“Yo postulé a la U. de Santiago, pero no quedé”, planteó entre espontáneas risas, Daniel Daccarett, ingeniero comercial de la U. de Chile, quien expuso sobre “Emprendimiento e Innovación como forma de vida”. En la actividad organizada por el Cedes y Fudea, el destacado emprendedor expresó que su desarrollo profesional ha estado siempre sustentado en una gran confianza en sí mismo y en potenciar sus convicciones. Esa actitud frente a la vida y al trabajo logró transmitirla a quienes participaron en el encuentro.
El 26 de noviembre, en el Salón de Honor de nuestro Plantel, se desarrolló la charla “Emprendimiento e Innovación como forma de vida”, a cargo del destacado empresario Daniel Daccarett (de 48 años).A través de un diálogo coloquial y cercano, el expositor compartió algunos pincelazos de su trayectoria personal y profesional, que lo ha llevado a consolidarse como uno de los emprendedores más destacados del país.“Yo postulé a la U. de Santiago, pero no quedé”, pronunció, entre espontáneas risas, el ingeniero comercial por la U. de Chile, quien fue el encargado de liderar la actividad organizada por el Consejo de Desarrollo Social Empresarial (Cedes) y la Fundación de Egresados y Amigos (Fudea), ambas instituciones de nuestra Corporación, las que durante el año han desarrollado una serie de labores en conjunto para potenciar el emprendimiento dentro de la comunidad universitaria.El encuentro fue presidido por el Vicerrector de Vinculación con el Medio, Dr. Sergio González Rodríguez, quien expresó que “para nosotros es muy importante apoyar instancias que nos ayuden a la reflexión, para así fortalecer un espíritu creativo e innovador dentro de nuestra comunidad universitaria”.Agregó que “más allá del rédito económico, la posibilidad de emprender se ha constituido como un anhelo para la mayoría de la ciudadanía, asociándolo con una nueva forma de comprender el trabajo. De manera más flexible, dinámica y acorde a las exigencias de las sociedades complejas en las cuales nos desenvolvemos”.El evento también contó con la presencia del director de la Dirección de Gestión Tecnológica (DGT) de la Vicerrectoría de Investigación, Desarrollo e Innovación de la U. de Santiago (Vridei), Luis Magne, y el secretario ejecutivo de Cedes, Luis Palma.Tenacidad y corajeDaccarett ha recibido númerosos premios y reconocimientos en el área de emprendimiento durante su trayectoria, tanto de organismos públicos como privados.El destacado emprendedor expresó que su desarrollo profesional ha estado siempre sustentado en una gran confianza en sí mismo y en potenciar sus convicciones.Y esa actitud frente a la vida y al trabajo logró transmitirla a quienes participaron en el encuentro.Se calificó como un estudiante promedio que nunca sobresalió desde el punto de vista académico y que, por ende, no tuvo la posibilidad de acceder a puestos de trabajo convencionales, demandados por las expectativas y exigencias sociales del medio.Su tránsito desde la universidad hacia el mundo laboral estuvo plagado de dudas, cuestionamientos y de una permanente incertidumbre existencial, elementos que lo llevaron a realizar diversas acciones que le proporcionaran algún grado de sentido a su vida.Copero en Miami, cajero en un Big John capitalino o sus pasos como trabajador en el desaparecido videoclub “Errol’s”, más que rememorar trazos de un pasado que se fue, constituyeron pequeñas muestras de cómo Daccarett forjó su propia impronta, caracterizada por una capacidad de resiliencia y tenacidad.Su travesía por Barcelona el año 1992, se constituyó como un punto de inflexión, que dio el vamos a su firma “Globe”.Ahí, Daccarett consiguió la representación de Mobba, empresa española dedicada a la fabricación de balanzas, que contaban con la particularidad de realizar una inédita impresión automática para la época.“Vendí las balanzas en la Vega, a mis papás por su negocio textil y en panaderías”, recuerda con orgullo.Este impulso , que incluso lo hizo arrendar un local en la Vega y otro en Lo Valledor -para comercializar su producto- dio comienzo a un heterogéneo y exitoso modelo de negocios, que hoy lo tiene posicionado como un destacado empresario y emprendedor nacional.A su juicio, su trayectoria tiene poco que ver con factores de azar o fortuna, que muchas veces emergen dentro de estas experiencias.“Las oportunidades uno las busca. Sin excusas y sin construir tus propias barreras”, enfatizó a los asistentes, exhortándolos a insistir una y otra vez en sus proyectos.Esa búsqueda de nichos de negocio lo llevó, por ejemplo, a impulsar desde la masiva comercialización en el país de máquinas expendedoras de bebidas hasta la implementación de la Tarjeta Multivía, utilizada en el Metro de Santiago entre 2003 y 2011 (que antecedió a la actual Tarjeta BIP).Olas y adrenalinaUno de los momentos clave de su trayectoria ocurrió cuando la Fundación Endeavor lo seleccionó para el “Programa Sombras”, que lo trasladó a capacitarse a California, Estados Unidos.En esa perfeccionamiento tuvo la posibilidad de conocer Google por dentro y aprender a fondo sobre emprendimiento.Esta experiencia desencadenó “Producto Protegido”, sistema de seguridad que a través de la marcación, identificación y registro de bienes, busca prevenir el robo y hurto de especies.Dicho desarrollo -que fue vendido por Daccarett hace 5 años- logró un inédito posicionamiento y aceptación social, tanto por parte de empresas privadas como por las instituciones públicas, con quienes ha firmado convenios y planes de implementación; entre ellos, la PDI, el Ministerio Público y una serie de multitiendas.Para lograr esto, el expositor dijo que debió “construir un escudo de acero y perseverar”.Una de las metáforas, que a su juicio ejemplifica de manera clara este planteamiento, puede circunscribirse a la práctica del surf. En él, “tú y tu tabla son uno solo. Cuando te metes en el mar no es para ganarle (…). Las olas son las oportunidades y esa adrenalina es emprender”, enfatizó.Finalmente, Daccarett llamó a los asistentes a tomar resguardo en relación a los desarrollos e innovaciones, los que siempre deberían ceñirse a necesidades prácticas para la ciudadanía, que satisfagan requerimientos más allá de prioridades o intereses que uno pueda considerar pertinente, pero que no tengan mayor impacto en la sociedad.A modo de conclusión, convocó a los asistentes a apropiarse de un anhelo que los motive de manera genuina, dejando de lado barreras y limitaciones que mermen sus propias expectativas.“Lo importante en tenerlo claro y soñar en grande”, concluyó.