Investigadores del Cedenna se suman a grupo internacional que buscan cura al cáncer colorrectal

El proyecto, que reúne a quince instituciones de Chile, Estados Unidos y Europa, entre ellas, el Centro de Investigación dirigido por la Dra. Dora Altbir Drullinsky, busca crear, analizar y probar nuevas terapias para el tratamiento del cáncer colorrectal a través de nanoestructuras magnéticas. Al mismo tiempo, la iniciativa tiene como propósito promover el intercambio de capital humano, la transferencia tecnológica y la creación de nuevo conocimiento.
 

“La nanotecnología tiene un fuerte impacto en diversos aspectos de la vida de las personas. Sus aplicaciones crecen y se potencian cada vez más, alcanzando áreas como la medicina, donde la búsqueda de nuevos tratamientos contra el cáncer genera gran interés y expectativas, principalmente porque las terapias tradicionales aún son caras, complejas y ocasionan una serie de efectos secundarios de profunda huella en el organismo”, señaló Dora Altbir, directora del Centro para el Desarrollo de la Nanociencia y la Nanotecnología Cedenna, que como parte de un consorcio de instituciones internacionales, se adjudicó fondos para colaborar en la búsqueda de nuevas soluciones para esta enfermedad.
Un total de 15 organizaciones, entre ellas el centro de nanotecnología chileno, se unieron para conformar el consorcio Magnamed y responder a la convocatoria realizada por el programa de becas de investigación de la UE, que financiará el proyecto por al menos cuatro años. Entre los participantes también se cuentan la Universidad Complutense de Madrid, la U. del País Vasco, la Universidad de California San Diego e IMG Pharma. El objetivo es colaborar para encontrar nuevos métodos contra el cáncer colorrectal, utilizando nanoestructuras magnéticas de última generación, que puedan ser dirigidas directamente hacia células tumorales para destruirlas, evitando los efectos colaterales de tratamientos como las radio y quimioterapias.
El desafío es crear estructuras de tamaño nanométrico, con forma de disco, que puedan introducirse en el organismo y que, gracias a sus propiedades magnéticas, destruyan por medio de reacciones físicas las células malignas sin afectar a las demás. Este tipo de terapia se está estudiando desde hace algunos años, sin embargo, la dificultad para fabricar nanopartículas magnéticas que no provengan de materiales biotóxicos y que interactúen de manera eficaz con biosensores, ha impulsado a la Unión Europea a promover la cooperación internacional entre universidades, centros de investigación y laboratorios alrededor del globo para encontrar nuevas soluciones y reducir la mortalidad por cáncer.
“Para el Centro de Investigación en Nanotecnología Cedenna, participar en este proyecto representa no sólo una oportunidad de aportar una posible solución a una de las enfermedades más catastróficas y mortales, sino también de aprender y trabajar en conjunto con investigadores de distintas instituciones, con diversos grados de avance en estas indagaciones, lo que nos da la posibilidad de transferir ese nuevo conocimiento y compartirlo con científicos y desarrolladores nacionales”, indicó la Dra. Altbir.
Tratamiento selectivo
Un tratamiento eficaz durante la fase temprana es clave para reducir la mortalidad en algunos tipos de cáncer, como el de colon y recto.  La dificultad de los estudios clínicos para detectar las células cancerígenas radica en que los biomarcadores tumorales se encuentran en pequeñas concentraciones y se hacen perceptibles en etapas ya avanzadas. Pero los tratamientos más recomendados son agresivos y no selectivos.
Las  nanopartículas magnéticas (MNP) se adhieren a células malignas contribuyendo a una pronta detección del cáncer.  Además, proveen la posibilidad de desintegrar tumores a través de la hipertermia, una técnica que utiliza campos magnéticos para calentar las MNP y con ello, aniquilar a las células cancerígenas cercanas, que son poco tolerantes al aumento de temperatura. Sin embargo, su utilización presenta limitaciones y es en este ámbito donde Magnamed explorará el potencial de tecnologías emergentes basadas en nanoestructuras magnéticas MNS, que debido a su diseño mejoran las posibilidades de respuesta en relación a las MNP.