Acabar con la “cultura del despilfarro de agua en Chile”, proponen expertos en Recursos Hídricos de la U. de Santiago en el marco de la celebración del Día Mundial del Agua, que se celebra desde el 22 de marzo de 1993 por designación de la Asamblea General de las Naciones Unidas, con el fin de llamar la atención sobre la importancia del agua dulce y la defensa de la gestión sostenible de los recursos hídricos.Según cifras que revela el académico del Departamento de Ingeniería Química, Dr. Aldo Saavedra Fenoglio, actualmente cerca de un 65% del territorio nacional se ve afectado por sequías y desertificación. De la cifra se desprende que de un total de 346 comunas en el país, cerca de 80 se encuentran en categoría grave, sin disponibilidad de agua para consumo humano. En tanto, 6 mil hectáreas al año se pierden en el país por la desertificación.En palabras del académico, quien también participa como expositor en la Comisión Permanente del Senado para modificar el Código de Aguas, “las cifras revelan que existe un problema grave. Se mencionaba hace unos meses atrás el caso de Chiloé, donde incluso camiones aljibes reparten agua para la población, situación que debería ser resuelto de manera integrada. A mi juicio, se toman decisiones equivocadas, creo que hay que establecer una condición centralizada, formando un Ministerio del Agua, que ya existe en otros países y podría resolver de manera más racional el problema”, explica.Según argumenta el académico, actualmente las instituciones que regulan y trabajan en el área poseen 100 o más niveles de decisión, no bastando a su juicio medidas sectoriales, a niveles de intendencias, gobiernos regionales o municipios. Propuesta de desalinización El experto en recursos hídricos, desalinización y tratamiento de aguas para su consumo, Dr. Aldo Saavedra Fenoglio, sostiene que con medidas de cuidado básico del recurso, tales como no dejar grifos abiertos, y racionalizar el uso del agua, se podría generar un 50% de ahorro.Sin embargo, las condiciones actuales revelan que existe abundante agua en el sur y poca en el norte, zona que según el experto requiere miles de metros cúbicos para la industria minera diariamente, sector industrial que debe desalinizar el agua de mar.Para combatir el estado de desertificación que aumenta en el país, y que mantiene a 80 comunas en estado grave, el académico propone establecer políticas de desalinización. “Creo que es un tema país, en el cual el Estado debe involucrarse, haciendo análisis serios, poniendo los recursos que sean necesarios, para dotar de plantas desalinizadoras desde la cuarta región al norte”, sostiene.Actualmente la empresa Aguas Antofagasta tiene en ejecución 2 plantas de tratamiento que producen cerca de 120 mil metros cúbicos de agua al día, alimentando a toda la ciudad. Mientras que en el mundo hay 150 países que operan bajo esta modalidad, entre ellos, Arabia Saudita, que depende básicamente de agua desalinizada, utilizando un 85% para consumo humano.El académico proyecta que con colaboración del gobierno, en los próximos dos años se podría desalinizar cerca de un millón de metros cúbicos de agua diarios, lo que podría resolver la situación que afecta al norte del país. Mientras que en el caso del sur, el académico llama a propender el ahorro y captar aguas lluvias de manera más eficiente a través de tranques. Cambio Climático y Energías Renovables Según el académico del Departamento de Ingeniería en Obras Civiles, Carlos Reiher, en el caso de la región central efectivamente se está produciendo un cambio climático importante con menor presencia de lluvia en algunos años, y otros con eventos de mucha intensidad de precipitaciones. Mientras que en la zona norte, explica que el avance de la desertificación tiene un gran impacto humano en cuanto al uso de suelos.Al respecto, el experto propone la importancia de ordenar la ocupación territorial. “Esta desertificación no solo caerá en el norte, sino que además podría tener efectos en otros lugares del país. Por ejemplo, los incendios forestales, en donde no se toman resguardos necesarios y que provocan deterioro irreversible del suelo. Considero importante prever qué ocurrirá con el cambio climático a nivel nacional. Probablemente la condición que se está produciendo en el altiplano, provocando importantes inundaciones en Perú, podría ser parte del nuevo escenario del clima para el norte de Chile”, sostiene.En cuanto al anuncio realizado recientemente por el Ministro de Energía, Andrés Rebolledo, quien sostuvo que al año 2050 se espera obtener un 70% de generación eléctrica en base de energías renovables, teniendo en cuanta que el año 2016 un 30% de la generación eléctrica fue por hidroelectricidad, el académico sostuvo que podría ser una potencial actividad económica. “Creo que están sentadas todas las posibilidades para que nuestro país pueda llegar a esa condición de generación de energías renovables, porque tenemos todos los recursos en la zona sur del país”, indicó.Sin embargo, llama a la necesidad de abastecer al país. “Lo que debemos hacer hoy es reducir drásticamente las pérdidas que existen en las redes de agua potable; optar por tecnologías de riego más eficiente; en cuanto a las industrias que usan recursos en el norte, utilizar más recursos del mar. Hoy están las condiciones naturales en Chile para generar energía hidroeléctrica, pero las empresas han reducido sus inversiones por las tarifas del mercado, que creo debe ser regulado”, explica. Fenómenos naturales y abastecimiento Para el Académico de la Escuela de Arquitectura, Jonás Figueroa Salas, la importancia del debate debe estar vinculado a reflexionar sobre el sentido práctico y racional que se le debe otorgar a los usos del agua, teniendo en cuenta las expresiones de cambio climático que afectan al país, por ausencia de agua, en el caso se sequías, o exceso, en el caso de aluviones, asegurando que las justificaciones dadas por las empresas concesionarias “no se ajustan a las tecnologías disponibles y las obras requeridas para asegurar un abastecimiento seguro”.Según explica el académico, por cada milímetro de agua lluvia que cae en la ciudad, se podrían abastecer las necesidades de 1 día de consumo de los habitantes de Santiago de Chile, cifra que multiplicada por una jornada de lluvia podría convertirse en una eventual reserva alternativa.Pese a los recientes anuncios realizados por el Gobierno sobre la aprobación de una ley para 2 millones de beneficiados con agua potable rural, y a que se concretarán 14 microembalses, para el académico faltan iniciativas de reserva.En palabras del experto en urbanismo y recursos hídricos, “la visión trágica y lamentable que vimos en febrero por temas vinculados a la alta turbiedad del agua, en donde la empresa Aguas Andinas paralizó el abastecimiento de agua potable, otorgando una medida transitoria de emergencia de colocar pequeños bidones en lugares públicos para la comunidad, no se puede repetir”.A juicio del docente, se deben fijar nuevas fuentes de abastecimiento como es el caso de reservorios en plazas. “Propongo que las plazas sean grandes reservorios subterráneos de agua, que puedan ser utilizados en estos cortes que se harán cada vez más frecuentes. Creo que las autoridades deberían ser más estrictas con las empresas abastecedoras de este servicio y acordar con ellos medidas con el fin de asegurar un servicio continuo y seguro, que se les exija a estas empresas que inviertan, por las ganancias que reciben que son cuantiosas”, sostiene.
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Investigadores de la Universidad coinciden en que es necesario considerar, al menos, cuatro aspectos para hacer frente a las demandas actuales del sector con el fin de aumentar la actividad económica del país y contrarrestar los efectos negativos de la desertificación y sequías, que afectan actualmente a un 65% del territorio nacional.
Redacción