Próximamente la Universidad de Santiago de Chile enfrentará el último y más importante desafío de este 2020: la acreditación institucional. Este proceso le permite a la Institución demostrar su compromiso con la calidad, basada en la excelencia, la diversidad y la transformación social.
Se trata del cuarto proceso de acreditación y, en este, nuestra Universidad busca mostrar que ha construido una cultura de calidad que la lleva a evaluarse permanentemente, generar una oferta académica pertinente, entregar mejor formación académica, desarrollar investigación de frontera y vincularse con la ciudadanía.
En este contexto, el área de Postgrados cumple un rol fundamental, ya que a diferencia del periodo de acreditación anterior, ahora existe la Vicerrectoría de Postgrado (VIPO), cuya implementación en 2018 logró consolidar el trabajo del área y los avances son evidentes.
Ejemplo de esto ha sido la puesta en marcha, en los últimos años, del Plan de Fortalecimiento del Postgrado, con el que se ha reforzado el mejoramiento de calidad y acreditación de la oferta vigente, así como también la optimización del manejo y gestión curricular y administrativa de los planes de estudio e implementación de infraestructura.
Para el vicerrector de Postgrado, Dr. Cristián Parker Gumucio, los avances obedecen a un trabajo conjunto entre Rectoría, Prorrectoría, Facultades, Departamento de Calidad y Acreditación, y el equipo de la VIPO.
"Hoy día se le está sacando mucho más partido a la excelencia que podemos ofrecer, a través de una serie de fortalecimientos, ordenamientos, mejoras en calidad y reestructuración de nuestra oferta en magíster, doctorados y especialidades médicas", destacó.
Calidad de los programas
En 2019, nuestra Universidad formalizó los procesos de revisión, tras la aprobación de la Resolución N°614. Su objetivo es evaluar la calidad de un programa respondiendo al nivel de cumplimiento de los estándares de calidad determinados por la Comisión Nacional de Acreditación (CNA). Asimismo, se establece un ciclo de mejoramiento continuo de todos los planes de estudios.
"La existencia de un acreditador externo, en este caso de la CNA, eleva los parámetros de excelencia que debe tener la Usach", sostuvo la autoridad de Postgrado.
No obstante, el vicerrector Parker precisó que si no existiera, la Usach tendría que poner el requerimiento porque "estamos viviendo en un mundo cada vez más tecnificado, y más competitivo, donde la Universidad de Santiago debe modernizarse constantemente. Y uno de los factores claves en este proceso de modernización son los sistemas de calidad".
Oficialización de Unidad
La formalización de la Unidad Funcional de Coordinación Curricular de Postgrado, llegó a subsanar los problemas que se detectaron en la sistematización y el mejoramiento de la gestión curricular, y de la información de estas temáticas.
A juicio del vicerrector Parker, esto "nos pone frente a un postgrado ordenado, con información que corresponde, pertinente y al día".
En esa línea aclaró que "no es que exista un registro curricular distinto al registro de toda la Universidad, sino que ahora hay un subsistema específico para esta área".
La creación de la Unidad centralizará la información, pero al mismo tiempo trabajará descentralizadamente con el conjunto curricular de las Facultades, para que el postgrado en su registro académico y curricular, dé cuenta de toda la información que es necesaria para llevar adelante la progresión de los estudiantes.
El Centro de Estudios de Postgrado y Educación Continua (Cepec), fue otro de los avances institucionales del área. "Es una aspiración de muchas unidades que tenían posibilidades de mayores espacios para desarrollar programas que están buscando atender una demanda de diplomados y magíster profesionales, sobre todo, y que no tenían suficientes salas de clases, recursos e infraestructura", aseguró el Dr. Parker, enfatizando que se trata de un "polo de atracción interesante desde el punto de vista de la oferta formativa, del capital humano avanzado y de vinculación con el medio".
Revisa en el siguiente video la forma en que participó el estudiantado de postgrado en el proceso de autoevaluación institucional: