Son días difíciles para los chilenos producto de la pandemia, pero también para el personal médico de hospitales y clínicas, y en particular para la atención de urgencia. Nuestro reconocimiento es para ellos y ellas que han desarrollado un tremendo trabajo durante la crisis sanitaria ocasionada por el Coronavirus. La doctora Amanda Wosiack Menin forma parte de esa primera línea. Llegó muy joven a Chile en búsqueda de oportunidades laborales y al poco tiempo pudo ingresar a la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Santiago tras su objetivo que era convertirse en médico. Desde el Hospital de la Florida, la Posta Central, y otras clínicas privadas ha luchado en los servicios de urgencias por recuperar la salud de las personas y muchas veces salvar vidas. Su madre, profesora de Educación Básica en Brasil costeó su carrera y orgullosa alcanzó a saber de su titulación, antes de fallecer. Su padre comerciante sigue en ese país y hoy se recupera de COVID satisfactoriamente. Su hermana menor va tras los pasos de Amanda en nuestra Universidad cursando el tercer año de Medicina.
¿Qué te llamó la atención de nuestra Casa de Estudios?
-Nunca pensé quedar en Medicina cuando postulé. Fue una linda sorpresa porque mi sueño se haría realidad. Sabía del prestigio de la Usach como Universidad pública y de gran trayectoria. Aquí comprobé el perfil del egresado; un profesional autónomo, competente, de excelencia, con capacidades para desarrollarse en cualquier área. Me llamaron la atención los campos clínicos que son excelentes, la calidad de los docentes y la parte deportiva que te entrega nuestra Casa de Estudios. Jugué Volleyball en el equipo de Medicina y también en la selección de la Universidad.
Has hecho carrera en el Hospital de La Florida, en la Clínica La Parva y en otros establecimientos de salud, pero desprendo de tus palabras que la Posta Central ha marcado tu vida profesional.
-Sí, he hecho turnos de urgencias también en clínicas, pero la Posta ha sido una tremenda escuela para mí. He aprendido mucho de la medicina de urgencia, que es una especialidad muy linda. Aquí es donde uno se reconecta con la gente que de verdad necesita ayuda. Es muy gratificante. Durante el peak de la pandemia, nosotros básicamente estuvimos solo viendo pacientes COVID. Fueron cuatro a cinco meses con todos los boxes llenos. Tuve que cubrir turnos de colegas que estaban además licencias médicas producto del virus, siquiátricas u otras razones; muchas noches no dormimos nada y estuvimos fines de semanas sin descansar. Fueron meses de un alto desafío no solo para nosotros como médicos y médicas, sino también para todo el personal de salud. Muy complicado.
A la luz de esta experiencia, ¿qué opinas del y la profesional que egresa de la Escuela de Medicina, de la Facultad de Ciencias Médicas de nuestra Universidad?
- Permíteme agregar que la Usach fue el lazo que me unió a Chile, mi segunda patria. Los amigos que conocí en la Universidad se transformaron en mi familia. Me acogieron en navidades, cumpleaños, cuando no podía viajar a Brasil. Hasta en el plano sentimental la Usach tuvo que ver en mi vida. Pololeo hace dos años con un médico titulado de la Usach que trabaja en el Hospital San José donde nos conocimos durante una pasantía. Éramos amigos desde la época universitaria. Esta Casa de Estudios a diferencia de los planteles tradicionales, lleva muy poco tiempo dictando la carrera y a pesar de eso tú hablas de la Universidad en los campos clínicos y todos tienen una muy buena imagen de sus estudiantes. Nos dicen que los internos de la Usach son buenos, están bien preparados, se quedan muchos en el sistema público. Los profesores son excelentes. Los estudiantes de la Usach están dispuestos a todo. Hacen lo que sea para que todo salga bien; para que los exámenes se hagan; para que los pacientes reciban la atención que merecen; trabajan las horas que sean. Son profesionales que no miden esfuerzos, son proactivos y muestran mucho amor por su vocación. En la Usach, de verdad, se ve la vocación de sus profesionales.
Miraba tus redes sociales y sin duda encarnas también el sello Usach de servicio a los demás, porque pese al cansancio de los turnos te preocupas por la comunidad poniendo tus conocimientos a su disposición.
- Eso es parte de nuestro trabajo no solo como médico, sino como ser humano. Si uno tiene algo que aportar al mundo en una situación así, tiene el deber de hacerlo. A través de mis redes sociales quedé a disposición de muchas personas para que me llamaran en caso que tuviesen síntomas de COVID y aclarar sus dudas antes de llegar a un centro asistencial. Ese espíritu de servicio público lo recibí de la Usach, pero también de lo que me inculcó mi núcleo familiar en Brasil. Pusimos mensajes en los ascensores del edificio donde vivo para que me llamaran en caso que necesitaran ayuda y con los vecinos dispusimos de apoyo entregando canastas básicas a quienes más lo requerían.
Amanda sigue su trayectoria profesional sin dejar sus estudios de lado. Recientemente concluyó un Magíster en Salud Pública con gestión en salud y está a la espera de su titulación. Ahora continuará con un Magíster en Epidemiologia. Próximamente espera regresar a la Universidad de Santiago para seguir sus estudios de especialidad formal que estarán ligados seguramente a la cirugía.
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Llegó a Chile cargada con una maleta de sueños, entre ellos aprender español, estudiar medicina y servir a quienes más necesitaran de sus conocimientos. Fue la Universidad de Santiago el nexo que la unió con nuestro país, encontrando en la Facultad de Ciencias Médicas a destacados profesores que guiaron su vocación y hoy se desempeña en la urgencia de la Posta Central en la primera línea de la salud. Hoy conocemos a la doctora Amanda Wosiack Menin.
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