Aunque en tiempos como los actuales, las palabras del gerente de capacidades tecnológicas de Corfo, Fernando Hentzschel, parecen un llamado a marchar, lo que en realidad hizo fue invitar a los investigadores que desarrollan tecnología en el país a conocer de primera fuente los problemas de los empresarios a nivel local.
El joven ejecutivo, egresado de esta Casa de Estudios, señaló que desde su puesto en Corfo conoce bien los instrumentos para potenciar la transferencia efectiva de la tecnología al mercado. No obstante, lo que queda es la cuestión humana
Hentzschel reconoció que entre los empresarios persiste un aire de desconfianza, pero poco a poco, gracias a la notoriedad que han alcanzado los casos de éxito conocidos, los vientos han soplado a favor de descontaminar el ambiente de suspicacias.
Desde su cercanía con el mundo empresarial afirmó que “lo que se critica de la ciencia en Chile es que se hace mucha investigación guiada por la curiosidad”, sin embargo, defiende los avances en ciencia básica, que muchas veces el sector productivo no comprende, porque asegura que sin ella “nada de esto es posible”.
El ejecutivo de Corfo valoró tránsitos como el del Cedenna (financiado por otra entidad pública como Conicyt), por insistir en desarrollar ciencia básica junto con aplicaciones, y también el proceso de acercamiento a los empresarios que comenzó en el Centro con soluciones industriales de base científica.
“Los casos de éxito son los que necesitamos replicar y difundir entre potenciales usuarios o demandantes de tecnología”, agregó explicando que uno de los problemas de la transferencia tiene que ver con la “empaquetabilidad” de la tecnología que se desarrolla en el país, o sea, qué tan reproducible es un producto y cómo llegar a hacerlo comercializable.
“Somos excelentes hacedores de prototipos en Chile”, reconoció, pero alertó que el paso siguiente es más pantanoso aún, a muchos les cuesta moverse y cruzar el umbral “para que el prototipo deje de ser un prototipo”.
Las oficinas de licenciamiento y transferencia son los facilitadores para este proceso, ahí se pueden encontrar los instrumentos para avanzar. Otra instancia es justamente la gerencia de capacidades tecnológicas de Corfo, que Hentzschel lidera y que busca poner a disposición de la industria el conocimiento tecnológico ya instalado en Chile.
Fernando Hentzschel opinó que el trabajo científico tiene tres canales: uno para la ciencia a nivel global, otro tendrá que ser para el bien público, y el final debe comprometerse para mejorar la productividad de Chile.
“La ciencia básica tiene un foco signiticativo y relevante en materia de publicaciones a nivel mundial, está perfecto eso. Pero, parte de esa ciencia también tiene que tener foco en cómo solucionamos problemas de nuestra matriz productiva o de la economía en Chile”.
El ejecutivo consideró que en momentos como los actuales, se abre una oportunidad para ayudar, por ejemplo, a robustecer las empresas pequeñas y medianas con tecnología.
“Hoy las Pymes están escasamente digitalizadas y son súper vulnerables a los movimientos económicos”, destacó mencionando áreas como la automatización, la sensórica y la gestión informática, entre otras.
¿Qué deben hacer entonces quienes desarrollan tecnología? El gerente de capacidades tecnológicas de Corfo, Fernando Hentzschel sentencia: “buscar los dolores, así es como lo llamamos en el mundo de la innovación. Tienen que salir a la calle, ir a sus potenciales clientes, pero no a preguntar qué necesitan, sino a preguntarles ‘cuál es su problema’, porque nosotros, no sólo en el ambiente académico, sino también en los proveedores tecnológicos, somos especialistas en ofrecer soluciones a problemas que (los productores) no tienen”.
El ejecutivo confía en el potencial nacional para generar resultados, “pero tenemos que encontrar cuál es el problema real, o sea, hay que enamorarse del problema y no de la solución. Hay que darle vuelta al paradigma”, precisó.
Hentzschel en su visita al Cedenna estuvo acompañado por Gerardo Gallardo, director de los centros tecnológicos para la innovación y los institutos públicos, Catalina Torres, ejecutiva de los centros tecnológicos y ex alumna del Departamento de Física de esta Universidad, y Mauricio Bulnes, coordinador de los institutos tecnológicos públicos.
“Vimos al menos cuatro proyectos que están absolutamente en la línea de encontrar un camino a la comercialización (…) tenemos que establecer una agenda de trabajo entre el Cedenna y nuestros ejecutivos”, porque los instrumentos para llegar a la comercialización son diversos e incluso cree que se puede hacer un trabajo colaborativo con otros centros para generar soluciones a los grandes problemas del país. Valoró asimismo los avances del Centro en contacto con la industria y espera que haya más ingenieros, científicos y tecnólogos jóvenes dispuestos a trabajar en este tipo de desafíos
“Ha sido también súper interesante la reconversión de algunos investigadores hacia problemáticas más aplicadas, ver cómo desde su competencia y su saber, pueden aportar a desarrollar una matriz productiva más diversificada, más robusta, más limpia”, concluyó.
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En visita al centro de nanotecnología Cedenna en la Usach, el gerente de capacidades tecnológicas de Corfo, Fernando Hentzschel se refirió al desafío que tienen quienes desarrollan tecnología para relacionarse con las empresas y generar confianza.
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