Idiomas y costumbres diferentes pueden transformarse en focos de conflicto entre personas que provienen de distintas culturas, según sostiene el académico del IDEA, Dr. José Santos, quien estudiará el tema gracias a su recientemente adjudicado proyecto Fondecyt.
La convivencia entre las personas que provienen de diferentes culturas, inevitablemente, provoca roces en asuntos cotidianos, tales como compartir un espacio físico o hablar un idioma diferente. Estos problemas multiculturales son los que aborda el investigador del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad, IDEA, Dr. José Santos en el proyecto "Des-encuentro intercultural en la cotidianidad: conflicto y violencia", que se adjudicó financiamiento del Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondecyt).
Su iniciativa surgió tras darse cuenta de que los grandes inconvenientes en las relaciones interculturales se producen en la vida diaria. Santos los denomina "des-encuentros": "Probablemente todos hemos tenido la experiencia de no entender bien, o entender de otra manera, lo que un sujeto que viene de otro universo cultural nos quiere entregar y eso produce fricciones", explica.
Su proyecto busca comprender de manera novedosa este problema, haciendo un contrapunto con la literatura: "Normalmente los autores muestran cómo ‘debería’ ser esta relación entre sujetos provenientes de culturas diferentes, remarcando que hay que cumplir con ciertas normas para que no se produzcan conflictos. Por ejemplo, dicen: ‘Tú deberías ser respetuoso’, dirigiendo el discurso hacia lo ideal de la relación. Muy pocas veces hay análisis que se centren en el tema como realmente es", remarca el investigador.
El Dr. Santos señala que su foco está en poner de relieve esta discusión abordándola desde la casuística chilena, mirando el caso Mapuche y las relaciones con los pascuenses, entre otras situaciones particulares. Según explica, es importante aceptar el conflicto como parte de las relaciones y aprender a manejarlo para dar origen a puntos de encuentro.
También buscará destacar el papel que juega el miedo en estos asuntos, pues considera que "gran parte de lo conflictivas que son las relaciones con el otro, tiene su origen en el hecho de que el otro es ‘algo’ que nos atemoriza, porque es desconocido. Da miedo la oscuridad porque no se ve; del mismo modo da miedo una persona que viene de otra cultura. Muchas veces el nivel de conflictividad aumenta de modo considerable por este factor", enfatiza.
El investigador señala que su estudio será teórico e interdisciplinario, por lo tanto, tomará insumos provenientes de distintas disciplinas como la filosofía, la sociología, la economía y la antropología. También será un trabajo descriptivo, por lo que buscará detallar de manera exhaustiva cómo cree que se dan estas relaciones.
Dentro de los resultados que espera obtener, hay uno que le resulta esencial: demostrar la relevancia teórica de lo cotidiano. "Me gustaría poder instalar la idea de que la relación entre culturas tiene importancia, y que quede claro que hay que ponerse a estudiarla en la vida diaria", puntualiza.