Estimaciones indican que la nueva fórmula aumenta significativamente la brecha entre el arancel referencial -monto que cubren créditos y becas- y el arancel real, para algunas carreras con menor empleabilidad y rentas bajas.
A partir del año 2014 el Ministerio de Educación proyecta utilizar una nueva fórmula de cálculo del arancel de referencia para cada una de las carreras que ofrecen las instituciones de Educación Superior. La modalidad incluirá factores como la composición socioeconómica de los estudiantes, los sueldos esperados, la tasa de deserción, la duración de éstas, la empleabilidad y la cantidad de años proyectados para el pago del crédito.Un estudio ligado al Consejo de Rectores, según publicó La Tercera (09/10/2012), calculó el nuevo arancel de referencia para cuatro carreras de distintas universidades tradicionales y privadas, adscritas al sistema único de admisión vía PSU. Las cifras que arroja el documento, según consigna la publicación periodística, aquellas carreras que económicamente resulten menos rentables (bajos sueldos y menor empleabilidad) disminuirán de modo significativo su arancel de referencia -monto que es cubierto por créditos y becas-, aumentando de esta forma la brecha respecto del arancel real que fijan las universidades.Carreras con mejores indicadores presentan una menor brecha entre arancel de referencia y el real. Es el caso de Derecho en la Universidad de Chile, cuyo nuevo arancel de referencia sería de tres millones 18 mil pesos versus los tres millones 762 mil pesos que cuesta realmente. La misma carrera en la Pontificia Universidad Católica tendría un arancel referencial de dos millones 641 mil pesos versus los cuatro millones 130 mil pesos de arancel real.En el otro extremo, está el caso de Periodismo en la Universidad Andrés Bello, con 306 mil pesos de arancel de referencia versus los tres millones 580 mil pesos de arancel real. Psicología en nuestra Universidad, tendría un arancel referencial de de 785 mil 432 pesos versus los dos millones 327 mil pesos de arancel real.Las cifras indican que esta modalidad podría desincentivar, eventualmente, el interés de los postulantes por carreras que ofrecen menores posibilidades para conseguir empleo o un menor ingreso, -por no poder cubrir los aranceles reales con recursos de becas y créditos-, con un consiguiente efecto en el número de matriculados.Voz de alertaEsta situación resulta preocupante para el vicepresidente ejecutivo del Consejo de Rectores, Juan Manuel Zolezzi, quien argumenta que “si el sistema se moviera sólo hacia carreras rentables, se pone en riesgo el concepto profundo de la misión universitaria”.La autoridad sostiene que en la fórmula de arancel de referencia “debe haber un equilibrio entre la calidad de la institución que imparte la carrera y las perspectivas futuras de sus egresados”.“El costo de una carrera no lo define solamente la empleabilidad o la renta futura. Tiene que ver más bien con el nivel de infraestructura, número de laboratorios, número de profesores con postgrados, entre otros factores”, acota.El rector Zolezzi aseguró que no se opone a que los futuros estudiantes de la Educación Superior tengan toda la información disponible para tomar una decisión sobre la institución y la carrera que elegirán, pero criticó que deban decidir en función de los costos financieros de estudiarla.En la nota periodística de La Tercera, el ministro de Educación, Harald Beyer, asegura que con la nueva fórmula de cálculo, “el promedio de los aranceles de referencia se mantendrá. Si el nuevo cálculo es menor que el actual, el arancel será congelado nominalmente”.La autoridad gubernamental desestima los impactos en las carreras que pudieran verse perjudicadas. “Establecimos que las carreras que tienen bienes públicos asociados a ciertos estudios, deben ser financiadas por toda la sociedad a través del Estado y no cobradas a los estudiantes”, aseveró el ministro de Educación.Sistema discriminadorPara el economista y académico de la Facultad de Administración y Economía (FAE), Francisco Castañeda, la nueva fórmula de cálculo de los aranceles de referencia obligaría a los planteles a reducir sus aranceles reales para amortiguar la brecha, cuestión nada simple dada la estructura de costos fijos de las instituciones.A su juicio, los niveles de empleabilidad y de sueldos no dependen exclusivamente de la calidad formativa que ofrecen las distintas instituciones.“Esto depende también de redes sociales y de contacto con las que cuentan los estudiantes y las universidades, que deben ser propiciadas por las autoridades de los planteles mediante convenios con empresas y actividades de inserción en el mundo laboral, pero que, finalmente, producen segregación y estratificación de profesionales universitarios”, comenta el economista.Según Castañeda, el nuevo cálculo del arancel de referencia “tenderá a reproducir las desiguales condiciones de acceso al mercado laboral que ya operan. Esto producirá sólo por este ítem más carga financiera sobre las familias, sobre todo si sus hijos tienen una fuerte vocación por las humanidades y las ciencias sociales”, concluyó.