cisec) del Departamento de Gestión y Políticas Públicas de la Facultad de Administración y Economía de la Universidad de Santiago, cuyo equipo de trabajo fue encabezado por el sociólogo y académico del Plantel, Alberto Mayol.La metodología se basa en un promedio de cuatro cifras obtenidas a partir de datos de las encuestas CEP, Adimark y Bicentenario UC: primero, la diferencia entre los puntajes de aprobación y el rechazo de los 10 principales líderes a 6 meses de la elección que se quiere medir; la misma resta, pero considerando 12 meses antes de los comicios; un índice de ‘concordia social’, que es lo contrario al nivel de conflictividad registrado en la Encuesta Bicentenario anterior a la votación medida; y la suma de la aprobación de las dos principales coaliciones, a un año de dichas elecciones.“Son variables que refieren a la solidez normativa y política del sistema y sus partidos. Hay que construir el método con más detalle, pero lo que queremos decir es que no basta con hacer predicciones a partir solo de una pregunta de una encuesta (si va a votar o no)”, sostiene Alberto Mayol.Según estos datos, en 2012, por ejemplo, se habría proyectado una participación de 40,01%, en circunstancias que el porcentaje real de votantes que sufragó fue de 44,75%. Si bien estas cifras son diferentes respecto a lo que ocurrió en 2008 y 2016, se concluye que “la correlación entre el predictor y las votaciones es alta. Las variables utilizadas podrían ser un buen indicio de los niveles de participación electoral”.“Puede que desarrollemos el predictor de manera subsecuente. De momento, esto queda para que otros investigadores den cuenta de que existen muchas otras variables que existen y que se podrían utilizar para predecir la participación electoral”, sentencia el sociólogo a cargo del estudio.Voto voluntario: en comunas más pobres hay más participación“Toda la literatura de los últimos años en Chile declara que la abstención electoral es más bien de los pobres y la participación, de los ricos. Eso queda desmentido por los hechos”, afirma Mayol.En efecto, el informe descarta que los estratos de más altos ingresos sean los que más votan en elecciones con sufragio voluntario en nuestro país, aun cuando advierte que “son el único grupo que mantiene su participación respecto a 2012”.“Las comunas que más votan pertenecen al sector rural y presentan una baja densidad de población. Además, se ubican principalmente en el sur del país, son comunas con alto nivel de aislamiento y tienen mayores niveles de pobreza, población indígena y bajos indicadores de calidad en educación (SIMCE y PSU) y salud (AVPP)”, puntualiza.Según el estudio, los principales niveles de abstención estarían radicados en los sectores medios. “Las comunas que menos votan son aquellas de clase media, que comparten niveles parecidos de seguridad, pero que al mismo tiempo son distintas en función al ingreso y al grado de endeudamiento. Estas son, en comparación a las anteriores, más urbanas y los hogares más endeudados”, se afirma.El informe explica que esto podría producirse porque el foco del gasto del Estado no son estos sectores, lo que debilita su relación con la política.El sociólogo interpreta esto como “una señal muy potente de que la política de focalización tiene rendimientos muy negativos desde el punto de vista de los procesos de la integración social, que focaliza el gasto en los más pobres y las políticas de crecimiento en los más ricos. El medio queda carente de un espacio social”.El estudio categorizó las comunas de Chile en ocho grupos, según su densidad poblacional, el porcentaje de trabajadores del sector primario, el promedio de ingreso de los hogares, su deuda per cápita, la presión de la deuda sobre el ingreso, y la cantidad de afiliados al seguro de cesantía y al sistema previsional.Para revisar el informe completo, ingresar en http://www.cisec.cl/index/sites/default/files/abstencion.pdf