Académicos de la Facultades de Química y Biología y Ciencias Médicas, liderados por el Dr. Federico Tasca, investigan la enzima Monomina Oxidasa (Mao), relacionada con enfermedades de trastorno del ánimo, con el fin de aportar al desarrollo de tratamientos más efectivos.
En las últimas décadas, Chile ha experimentado un evidente crecimiento a nivel económico, estructural y tecnológico. En este escenario, se han replicado algunos aspectos positivos de un país desarrollado, pero también los negativos, como las enfermedades ligadas a este proceso. Una de ellas es la depresión, que afecta a 350 millones de personas en el mundo y al 17,2 por ciento de los chilenos hasta el 2009, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Hace algunas décadas se descubrió que las desregulaciones de una enzima, podrían ser la causa de dicha enfermedad: la Monoamino oxidasa (MAO). Su rol en la oxidación de neurotransmisores, como la dopamina y la epinefrina (adrenalina), y sus variaciones irregulares, han sido relacionadas con la depresión y con el abuso de sustancias, déficit de atención e, incluso, el mal de Parkinson.“Esta enzima es muy importante, porque afecta toda una parte de los neurotransmisores de las hormonas, como la dopamina y fenetilamina que afectan al sistema. Está comprobado que el mal funcionamiento de esta enzima produce cambios de humor en las personas, derivando incluso, en algunos casos, en depresión”, explica el Dr. Federico Tasca.Debido a la importancia de esta enzima, un equipo de investigadores de nuestra Universidad, compuesto por el Dr. Federico Tasca y el Dr. Mauricio Escudey, de la Facultad de Química y Biología, además del Dr. Miguel Reyes de la Facultad de Ciencias Médicas, se unió para estudiarla. Lo que llamó su atención fue la falta de información bio-electroquímica de dicha proteína, motivándolos a desarrollar el proyecto Dicyt asociativo “Electrochemical Studies of Monoamine Oxidases”.Los investigadores advirtieron que no había muchos estudios electroquímicos sobre esta enzima, por lo que con esta investigación buscan analizar el potencial redox de la enzima. Este potencial corresponde a una medida de la actividad de los electrones y está relacionado con el pH y con el contenido de oxígeno. También se estudiarán las cinéticas de oxidación y de inhibición y se intentarán desarrollar bio-sensores para neurotransmisores e inhibidores de la MAO, como las anfetaminas.La importancia de la definición del potencial redox, según explica el profesor, radica en que este determina la interacción de la enzima con otras moléculas. “En nuestro cuerpo cuando hay una reacción enzimática hay cascadas de reacciones, siendo el potencial redox el que determina cómo se involucran y en qué derivan las reacciones. De estimarlo, se podrían desarrollar drogas más efectivas para la inhibición de las funciones de la enzima y tratamientos más efectivos”, afirma el Dr. Tasca.Para el Dr. Tasca un aspecto relevante de este estudio son las diferentes disciplinas que confluyen en él. Por ejemplo, desde el área de medicina se observará cómo funciona y se inhibe esta enzima en el cuerpo, mientras que desde la electroquímica se estudiará el potencial redox y las cinéticas de inhibición, en tanto, la nanociencia permitirá el desarrollo de electrodos más sensibles y más compatibles con las enzimas.El estudio se desarrollará durante tres años, abriendo una nueva línea de investigación en nuestra Institución, dividiéndose en dos etapas: estudio de la enzima y, luego, desarrollo de bio-sensores para neurotransmisores y para los inhibidores de las MAO.