En un encuentro de reflexión realizado por el Instituto de Estudios Avanzados (IDEA), orientado a editoriales, académicos, lectores y escritores, todos los/as actores involucrados/as en la creación, producción y lectura, coincidieron en que los flujos de consumo han cambiado, ya que los índices de lectura están evolucionando positivamente sobre todo entre los niños y jóvenes, contrario a las cifras que muestran que Chile no es un país lector.
Alrededor de un centenar de personas, entre jóvenes lectores, académicos, escritores y editorialistas asistieron el pasado viernes 27 al coloquio “Nueva literatura, nuevos lectores” organizado por el Área de Extensión y Vinculación con el Medio del Instituto de Estudios Avanzados (Idea) de la Universidad de Santiago, el Sistema de Bibliotecas Públicas de Providencia y el Centro de Investigación y Estudios Literarios CiEL.La primera mesa fue moderada por la profesora del diplomado en Literatura Infantil y Juvenil del Idea, Claudia Andrade, donde los y las protagonistas de estos nuevos espacios dieron a conocer, desde su propia experiencia, el lugar que cumple lo literario en sus vidas.Escuchar a los lectoresLa representante de la Editorial SM Chile, Catalina Echeverría, resalta la importancia de este tipo de encuentros, porque según sus indicadores han visto un “importante incremento de producción de obras para el público lector joven”.“Los nuevos lectores juveniles están en la vanguardia: establecen qué obras sobresalen y cuáles no, porque finalmente son ellos los que dirán hacia dónde se dirigirá la nueva literatura juvenil”.Esta última idea de su exposición fue coincidente con la opinión de la escritora y periodista Francisca Solar, quien sinceró sus miedos al publicar, porque “hoy día el poder lo tiene la gente, ya no lo tiene la editorial, ya no lo tiene el escritor como era hace décadas”. Hoy en día la industria está corriendo en círculos alrededor de ustedes, para saber qué es lo que quieren”. Eso significa que los escritores deben tener lazos abiertos y canales de comunicación con sus audiencias, para estar sondeando constantemente los intereses del público, aunque “es imposible preverlo”.“Los adultos no tienen nada que hacer acá”. Así de drástico fue el profesor de Lengua Castellana y Académico, Hugo Hinojosa, al momento de analizar lo que está ocurriendo con la literatura para jóvenes y agrega que “estamos completamente desligados del proceso lector de los estudiantes, porque los jóvenes son los que están decidiendo qué leer y cómo hacerlo”.“En Chile, los profesores estamos atados de manos: en primer lugar, por los planes y programas y en segundo término, porque la lectura se muestra como imposición”, se lamenta el profesor.El fenómeno booktuberHay que poner atención a los “booktubers”, llamados la nueva crítica, por su innovadora forma de comentar los libros, pero también porque sin (necesariamente) tener una formación experta en lingüística y literatura, son capaces de describir, comentar, recomendar y trasmitir las emociones que los hace sentir la última nueva lectura que los atrapó.Es por ello que especial mención merecen los jóvenes booktubers, Ignacio Rebolledo del canal Libros Inmortales; Sthephanie Veas del canal Bitácoras de Lectura y Yesenia Chávez y Vanessa Henríquez, representantes de la Comunidad los Juegos del Hambre Chile, que participaron de la segunda mesa de debate moderada por Muriel Riveros, periodista y egresada del Diplomado en Literatura Infantil y Juvenil de IDEA.A modo de conclusión, la encargada de Extensión y Vinculación con el Medio y jefa de Educación Continua de IDEA, Carmen Gloria Bravo, recalcó los aspectos compartidos por los y las expositores, como el cuestionar los indicadores que hablan de las bajas tasas de lectura entre los jóvenes, y la apuesta por la vitalidad de un segmento que cuenta con la buena salud de los escritores, de las editoriales y sobre todo de los propios lectores niños y jóvenes.