En la ceremonia, a la que asisiteron autoridades,académicos, familiares y amigos de los estudiantes, la decana de la Facultad de Ciencias Médicas, Dra. Helia Molina Milman, expresó su orgullo hacia las nuevas enfermeras y los nuevos enfermeros, pues “representan sin duda el principal objetivo que tenemos como Facultad y Universidad, que es formar personas, generar recursos humanos de la mejor calidad para nuestro país. Formar trabajadores de la salud que no sean solamente competentes en lo técnico, sino también, personas que sean capaces de entender al ser humano en su contexto holístico”.
Rocío Núñez, directora de la Escuela, en tanto, señaló que el sello de la profesión está en que “comprendemos la Enfermería centrado en lo humano, conectada con las necesidades sociales de nuestras comunidades e inserta en la realidad con la red pública de atención de salud. Este es un legado que debemos cuidar y transformar, porque cuando ustedes ejercen su profesión construyen su Escuela”.
En esta misma línea, María Angélica Baeza, presidenta del Colegio Nacional de Enfermeros y Enfermeras de Chile, instó a las y los egresados a sumarse a los nuevos desafíos del país en materia salud. “La digitalización de la salud, la tele-enfermería y los cambios en la regulación en el área de la salud como es el código sanitario, allí las y los enfermeros de las viejas y nuevas generaciones, tenemos una enorme responsabilidad en la tarea de asegurar, proteger y proyectar los espacios que legítimamente a lo largo de la historia han ocupado profesionales enfermeras”, afirmó.
El discurso en representación de la generación egresada, estuvo a cargo de Catalina Campos y Camilo Espinoza, quienes repasaron los grandes desafíos que sortearon durante el proceso de formación de esta nueva generación de profesionales. "Sin duda este camino ha sido agitado, duro y de gran sacrificio, pero siempre tuvimos una palabra de apoyo y gente brindándonos buenas energías, en este recorrido complejo en el que si no tienes agallas y apoyo suficiente es fácil caer", expresó Espinoza.
Por último, se sumó la presidenta del Centro de Estudiantes de la Enfermería, Bárbara González, quien despidió a sus, ahora, excompañeros dejándoles la clara misión de mantener el sello de responsabilidad y compromiso social que tiene la Escuela. “Somos distintos porque no creemos en la lógica numérica en salud, para nosotros las personas no son números, son un mundo lleno de historia y vivencias, somos raros para este sistema, pero orgullosamente raros (...) para Chile somos esperanza y fuerza de cambio, para nuestros pacientes somos vida y luz en momentos de oscuridad, porque la enfermería cambia vidas”, finalizó.