La última iniciativa del Laboratorio de Envases, que está asociado al Cedenna, se adjudicó un financiamiento Corfo de 2 mil 875 millones de pesos para desarrollar una plataforma tecnológica, destinada a entregar soluciones a las industrias agroalimentaria y de envasado. El desarrollo denominado “Co-Inventa” fomentará un ecosistema de innovación colaborativa, que entregará soluciones tecnológicas con el fin de diversificar y sofisticar sus productos.
El Laboratorio de Envases de la Universidad de Santiago, asociado al Centro de Nanotecnología (Cedenna), se adjudicó financiamiento a través del área de programas tecnológicos estratégicos de Corfo, para desarrollar una Plataforma de Innovación en Envases para Alimentos que pondrá a disposición de las empresas los avances de las investigaciones en este ámbito, con el soporte de otras organizaciones que participan como coejecutoras: la U. de Chile, la U. Católica, la Utem, la U. de Talca, el Centro Regional de Alimentos saludables Creas (de Valparaíso), Chilealimentos y la Asociación de Industriales del Plástico Asipla.La plataforma denominada “Co-Inventa” fomentará un ecosistema de innovación colaborativa, que entregará soluciones tecnológicas a las industrias agroalimentaria y de envasado, para que puedan diversificar y sofisticar sus productos, y tendrá especial énfasis en la transferencia de tecnologías innovadoras y en la formación de recursos humanos calificados en envases y embalajes, con un presupuesto de 2 mil 875 millones de pesos. Con este proyecto, la iniciativa liderada por la Universidad de Santiago se posiciona como líder en Innovación en esta área y optimiza el acervo desarrollado por la línea de investigación Tecnología de Envases de Alimentos de Cedenna.La directora del proyecto, Dra. María José Galotto, explica que esta plataforma considera otros proyectos complementarios, orientados al desarrollo de envases inteligentes y envases activos, para campos importantes como la sustentabilidad, la biodegradabilidad y la reingeniería de envases, con el objetivo de apoyar aspectos contenidos en las nuevas normativas, como la responsabilidad extendida al producto. Asimismo, “potenciará el desarrollo de nuevos materiales, el análisis y predicción de vida útil en alimentos envasados y las novedades en materia de celulósicos (cartones) que es una tendencia que incrementa su potencial cada vez más”.El coordinador de proyectos de la nueva plataforma, Dr. Abel Guarda, explica que la idea es ofrecer un soporte para el desarrollo, la innovación y la adaptación de tecnologías de envases y embajales para la industria nacional. El académico del Departamento de Ciencia y Tecnología de los Alimentos sostuvo que canalizando las novedades a través de una plataforma especializada y multidiciplinaria, se puede ir más rápido, porque “se hace más fácil la interacción entre los centros de innovación y la industria real y concreta”, ahí actuarían los intermediarios del proyecto, Chilealimentos y Asipla, que agrupan mas de un centenar de empresas, es sus respectivos sectores.El producto compite soloOtros aspectos complementarios que se sumarán al proyecto y enriquecerán los desarrollos están vinculados con las otras casas de estudios superiores y centros asociados. Por ejemplo, el diseño estará a cargo de la U. Católica y la U. de Talca, que trabajan en proyectos complementarios; también participará la Escuela de Ingenería Química de la UC y el laboratorio de embalajes de la Utem; y el Creas colaborará con su planta de prototipaje que se complementa el aporte del Laboratorio de Envases de la Universidad de Santiago de Chile.El Dr. Guarda advierte que no obstante nuestra ubicación geográfica, respecto al resto del mundo, “tenemos que llegar con nuestros productos en las mejores condiciones, como si fueran saliendo recién de la industria. Eso implica un gran número de requerimientos, desde el punto de vista del embalaje, de los envases y también las nuevas tecnologías para atraer y estimular a los consumidores”.Esta mirada considera al diseño como un aliado en innovación y como parte del valor agregado en la comercialización. “El diseño influye mucho en la comunicación producto-consumidor, ya que hoy la forma de vender es a través de las grandes superficies, donde el producto queda solo, y tiene que ser capaz de llamar la atención del consumidor, generar confianza y aportar la información apropiada para que finalmente termine en el carro de la compra y mejor, aún, para que después ese cliente lo recomiende a otro”, señala el investigador de Cedenna.