El académico de nuestra Casa de Estudios, Guillermo Pattillo, sostiene que la paralización en la minera, que ya suma casi un mes, causará una caída del Imacec de febrero en torno al 1,1%. El economista explica que Escondida representa un 20% de la producción del cobre de Chile. “Si consideramos que la huelga está reduciendo a la mitad la producción mensual, calculamos una pérdida específica del 1% del PIB”.
Con 27 días de movilización, la huelga en Minera Escondida se convirtió en la más extensa de las paralizaciones que haya afectado al yacimiento en su historia y consultoras ya proyectan que, de mantenerse hasta el domingo, puede convertirse en la más cara para el país. Al respecto, uno de los sindicatos advirtió que la huelga podría alargarse más de 60 días.Para el economista y académico de la Universidad de Santiago de Chile, Guillermo Pattillo, la proyección para el Imacec de febrero, “que de todas maneras iba a ser negativo por base de comparación en doce meses, obviamente que amplía ese margen negativo y hoy, estimamos que la producción de febrero caería en torno a 1,1%”.El especialista coincide en que los efectos de la huelga “ya se están trasladando a marzo”, mes que, a su juicio, tendrá “crecimiento en el margen negativo”. “Con toda esta historia, vemos un primer trimestre virtualmente en crecimiento cero”.“El impacto directo e indirecto en la economía chilena puede ser bastante más si esto no se acota a unos pocos días y termina”, advierte. “Más allá de si es la huelga más cara, el punto es que se trata de una huelga muy compleja, porque es la minera que más produce en Chile”, agrega.Según el especialista, Escondida representa del orden del 20% de la producción de cobre de Chile, mientras que el mineral aporta un 10% del PIB al año. “Asumiendo que la producción sea cero, se pierde del orden de 2% del PIB nacional por mes”, explica.“Por lo tanto, si se asume que la huelga está quitando el 50% de la producción de Escondida en un mes, estamos hablando de una pérdida de 1% del PIB, aproximadamente”, sostiene.Para el académico, el problema no es solo la producción perdida por la huelga, sino las repercusiones que se ramifican hacia sectores derivados. “Hay un efecto sobre el comercio, empresas subcontratistas, insumos para la minería”, explica. “Es un efecto en cadena mucho más largo que el que deriva solamente de la caída de la producción directa de Escondida”.Respecto a qué acciones puede tomar el Gobierno ante esto, señala que su margen de acción es escaso al tratarse de una minera privada. “Lo único que puede hacer, y de hecho lo hizo, fue intentar buenos oficios, y puede intentar seguir haciéndolo”.Sin embargo, indica que, hasta el momento, “esto no produjo ningún resultado visible para quienes no tenemos antecedentes desde adentro”.