Según especialistas reunidos en un seminario realizado en el Salón de Honor del Plantel, el principal problema para ampliar el alcance de la disposición conocida como Net Billing, que le permite a los usuarios producir su propia energía a través de fuentes renovables e inyectarla a la red, radica en que los costos asociados a generar dicho suministro son mayores a las utilidades que se pueden obtener con su posterior venta.
Expertos en el campo eléctrico coincidieron en un reciente seminario organizado por la Fundación Energía Comunitaria y el Departamento de Ingeniería Eléctrica de nuestra Universidad, en la lenta implementación de la ley para la generación distribuida (20.571), más conocida como Net Billing, que permite autogenerar energía a través de fuentes renovables e inyectarla a la red, debido a la evidente diferencia de precios entre lo consumido y lo vendido.Cabe consignar que la ley de Net Billing fue publicada hace casi dos años, en octubre de 2014.El asesor de la División de Energías Renovables Ministerio de Energía, Sebastián Arroyo Klein, explicó que actualmente para los clientes regulados el costo de la energía es de unos 85 pesos el kilowatt hora, pero si se decide inyectar energía autogenerada a la red sólo tendrá un valor de alrededor de unos 58 pesos el kilowatt hora.“Esta diferencia que se da no es por el costo de la energía sino que por el costo asociado a pagar las redes de distribución. Es decir, los 58 pesos pagan la energía, y los restantes 27 pesos aproximados pagan la red de distribución”, precisó Arroyo.Por su parte, el director del magíster en Ciencias de la Ingeniería (PMCI), mención Ingeniería Eléctrica de esta Casa de Estudios, Dr. Héctor Chávez Oróstica, señaló que ante esta diferencia de valores, para la gente es más conveniente consumir su propia energía que venderla.“Tiene más valor consumir la energía que uno produce dentro del inmueble, casa, proceso o pyme, que inyectarla a la red, por tanto siempre va a convenir más que esa energía quede dentro del sistema antes del medidor de energía, para que de esa manera se tenga un mejor retorno”, subrayó el académico.El ingeniero apuntó que de esa forma el dinero invertido en energía eléctrica tendrá más valor.“Nos interesan los procesos que permitan consumir esa energía, al minuto, segundo, microsegundo en que se va a producir. Esto se basa en que nuestro dinero vale más cuando lo invertimos en la energía que se produce y la consumimos directamente”, indicó, acotando que “lo ideal” es consumir toda la energía que se genera.En esa línea llamó a seguir el ejemplo de países europeos como el Reino Unido donde, aseguró, se han reducido de manera viable las emisiones de CO2 y de smog modificando la demanda térmica a eléctrica a través de unas máquinas llamadas “bombas de calor”, que generan energía renovable para autoconsumo residencial.Empresas eléctricas ven compleja la normaEn tanto, la directora de Estudios y Regulación de las Empresas Eléctricas, Rosa Serrano Sanhueza, reconoció que la ley de Net Billing “es compleja” para las firmas distribuidoras de electricidad, y que hay una serie de inquietudes “para las cuales no tengo respuesta”.“La idiosincrasia chilena es especial, por eso como empresas distribuidoras nos hemos topado con que algunos clientes no finalizan el proceso de conexión a la red por este fenómeno de que el precio de generación es menor que el precio que se paga retiro, y lo que pasa es que algunos clientes inyectan de manera irregular su energía eléctrica a la red”, detalló.La ejecutiva puntualizó que en la actualidad solo hay 100 proyectos de autogeneración que inyectan a la red. 50 de ellos son de la Región Metropolitana, 19 de la Región de Valparaíso y 8 de la Región de O’Higgins.Falta incentivoAsimismo, el presidente de Asociación de Energía Solar, Acesol, Andrés Bogolasky Fliman, afirmó que la ley 20.571 permite a las firmas que representa conectarse a la red, “pero no las incentiva”.“No existen las condiciones que estimulen el desarrollo de nuestra industria mediante esta ley, que sí permite conectarse a la matriz energética, pero no es un motor para que esta industria se masifique”, advirtió.Agregó, además, que el proceso de conexión es bastante “engorroso, lento y complejo”, por lo que el gremio que encabeza espera que “en los próximos meses exista un proceso más simplificado para las instalaciones de pequeña escala, porque obviamente tienen otras condiciones a las instalaciones de gran escala”.Finalmente, el gerente general de la empresa de insumos eléctricos Sol Sur, Jorge Bobadilla, destacó que a pesar de las diferencias entre precios ya señaladas, “la ley permite al ciudadano común ingresar este mercado, uno de los más restrictivos del país, lo que complica a las empresas distribuidoras, porque si el ciudadano se organiza y genera autoconsumo, seguramente va a empezar el ofertón de estas compañías y probablemente van a tratar de quitarle este negocio a las personas, pero en esto el ciudadano tiene el control”.Advirtió que lo más complejo son los costos de instalación, “pero creo que quizás eso lo deberían asumir las empresas, porque la energía hay que democratizarla”, enfatizó.