Este 2020, en un año de grandes dificultades para la humanidad completa, las universidades han mostrado, una vez más, su contribución a la sociedad.En el contexto de la pandemia, desde la Universidad de Santiago de Chile, plantel con 171 años de historia, hemos respondido al espíritu de nuestra tradición, apoyando al sistema de salud a través de la reconversión de laboratorios de diagnóstico, diseñando y construyendo ventiladores mecánicos, certificando elementos de protección personal y aportando en las políticas de protección y seguridad de la población, entre otras muchas acciones derivadas del conocimiento gestado y creado en nuestra institución.Así, se hace patente, hoy más que nunca, la importancia fundamental que tienen las universidades para el desarrollo del país, y lo necesario que resulta apoyarlas para su desarrollo humano y material. Por esto mismo, no se comprende la disminución en los recursos presupuestados para la Educación Superior en el próximo año, situación que esperamos se pueda revertir en el Congreso Nacional.Nosotros estamos apostando por el futuro. Precisamente respecto a su infraestructura, nuestra casa de estudios se enorgullece en contar que, gracias a una gestión eficiente y ordenada, ha dado pasos agigantados en la renovación de sus instalaciones caracterizada por su alto valor patrimonial.Más allá del icónico planetario que distingue nuestro campus de 37 hectáreas, situado principalmente en el corazón de Estación Central, hoy estamos inaugurando dos modernos edificios que vienen a coronar un Plan de Infraestructura 2014-2019 que permitió un crecimiento de más de 52.000 metros cuadrados. Todo esto, con el propósito de mejorar la disponibilidad y calidad de la infraestructura y equipamiento para el desarrollo de actividades académicas, administrativas y de investigación y, por lo tanto, seguir fortaleciendo nuestra contribución a la sociedad.Los dos nuevos edificios que inaugura la Universidad de Santiago de Chile están enfocados, principalmente, en dar más espacio a las salas de clases. Se trata del edificio de la Facultad de Administración y Economía, que consta de 12 pisos y tres subterráneos, en una superficie de más de 13.100 metros cuadrados, con salas de clases y un auditorio para casi 350 personas; y el edificio denominado “Salas de innovación docente de la Facultad de Ingeniería” que presenta tres subterráneos y ocho niveles de aulas, en una superficie de 10.700 metros cuadrados. Ambas construcciones presentan un innovador diseño que convive con nuestra arquitectura patrimonial, conjugando pasado, presente y proyección al futuro.Este progreso en infraestructura también se refleja en los metrajes destinados a laboratorios, ámbito donde la superficie aumentó más del doble en 2019. Otras remodelaciones importantes son las realizadas en la Biblioteca Central, el estadio y el gimnasio Usach, así como la disposición de nuevos espacios para alimentación. No podemos dejar de mencionar la incorporación del edificio de laboratorios de la Facultad de Química y Biología, otros espacios para el emprendimiento y la innovación, laboratorios de computación, renovación de kioscos, y el proceso de licitación de proyectos para las facultades de Ciencias Médicas y de Humanidades.Con la concreción de todas estas obras, queda de manifiesto que –sin perjuicio de las adversidades– una buena gestión permite a las instituciones estatales y públicas como la nuestra dar grandes pasos en beneficios de sus comunidades y de toda la ciudadanía. Pero al mismo tiempo, este es un llamado a no olvidar a las universidades que, como la Usach, en un escenario tan complejo para todas y todos, han sabido salir adelante, invertir sus recursos de manera responsable y seguir cumpliendo su rol de apoyo a todas y todos los habitantes del país, sin distinciones.
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Se hace patente, hoy más que nunca, la importancia fundamental que tienen las universidades para el desarrollo del país, y lo necesario que resulta apoyarlas para su desarrollo humano y material. Por esto mismo, no se comprende la disminución en los recursos presupuestados para la Educación Superior en el próximo año, situación que esperamos se pueda revertir en el Congreso Nacional.