Así de clara es esta estudiante de tercer año del Doctorado en Psicología de nuestra Universidad, quien está interesada en el bienestar de los chilenos y chilenas, por lo mismo estudia los rasgos de personalidad como moderadores en la relación entre el bienestar y la salud.
Cuando era adolescente y estudiaba en el Colegio Pedro de Valdivia, Karem Celis tenía clara su preferencia por el área de la salud, pero sólo después de ingresar al Bachillerato en Ciencias y Humanidades en nuestra Universidad, supo con certeza que en la psicología clínica estaba su futuro profesional.Desde entonces, su vida de estudiante de pre y postgrado la ha dedicado al aprendizaje y a la enseñanza. Tempranamente comenzó con ayudantías, como también colaborando en la organización de congresos del área y siendo parte de equipos de investigación y publicaciones. Hoy su nombre aparece junto al de otros investigadores en diez artículos en revistas especializadas.“Mi interés es la investigación y la docencia; quiero aportar a mi país generando conocimiento y luego trasmitirlo a los estudiantes”, advierte más que convencida esta psicóloga clínica, quien tiene especial curiosidad intelectual por el tema del bienestar, de allí que se ha adentrado en el conocimiento de cómo las personas pueden sentirse mejor, ser optimistas y lograr ser felices con sus vidas.Para profundizar esta línea de trabajo, Karem inició su Doctorado en Psicología y el año 2012 obtuvo la Beca para Estudios de Doctorado del Programa de Formación de Capital Humano Avanzado de Conicyt, que financia sus estudios. Por estos días trabaja en su investigación de tesis enfocada en los rasgos de personalidad como moderadores en la relación entre el bienestar y la salud. Al proyectar la sensación de “bienestar” de nuestra sociedad, la doctoranda indica que “en los ranking mundiales Chile sube sus niveles de felicidad, pero en la interacción cara a cara se evidencia que las personas no son tan felices como pareciera”.Sin embargo, explica que “hay muchos indicios de cambio; por ejemplo, ha disminuido el sedentarismo, hay más asociatividad de la población y una tendencia a sumarse a las causas colectivas”. En este sentido, indica que hay estudios que señalan que “el colectivismo es un factor protector, una forma de generar bienestar y ejemplo de ello son las culturales orientales centradas en la vida comunitaria que han mostrado mayores niveles de satisfacción”.En esta línea de reflexión sobre el país y el ámbito científico, esta psicóloga de la U. de Santiago considera que se ha avanzado en los aportes estatales para la investigación; no obstante, estima “que se necesitan mayores incentivos para la ciencias en general”.En su opinión Chile “necesita profundizar sus políticas públicas orientadas a las ciencias sociales, y desde la psicología es tarea nuestra visibilizarnos como actores del progreso del país. Creo que sin las ciencias sociales no es viable un verdadero desarrollo”.Aunque la mayor parte de su tiempo lo dedica a estudiar y enseñar, Karem se distrae con el arte porque le apasiona el cine, el teatro y la pintura, expresiones que -dice- “son mi forma de autocuidado, de enriquecer el espíritu y crecer como persona”.Dentro de sus aspiraciones más sentidas, esta joven psicóloga sueña con tener autonomía como investigadora, liderar un proyecto, colaborar en los procesos formativos de las nuevas generaciones de profesionales de su área y, sobre todo, aportar al país.Finalmente, remarca que fue en esta Corporación donde comprendió a cabalidad el concepto de compromiso país “es decir, entendí que el mundo real no es el de los libros, sino el que está afuera. Esa pasión por mi profesión la aprendí acá”, recalca esta profesional de excelencia, formada con el sello de la Universidad de Santiago de Chile.Por Pilar Reyes