El profesor Gabriel Salazar Vergara no tiene claro cuál fue la petición específica cuando en 2010 le pidieron hacer un libro sobre Diego Portales. Lo que si recuerda es que se encontraba “investigando otros procesos que pasaban por la época de él, entonces tenía mucho material y era evidente que se podía derribar el monstruo”, explica.
Es así que en “Diego Portales. Monopolista, sedicioso, demoledor” (Editorial Usach, 2da edición, 2019), el Premio Nacional de Historia revisa y cuestiona los hechos históricos que rodean al personaje, tributando a la escasa literatura que tensiona la figura del que se ha dicho que es el creador del Estado y del orden público chileno, en un gesto que busca resignificar su figura ante la ciudadanía actual.
En ese sentido, la publicación toma fuerza en el momento constituyente que vive el país. “Si la sociedad civil lo conoce bien (a Portales), a fondo, como debiera ser, se va a desilusionar y va a descubrir que no se puede confiar en estos grandes personajes sino sólo en sí mismo, es decir, en la misma soberanía ciudadana”, remarca.
Sobre la visión crítica de la obra, el coautor de La Historia Contemporánea de Chile, asegura que en comparación con otras publicaciones dedicadas al exministro , esta “es una crítica más a fondo de la que lanzó (Sergio) Villalobos, que se dio cuenta de este problema. (…) Yo lo presento como el tirano que fue y que hundió la posibilidad de que la ciudadanía, de ese tiempo, lograse construir un Estado de acuerdo a lo que ella necesitaba y quería”.
-Entonces, ¿qué personajes deberían ser más visibles en la historia de nuestro país?
-Creo que hay que develar el verdadero sentido político de Manuel Rodríguez, que se le ha presentado como el guerrillero que engañó a Casimiro Marco del Pont, un personaje de película (ríe). Fue el único que estudió en la Universidad, era abogado, profesor universitario, procurador del Cabildo y era político, de ahí el conflicto que tuvo con Bernardo O’Higgins, que en rigor no era político; era un militar que traía un proyecto desde afuera.
Lo mismo con Ramón Freire. Un general que a través de O’Higgins ganó todas las batallas menos la última (ríe), la de Lircay, pero en todas las demás venció. Por eso era amado e idolatrado por sus soldados, por los artesanos y los pueblos de provincia. Él fue un demócrata convencido: dos veces lo nombraron director supremo y la dos veces abdicó. Quiso entregar el poder para no aparecer como el gran dictador. Era un demócrata. Incluso (Diego) Barros Arana critica a Freire por dejar vivos a sus enemigos. Los dejó en libertad, por lo tanto en libertad de acción contra el mismo.
Ficha técnica:
Autora y autor: Gabriel Salazar Vergara
Editorial: Universidad de Santiago de Chile
Año: 2019 / 2a Edición
Número de Páginas: 119
Te invitamos a ver el video donde el profesor Gabriel Salazar nos presenta “Diego Portales. Monopolista, sedicioso, demoledor”:
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En “Diego Portales. Monopolista, sedicioso, demoledor”, el Premio Nacional de Historia revisa y cuestiona los hechos históricos que rodean al personaje, tributando a la escasa literatura que tensiona la figura del que se ha dicho que era un gran estadista, como también creador del Estado y del orden público chileno.
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