La iniciativa pretende identificar la presencia de representantes de pueblos originarios y afrodescendientes en esta Casa de Estudios, para promover la creación de programas de atención para ellas y ellos, integrarles y generar un diálogo intercultural en la comunidad universitaria.
Lidera esta labor la académica de la FAHU, Dra. Elisa Loncon, quien explica que “el objetivo es lograr un empoderamiento de la cultura y motivar a las y los estudiantes a participar, ya que existe un problema de identificación, de no sentirse parte de su pueblo; lo que se puede revertir en la medida que se les ofrezcan las posibilidades de decir quiénes son”.
Para obtener estos datos se ingresarán dos preguntas a una plataforma virtual de la Institución. La primera, si pertenece a uno de los nueve pueblos indígenas de Chile: Aymara, Quechua, Likan-Antai, Rapa Nui, Diaguita, Mapuche, Selknam, Yagán y Kawésqar, agregando ‘origen Afro’. La segunda, si se identifica con alguno de ellos, porque quizás no tiene pertenencia directa, pero sí lo siente como propio.
Luego de crear este registro, se busca estructurar programas de inclusión, “lo que nos permitirá tener una Universidad de Santiago más amable con la diversidad, más humana y más diversa”, expresa la Dra. Loncon.
Dar a conocer la situación en la que se encuentran los y las estudiantes pertenecientes a los pueblos indígenas y afrodescendientes que actualmente están ingresando a nuestra Casa de Estudios, es el objetivo de la Dra. Elisa Loncon, académica del Departamento de Educación, quien lidera un estudio financiado por la Dirección de Investigación Científica y Tecnológica (Dicyt). El proyecto también cuenta con el apoyo de Bachillerato y la Facultad de Humanidades, además del programa de Responsabilidad Social Universitaria (RSU), PAIEP (Programa de Acceso Inclusivo, Equidad y Permanencia), el Centro Intercultural Ranginwenumapu y la Vicerrectoría de Apoyo al Estudiante.Según explica la investigadora “el objetivo es lograr un empoderamiento de la cultura y motivar a las y los estudiantes a participar, ya que existe un problema de identificación, de no sentirse parte de su pueblo; lo que se puede revertir en la medida que se les ofrezcan las posibilidades de decir quiénes son”.La experta plantea que la inclusión se debería centrar no sólo en las vías de ingreso a la universidad, como lo son los cupos especiales o ingreso por nivel socio-económico, como ocurre hoy.“Las y los estudiantes no se habitúan a este ingreso de cupo especial, que aunque es un apoyo para ingresar a la universidad, no rompe la brecha educativa entre el indígena y el no indígena. No basta con poner al estudiante indígena en un curso, si no hay un programa especial para mejorar, por ejemplo, la competencia lingüística del castellano al nivel académico que te exige la Universidad”, sentencia.Es producto de lo anterior, que la académica señala que “si un (o una) estudiante bilingüe o rural, llega con brecha hay una necesidad de atender esta brecha de manejo de español y, por otro lado, hay una necesidad de valorarlo culturalmente”.Además, la Dra. Loncon recalca la necesidad de instalar en la Universidad ciertos instrumentos que permitan la recolección de datos estadísticos y desarrollar en la Institución algunos programas que permitan la visibilidad de estos pueblos, asumiendo la diversidad como riqueza magna más que un problema de exclusión social.Proceso de recolección de datosDe acuerdo a la investigadora, a la fecha, no se ha podido cuantificar la presencia de los pueblos indígenas y afrodescendientes dentro del plantel, por lo que su idea es crear un registro de los alumnos de pueblos indígenas y de origen afro, ya que actualmente no es posible identificar a los alumnos sólo por los apellidos ya que gran parte de los apellidos indígenas se han perdido y otros se han castellanizado.Para obtener estos datos se utilizará el portal institucional, específicamente la plataforma virtual de inscripción a la Universidad donde se ingresarán dos preguntas. La primera apunta a qué pueblo indígena pertenecen, dando una lista de nueve pueblos presentes en Chile: Aymara, Quechua, Likan-Antai, Rapa Nui, Diaguita, Mapuche, Selknam, Yagán y Kawésqar, agregando, además, la clasificación de origen Afro.En la segunda pregunta se consultará si el alumno, aunque quizá no es perteneciente a algún grupo, se identifica con alguno de los nueve pueblos originarios nombrados anteriormente, ya que como indica la docente “hay alumnos que no son indígenas, o son de cuarta, quinta generación y se identifican con las culturas originarias o afro”.Estas preguntas permitirán detectar en qué carreras están los estudiantes, quiénes son, qué necesitan, qué dificultades tienen y en qué se les puede ayudar.“La idea es que luego de crear este registro se siga avanzando en esta materia y armar con los propios alumnos y las unidades de inclusión de nuestra casa de estudio actividades o programas de cultivo y promoción de la diversidad, “lo que nos permitirá tener una Universidad de Santiago más amable con la diversidad, más humana y más diversa”, expresa la Dra. Loncon.