Durante el segundo semestre de este año, más de 200 estudiantes de establecimientos vulnerables de nuestro país, participaron en el Programa de Acompañamiento y Acceso (PACE) y en el “Propedéutico Nueva Esperanza, Mejor Futuro”, cuyo fin es brindar herramientas que promuevan un acceso efectivo e inclusivo a la Educación Superior. La iniciativa que nació bajo la premisa que los talentos están democráticamente distribuidos en la sociedad, se basa en que el buen desempeño escolar es más decidor que el resultado en la prueba de selección universitaria, para enfrentar una trayectoria académica exitosa.
Durante el segundo semestre de este año, más de 200 estudiantes de establecimientos vulnerables de nuestro país, participaron en el Programa de Acompañamiento y Acceso (PACE) y en el “Propedéutico Nueva Esperanza, Mejor Futuro”, cuyo fin es brindar herramientas que promuevan un acceso efectivo e inclusivo a la Educación Superior. La iniciativa que nació bajo la premisa que los talentos están democráticamente distribuidos en la sociedad, se basa en que el buen desempeño escolar es más decidor que el resultado en la prueba de selección universitaria, para enfrentar una trayectoria académica exitosa.Para el director del Programa de Acompañamiento y Acceso (PACE) y unos de los cofundadores del Propedéutico de nuestro Plantel, Máximo González Sasso, la prueba de selección universitaria (PSU) no es un indicador que sopese de forma cabal, las capacidades que tienen los estudiantes para enfrentar la Educación Superior.“Nosotros sabemos que la trayectoria escolar de los jóvenes, es el mejor predictor de éxitos en la universidad. Donde surge lo dramático es que siendo la PSU un instrumento de selección, se ha ligado a mi juicio perversamente calidad con ranking”, dijo el director del Propedéutico.En ese sentido ejemplifica que, durante el proceso de admisión 2014, de los 3 mil quinientos establecimientos que presentaron postulantes, casi el diez por ciento no registró estudiantes aceptados.Sin embargo, Máximo González estima en que aquellos colegios que no consiguieron matriculas, primó la discordancia entre los contenidos medidos por la PSU y los adquiridos en los establecimientos, que muchas son inferiores a los mínimos determinados por el Ministerio de Educación.En ese sentido, el Propedéutico abre un camino para que las y los jóvenes que les gusta estudiar, “superando la barrera que por mucho tiempo fue la prueba de ingreso a la universidad, debido a que lo que hace, en general, es medir los contenidos que les enseñan a los chiquillos en los colegios de alto índice de vulnerabilidad los que, por lo general, son inferiores a los contenidos mínimos obligatorios que impone el ministerio”, enfatiza Máximo González.El ProPATDurante la IX versión del Propedéutico, participaron cincuenta jóvenes de colegios vulnerables del país, quienes se unieron a los doscientos tres del PACE. Dicha interacción forjó una modalidad pionera, desde que en 2007 se iniciara el programa, dando vida al ProPAT (Propedéutico y Preparación Académica Temprana del PACE).Mientras al Propedéutico, ingresa el diez por ciento superior del ranking de notas de los establecimientos participantes; al PACE, lo hacen mediante una convocatoria a estudiantes de tercero medio.Los liceos que formaron parte del Propedéutico 2015 fueron el Colegio "Cardenal Carlos Oviedo Cavada", de Maipú; el Liceo Poeta Federico García Lorca, de Conchalí; la Escuela El Llano, de Maipú; el Liceo Tecnológico Enrique Kirberg, de Maipú; el Liceo “Reino de Dinamarca”, de Maipú; el Liceo José Ignacio Zenteno, de Maipú, y el Liceo “Alcalde Gonzalo Pérez Llona”, de Maipú.Por su parte, los que participaron en el PACE 2015, fueron del Centro Educacional Municipal "Dr. Amador Neghme", de Estación Central; del Liceo Polivalente "Guillermo Feliú Cruz", de Estación Central; del Centro Educacional Pudahuel, de Pudahuel; del Complejo Educacional "Pedro Prado", de Lo Prado; del Liceo Industrial "Presidente Pedro Aguirre Cerda", de Rancagua; del Liceo "Profesor Misael Lobos Monroy", de Graneros; del Liceo "Alberto Hurtado Cruchaga", del San Francisco de Mostazal; del Liceo "Elvira Sánchez de Garcés", de San Francisco de Mostazal; del Liceo Polivalente A-119, de Talagante; del Instituto Superior de Comercio "Eliodoro Domínguez Domínguez", de Santiago; del Liceo "Santiago Bueras y Avarias", de Maipú; y el Centro Educacional Técnico profesional, CETP, de Maipú.El futuroEl académico Máximo González observa con optimismo el futuro, pues la creación del PACE- en base a la experiencia del Propedéutico- demostró que éste como medida, fortalece el acceso inclusivo y gratuito a la Educación Superior, y por lo tanto merecía ser replicada como una política extensiva al resto de la sociedad Chilena.“Es súper valioso pensar que una determinación de la Universidad, que nació como voluntad de sus autoridades superiores, se haya convertido después de ocho años en una política pública", reflexiona.Agrega que durante el exitoso proceso, que cuanta a su haber con alrededor de trescientos setenta estudiantes que entraron al Programa de Bachillerato de nuestro Plantel, se ha consolidado un equipo de profesionales que refuerzan con especial dedicación materias esenciales como matemática, lenguaje y gestión personal.En ese sentido “el desafío cada vez es más grande, porque este año llevamos a cabo, desde el punto de vista del PACE, un plan piloto que considera cinco universidades del país: la Católica del Norte, la de Antofagasta, la Federico Santa María, la Católica de Temuco y la de Santiago de Chile”, explica Máximo González.Además, para el 2016 se vislumbra el aumento a doce planteles, por lo que para el académico, el próximo año implicará un reto mayor.“Nosotros tenemos siempre el entusiasmo y de alguna manera la experticia para poder enfrentar las situaciones que se vayan enfrentando”, concluye.