Estudiantes de la carrera de Ingeniería Civil Industrial organizaron dos coloquios con el director de la Cátedra Unesco de Desarrollo Humano y Cultura de Paz, Paolo Orefice, académico de la Universidad de Florencia (Unifi), quien enfatizó en la necesidad de cambiar el actual paradigma educacional basado sólo en la escuela.
Pasar de un modelo de educación centrado en la escuela a otro centrado en el aprendizaje de todas las personas que pertenecen a una comunidad, es una de los lineamientos que está desarrollando la Cátedra Unesco de Desarrollo Humano y Cultura de Paz. Su director, el académico Paolo Orefice, de la Universidad de Florencia, ahondó sobre esta idea en el coloquio “Las ciudades que aprenden. Más allá del dualismo. Desarrollo Material e Inmaterial”, realizado este lunes (8) en el auditorio Enrique. Froemel del Ceni. La actividad fue organizada por estudiantes de Ingeniería Civil Industrial que cursan el Laboratorio de Emprendimiento Educacional (LEE), que dirige el académico José Miguel Araya, del Departamento de Ingeniería Industrial.Paolo Orefice, invitado a nuestra Universidad por el Centro Ingeniería y Sociedad de la Facultad de Ingeniería, se aproximó a la necesidad de avanzar hacia una educación comunitaria y social, que permita derribar los muros que separan a aquellas personas, de todas las edades, que logran insertarse en la sociedad a través de la educación, de quienes quedan totalmente excluidos.El experto italiano aseguró que la base del desarrollo de las sociedades debe generarse a partir de una educación informal de todas las personas insertas en las comunidades, a lo largo de sus vidas, sin dejar de lado el conocimiento que estos grupos humanos han desarrollado a partir de su experiencia y tradiciones. Por ejemplo, “en América Latina hay saberes indígenas, tradicionales. Es muy importante que cuando se realizan proyectos de desarrollo, como construir una ciudad o generar una iniciativa productiva, estos proyectos se alimenten de esos saberes. De no ser así, se crearía una ciudad que no sería educativa y que no entregaría calidad de vida”.A juicio del académico, “la educación es un derecho a lo largo de nuestras vidas, un derecho universal al aprendizaje permanente”, recalcó.Ingeniería humanaPaolo Orefice también planteó la necesidad de incorporar factores humanos en el desarrollo de la ciencia y la técnica. A los futuros ingenieros civiles industriales de nuestra Universidad los instó a cambiar el paradigma de una ciencia demostrativa a una ciencia que conviva con diversas disciplinas, incluidas las humanísticas y de las ciencias sociales.Los ingenieros “no deben usar el conocimiento técnico al margen de las otras disciplinas. Esa separación crea sociedades sin desarrollo humano, en las que no se puede vivir”, expresó el experto de la Unesco, poniendo como ejemplo el diseño e implementación de caóticos sistemas de transporte público en las grandes ciudades.El académico del Departamento de Ingeniería Industrial y miembro del Centro Ingeniería y Sociedad, José Miguel Araya, valoró el emplazamiento del profesor italiano a los jóvenes estudiantes de ingeniería. Según el profesor Araya, es valiosa la oportunidad que nuestros estudiantes comprendan “cuál es la responsabilidad social y la responsabilidad técnica de aquellos futuros profesionales que están invitados a contribuir al desarrollo de la sociedad a partir de competencias centradas en el diseño, concepción, construcción y el desarrollo de las organizaciones”, puntualizó.