El ingeniero comercial Javier Figueroa es fundador del Comité para la Democratización de la Informática (CDI), entidad que tiene como objetivo promover la inclusión social a través del uso de las nuevas tecnologías.
Javier Figueroa quería volver a Chile. Toda su adolescencia y niñez estuvo radicada en el extranjero, producto del trabajo de su padre en la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Recorrió y se asentó en países como Italia, Ecuador, Brasil y Argentina, pero siempre estuvo presente ese deseo de regresar al país donde nació. El término de su etapa escolar fue una excusa perfecta para iniciar el retorno.En 1992 ingresó a estudiar Ingeniería Comercial en nuestra Casa de Estudios, periodo en que, además, desarrolló diversas actividades de extensión y deporte. Formó parte de la selección de fútbol, participó activamente en talleres folclóricos y fue miembro entusiasta de la Asociación Internacional de Estudiantes de Ciencias Económicas y Comerciales (Aiesec).Su creciente interés por participar en iniciativas sociales, lo convirtió en uno de los responsables de la realización de prácticas profesionales en la Isla de Pascua. En diciembre de 1996, ocho estudiantes del Plantel viajaron a esa isla.Al volver de esa experiencia, el rector de la época, Eduardo Morales, le solicitó liderar la creación de la Fundación de Egresados y Amigos de la Universidad (Fudea), iniciativa que se convierte en su proyecto de titulación.Desde entonces, el joven ingeniero comercial comenzó una búsqueda personal, que lo llevó a viajar a Bélgica, donde paralelamente a sus actividades profesionales, realizó un proceso de meditación en los bosques de ese país, a lo que se sumó el curso El Arte de Vivir, impulsado por la ONG del mismo nombre, dedicada al manejo del estrés.En una oportunidad, mientras meditaba en los bosques, a Figueroa le llamó la atención un pequeño árbol, cuyo tronco, ramas y raíces crecían de forma uniforme y su reflexión fue que él debía crecer del mismo modo.El joven ingeniero decidió regresar a Chile y fundar su propia empresa, una que se destacara por su sello social. En 1999 se asocia con algunos amigos y forma el Comité para la Democratización de la Informática (CDI) en su versión chilena. En 2007 Figueroa consolida su participación en CDI y su objetivo es hacer sustentable esta instancia sin fines de lucro.Campañas y nuevos desafíosRecientemente CDI lanzó la campaña “Gracias por hacer click: Desarrollo tecnológico y equidad”, que -según explica el profesional- tiene como objetivo que las empresas aprovechen su franquicia tributaria para capacitar a sus propios trabajadores o personas fuera de la empresa “a través del precontrato de capacitación”.En tanto, dentro de su trabajo en la ONG el Arte de Vivir, Figueroa lidera un proyecto en La Legua y en Bajos de Mena, tendiente a mejorar la calidad de vida de la comunidad, controlando los estados de estrés.El profesional formuló un llamado a los egresados y estudiantes de la Universidad a crecer de modo integral. “Así como quiero especializarme en Recursos Humanos o estudiar un Magíster, también puedo preguntarme qué estoy haciendo por mi bienestar, por mi salud y por mejorar mis relaciones con quienes me rodean”, remarcó.