Este año el gran desafío para la rama de Tenis de Mesa Usach es lograr medallas en Torneo Nacional Fenaude de la especialidad. El evento se realizará en octubre próximo y la sede será la Universidad de Santiago. Para ello, las selecciones femenina y masculina de la Corporación se están preparando.
El capitán del equipo de varones, Gustavo Castillo Campos, confía en conseguir el primer lugar de la competencia. Antes “de la pandemia teníamos un buen equipo, pero se desarmó cuando volvimos a la presencialidad. En 2023 ganamos la categoría ascenso del campeonato Ligas Deportivas de Educación Superior (LDES) y si lo veo fríamente, creo que tenemos muchas posibilidades de ganar con el equipo que tenemos. Además, estaremos de local, así que con mayor razón”, afirma.
En esa línea, realiza un llamado a la comunidad de nuestra Institución a conocer a las (os) deportistas de la Usach, porque “estamos haciendo esto por nosotras (os), pero también para dejar en alto el nombre de la Usach (…) Sería bonito que nos puedan apoyar, no solo al tenis de mesa, sino a todos los deportes”, sostiene.
Javiera, vida en Alemania y medicina
Gustavo, está en quinto año de la carrera de Medicina. Tiene siete años de diferencia con su hermana mayor Javiera. Ella ha sido su referente desde pequeño. Por eso no fue extraño que la siguiera y se inscribiera en un club de tenis de mesa en la comuna de Macul. A ese lugar, habitualmente acudía el seleccionador nacional disciplinar de la época, quien lo invitó a los siete años a entrenar al Centro de Entrenamiento Olímpico. Así comenzó su carrera.
Recorrido que a los diez años ya lo tenía como seleccionado nacional y dos años después, viajando a Europa. El destino era Alemania. En ese país estudió, vivió y entrenó durante un lustro junto a su amigo y, actualmente, uno de los tenimesistas más destacados del país, Nicolás Burgos.
En esta etapa deportiva consiguió medallas a nivel panamericano y sudamericano, como también clasificaciones a mundiales de la especialidad representando a Chile.
Sin embargo, problemas extra deportivos y físicos lo obligaron a tomar una decisión. “Siempre tuve muchas lesiones, entonces pensé en mi futuro. Si seguía lesionándome constantemente, no podría dedicarme y llegar a un nivel superior. Por lo tanto, preferí optar por estudiar una carrera que me diera una mayor seguridad en el futuro”, recuerda.
En esta parte de la historia, la figura de Javiera vuelve a ser decisiva. Ella estudió medicina y Gustavo le hacía preguntas sobre la materia. Esas conversaciones fueron la base para escoger la misma carrera que su hermana.
Su elección por la Universidad de Santiago, asegura, se debe al perfil de egreso de las (os) estudiantes. “Siento que tenemos algo que quizás no tienen otras universidades, que es la cercanía con las (os) pacientes. Se nos enseña mucho a tener en cuenta todo de las personas. Cómo viven, cuáles son sus condiciones y no solamente atenderlos. Somos reconocidos por eso, por ser los médicos del pueblo”, remarca.
En su rol de estudiante, en estos momentos se encuentra haciendo una pasantía en el Hospital San José en el área de Ginecología, obligación que debe calzar con los horarios de clases y los entrenamientos de la selección de tenis de mesa del Plantel.
“Es difícil el tema de los tiempos; siempre falta. Pero tener la posibilidad de entrenar aquí mismo, hace que no gastemos tanto tiempo en viajes. Además, como deportistas la universidad nos da mucho apoyo: si necesitamos entrenar o ir a algún campeonato, no tenemos mayores problemas”, indica.