El académico del Departamento de Educación, Saúl Contreras, desarrolla el Proyecto Fondecyt: “Formación Inicial Docente para enseñanza de las ciencias”, orientado a analizar la trayectoria académica de mil 200 estudiantes de Pedagogía de todo el país, para aportar un modelo explicativo sobre cómo los futuros profesores internalizan y aplican el conocimiento pedagógico curricular.
A juicio del doctor en Educación, este instrumento “tensionará la Prueba Inicia”, porque este dispositivo evalúa al futuro profesor al final de la carrera. “Nuestra idea es que sea durante toda la trayectoria del estudiante de Pedagogía”, con el fin de tener un conocimiento cabal y oportuno del proceso formativo.
El académico está presentando los primeros resultados de esta investigación en congresos internacionales en Tarragona y Barcelona, España.
La calidad de la educación es hoy un eje dentro de la discusión de las políticas públicas y, por lo mismo, se ha transformado en una de las demandas fundamentales de diversos sectores de la sociedad. Pero dicha calidad está permeada, entre otras variables, por la buena o mala enseñanza recibida por quienes tienen la responsabilidad de formar a las nuevas generaciones; es lo que se conoce como formación inicial docente (FDI) y es por ello que el doctor en educación de la Universidad de Santiago de Chile, Saúl Contreras, se encuentra trabajando en el “Proyecto FID para enseñanza de las ciencias”, con el apoyo de Fondecyt, orientado a crear un modelo e instrumento de medición que evalúe la trayectoria formativa de los estudiantes de pedagogía. Esto permitiría, consecuentemente, a las entidades formadoras revisar la toma de decisiones en materia formativa. La iniciativa contempla una muestra nacional de aproximadamente mil 200 profesores en formación y que estén cursando menciones en ciencias experimentales y matemática. En definitiva, durante cuatro años el equipo investigador, liderado por el Dr. Contreras, hará el correspondiente seguimiento. Según Saúl Contreras, “pretendemos aportar con un modelo y un instrumento explicativo de cómo los estudiantes van adquiriendo las competencias y habilidades docentes. En el contexto de la investigación vamos a generar información relevante para cada institución participante”; esta información, agrega, será de gran utilidad para corregir, si es necesario, el rumbo de la formación inicial docente. “Tensionará la Prueba Inicia”El profesor Contreras asegura que esta investigación, entre otros efectos colaterales, “tensionará la Prueba Inicia” - examen voluntario que evalúa a egresadas y egresados de pedagogía en diversos contenidos – ya que “carece totalmente de sentido que pretendamos tener calidad en la educación, pensando que ésta sólo se logra por tener dispositivos de medición como el Simce, la PSU o la Prueba Inicia”. Además, el académico de la U. de Santiago, remarca que la prueba Inicia evalúa al futuro profesor/a al término de la carrera. “Nosotros postulamos que esto debiera ser sistemático, es decir, aplicar un instrumento de evaluación durante toda la trayectoria del estudiante de pedagogía y no sólo al final. En este caso, cabe preguntarse si los resultados de Inicia son malos y los estudiantes ya son egresados, ¿qué pasa con ellos? ¿Se les nivela? ”. Demasiado tarde para hacerlo, responde, convencido, Contreras. Por todo lo anterior, el instrumento que está en estudio por parte del investigador de la Universidad de Santiago de Chile, cobra un valor fundamental ya que, según explica, no se trata de preparar al estudiante a la usanza de un preuniversitario, sino “generar y aplicar un instrumento que evalúe en determinados momentos de la carrera al futuro profesor o profesora. Y, esto, es decisión de la Institución que internamente opta por ayudar a sus estudiantes”. Respecto de los test de medición, el Dr. Contreras advierte que está completamente de acuerdo en que hay que aplicarlos, “de otra manera es imposible saber cómo vamos”, pero los instrumentos se deben diseñar “con y desde los sujetos, porque, además, tienen que ser pertinentes”, explica. El profesor Contreras está tan convencido de la efectividad de su propuesta que no duda que, al final de los cuatro años de aplicación, el instrumento pueda ser aplicado a nivel nacional como política pública; además, estima que “pueda ser proyectable, también, al mundo técnico profesional”. Pese a que sólo hace algunas semanas se terminó la primera etapa de levantamiento de datos a nivel país, gracias a la colaboración de carreras de pedagogías de universidades de entre Arica y Punta Arenas, Saúl Contreras se encuentra presentando los primeros resultados de este proyecto en el Congreso Internacional de Docencia e Innovación Universitaria (CIDIU), que se realiza en Tarragona; para luego presentar y elaborar nuevos avances de la iniciativa en el VI Edulearn, Congreso internacional que se realiza en Barcelona, ambos en España. De esta manera, se empiezan a dar pasos que permiten vislumbrar cambios relevantes en la formación de los futuros profesores y que repercutan, finalmente, en la calidad de la educación.