Con una alta convocatoria en el Salón de Honor y el Salón Víctor Jara de la Universidad de Santiago de Chile, el lunes 28 de abril se llevó a cabo la jornada “Tapiwe Gülamtuwün”, instancia conmemorativa por los 200 años de la firma del Tratado de Tapiwe, acuerdo celebrado en 1825 entre el Estado de Chile y el pueblo mapuche. La actividad fue organizada por la Facultad de Humanidades de la Usach, a través de sus Departamentos de Historia y Educación, en colaboración con la Universidad de Los Lagos, la Universidad de La Frontera y la Universidad de Chile.
La conmemoración se desarrolló en dos bloques temáticos -uno en la mañana y otro en la tarde-, los que abordaron las implicancias históricas y educativas del tratado, promoviendo un diálogo reflexivo desde la academia, las comunidades y las organizaciones mapuche urbanas.
Durante la apertura, la académica Dra. Elisa Loncón contextualizó el sentido político y simbólico de esta conmemoración, destacando que el Tratado de Tapiwe representa un hito dentro de los 110 parlamentos sostenidos entre los siglos XVI y XIX, en los que se consolidaron formas de cocreación normativa entre el Estado y el pueblo mapuche. De estos, 64 fueron celebrados entre mapuche y la corona española, y 46 entre mapuche y el Estado de Chile.
“A 200 años creemos que es importante resignificar la historia, porque es parte de la historia de Chile y del pueblo mapuche (...) Es muy importante enfatizar la vocación de diálogo y de alta diplomacia del pueblo mapuche, que no tiene nada que ver con esta versión que han instalado de ser un pueblo agresivo”, enfatizó.
Uno de los compromisos más relevantes del tratado de 1825 fue la garantía de educación pública para el pueblo mapuche, un principio aún pendiente de pleno cumplimiento, pero que cobra actualidad ante la necesidad de desarrollar políticas interculturales en las universidades públicas.
En esa línea, el rector Dr. Rodrigo Vidal reafirmó: “Me toca ponerme al frente y decir que soy consciente de que nuestra casa de estudios también tiene una deuda en esta materia. Por eso el artículo 8 de nuestro nuevo Estatuto Orgánico sostiene que el pluralismo debe ser uno de los principios que guíen el quehacer de la Universidad de Santiago de Chile. Espero que este evento nos permita trazar una trayectoria que nos encamine hacia el reconocimiento pleno de derechos del pueblo mapuche”.
También en la apertura, la decana de la Facultad de Humanidades, Dra. Cristina Moyano, destacó: “Hoy, al conmemorar el Tratado de Tapiwe, firmado el 7 de enero de 1825 entre el director supremo Ramón Freire y el longko mapuche Juan Mariluán, no solo dirigimos nuestra mirada hacia el pasado, sino que reafirmamos un compromiso institucional con los principios de respeto, reconocimiento y justicia social. No se trata de integrar lo diverso a una matriz dominante, sino de construir espacios horizontales de diálogo en los que las voces históricamente excluidas sean escuchadas y valoradas como interlocutoras plenas”.
Por su parte, Álvaro Morales Marileo, director nacional de Conadi, expresó: “El único secreto para poder cambiar lo que hoy día nos separa es la educación desde la cuna. Permitir que se abra nuestra lengua y que se haga carne en nuestras costumbres. Chile es un arcoíris y los colores los ponen los pueblos indígenas. Ese arcoíris tiene que ser reconocido, protegido y promovido hacia el futuro, y esa labor tiene que permear el sistema de educación formal”.
Voces desde las universidades y los territorios
Durante la jornada de la mañana, la mesa redonda “Universidades públicas y políticas hacia los pueblos originarios” reunió a las(os) académicas(os) Simona Mayo (Universidad de Los Lagos), Osvaldo Curaqueo (UFRO) y Verónica Figueroa Huencho (Universidad de Chile), quienes abordaron los desafíos y proyecciones de una educación superior con pertinencia intercultural. La instancia fue moderada por el académico FAHU Pedro Canales y concluyó con una intervención artística de la cantautora mapuche Daniela Millaleo.
“La transversalización del conocimiento propio de los pueblos originarios es un desafío común, no solo para las universidades estatales, sino para todo el sistema educativo y formativo del país”, enfatizó Curaqueo.
Durante la tarde, el foco estuvo en la dimensión histórica y educativa del tratado. En el Bloque 1, moderado por la periodista y académica Paula Huenchumil, participaron el historiador Fernando Pairican, la investigadora Margarita Calfio y representantes de centros ceremoniales urbanos, como Lafken Kolimanke, guardiana del Guillatuwe Lof Rengka. Se discutió sobre el rol de la mujer mapuche, las formas organizativas y la continuidad de las prácticas ceremoniales en contextos urbanos.
El Bloque 2 estuvo dedicado a las implicancias en la educación, con ponencias de Iván Coñuecar, longko de la Comunidad We Folilche Amuleaiñ e integrante del Instituto Autónomo Mapuche; Carolina Sandoval y Ximena Fucha, de la Escuela Quilacahuin de Osorno; y la académica Jaqueline Caniguan, quien abordó los desafíos que enfrentan los estudiantes indígenas en la educación superior.
El cierre de la jornada estuvo a cargo de Xochitl Inostroza y representantes del Comité por Palestina Usach, destacando la necesidad de extender los principios de justicia, diálogo y autodeterminación a todos los pueblos oprimidos.
De esta manera, la instancia “Tapiwe Gülamtuwün” no solo fue una conmemoración histórica, sino también un espacio político, educativo y cultural que busca proyectar nuevas formas de convivencia y reconocimiento desde la institucionalidad universitaria. En palabras de Lafken Kolimanke: “Los parlamentos y los tratados internacionales son la vía para reducir esa violencia humana que nos está destruyendo como especie... y a lo más sagrado que tenemos: nuestra madre tierra”.