Ética profesional, normas jurídicas sobre derecho de autor, cooperación y lealtad en la traducción profesional, nuevas tecnologías, fueron algunos de los temas abordados en la jornada realizada recientemente.
Contribución al desarrollo cultural, regularización de los intereses de la profesión, y generación de nexos entre estudiantes y profesionales de la traducción, fueron los ejes centrales del III Congreso de Traducción e Interpretación “Trabajar conectados en la era digital”, realizado recientemente por el Colegio de Traductores e Intérpretes de Chile, COTICH (Ex AGTS), en conjunto con la carrera de Lingüística Aplicada a la Traducción de la Facultad de Humanidades de la Universidad.Esta actividad, realizada en nuestra Casa de Estudios, incluyó ponencias y talleres prácticos en los que participaron los más de 200 asistentes.En la jornada se debatieron, entre otros temas, la cooperación y lealtad en la traducción profesional, la ética profesional y normas jurídicas sobre derecho de autor. Asimismo, talleres de herramientas libres para la traducción, de revisión y edición de textos al inglés, y traducción audiovisual, fueron algunos de los ejes de trabajo que articularon ambas jornadas."El Congreso nació como una necesidad de vincularnos con el medio, con el ámbito académico y compartir experiencias respecto a la incorporación al mundo laboral", explicó la presidenta de Cotich, María Eugenia Poblete, agregando que "esta es una instancia de conocimiento para nutrirnos, porque los estudiantes necesitan saber sobre el escenario laboral, y como Colegio nos interesa que la formación esté respondiendo a las requerimientos del mundo real y con los estándares exigidos para los profesionales".La dirigente especificó que el Congreso se abocó al análisis de las tecnologías y la vinculación del traductor con éstas, “ya que permanentemente estamos hablando de un profesional que trabaja en red, que a veces no conoce a su cliente. El escenario ha cambiado, ya no se está frente a una máquina de escribir y rodeado de diccionarios, vivimos en una adaptación constante a la tecnología".En tanto, para Christiane Nord, traductora con formación en la Universidad de Heidelberg "la profesión ha cambiado debido a las nuevas tecnologías, pero yo no tengo el pesimismo de algunos que ven que ésta terminará con la traducción. Ha cambiado el modo de ejercer esta profesión, pero para bien".La destacada profesional agrega además que, "el traductor es un mediador cultural, responsable, y viable, que se encuentra a un mismo nivel con los otros profesionales que intervienen, por lo que eso es fundamental para que cambie el lugar del traductor, que habitualmente es visto como el último involucrado".Por su parte, la jefa de la Carrera de Lingüística Aplicada a la Traducción de la FAHU, Marcela Contreras, destaca la jornada ya que "las oportunidades de reunirse son muy pocas, entonces la convocatoria de 220 personas refleja la necesidad que tenemos de encontrarnos para discutir los temas que nos preocupan".De igual modo, Contreras enfatiza en la generación de lazos con las instancias colegiadas y otras universidades, puesto que "el traductor, en su desempeño, tiene que trabajar con redes".