La Escuela Internacional de Desarrollo Sustentable y Economía Circular de la Facultad de Ingeniería realizó el seminario “Construir una economía diferente: las brechas entre economía circular y el desarrollo sustentable en Chile”, que fue moderado por su director, Dr. René Garrido Lazo.
El conversatorio se centró en la posibilidad de construir una nueva economía, a partir del cambio desde una economía lineal a una circular, donde estuvieron presentes las visiones de la Academia, del sector público-privado y de la sociedad civil, a través de interacción con la audiencia.
A modo de introducción, el académico del Departamento de Ingeniería Geográfica y director de la Escuela Internacional, Dr. René Garrido, instaló la necesidad de trabajar bajo la agenda 2030 para el desarrollo sostenible. Para ello, según relató, es necesario identificar y abordar los problemas ambientales más relevantes de nuestro tiempo.
En su análisis, señaló que la situación mundial actual ha reflejado la debilidad de los sistemas económicos tradicionales, ya que muchos países han entrado en recesión y otros en importantes crisis climáticas. En este contexto, instalar la discusión sobre la preferencia del uso de energías renovables y no renovables es fundamental puesto que, según su visión, estas son usadas como moneda de cambio para el progreso.
En la actualidad, Latinoamérica y nuestro país en particular han adoptado marcos normativos para instalar la economía circular como alternativa para el desarrollo sustentable, sin embargo, para el Dr. Garrido, hay que cuestionarse si son suficientes; si la población depende de leyes para generar cambios y también, si tiene el mismo impacto proponer la misma hoja de ruta en distintos lugares del país.
De esta forma, se dio paso a la presentación del antropólogo Mario Radrigán, académico de la Facultad de Administración y Economía Usach y director de Ciescoop, quien abordó principalmente los alcances de la economía social y solidaria, también denominada “tercer sector”.
En la práctica, esta definición corresponde a organizaciones sociales, sindicatos, comunidades y asociaciones indígenas, asociaciones gremiales, corporaciones y fundaciones, organizaciones comunitarias, cooperativas, sociedades mutuales, entre otras.
En ella, según explicó el especialista, “existe una primacía del ser humano y del objeto social sobre el capital. Se entiende que este es un medio que tiene que estar supeditado a las decisiones que tomen las personas, con el fin de mejorar su bienestar”.
Asimismo, en su exposición señaló que a nivel mundial existen 1.200 millones de socios en cooperativas y 400 millones de socios de empresas mutuales. “En total, 1.600 millones de personas están entregando bienes y servicios a sus socios, prácticamente a la mitad de la población del planeta”, explicó.
En cuanto a cifras nacionales, según un estudio de la sociedad civil en Chile del año 2016, del Centro de Políticas Públicas de la Universidad Católica, se vio un total de 230 mil organizaciones de este tipo, versus los resultados del año 2005, que mostraban la existencia de solo 106 mil.
Estas organizaciones trabajan en función de lograr un desarrollo sustentable y sostenible para sus territorios, considerando también que el producto de sus empresas debe ser repartido de manera equitativa.
Por su parte, Agustín Correa, gerente de nuevos negocios de Triciclos S.A y académico de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Católica, abordó la experiencia de esta organización en torno al fomento de una economía circular.
“Nos hicimos conocidos por la operación de puntos limpios, que son estaciones abiertas al público, en donde se reciben todo tipo de materiales reciclables, se promueve educación y un soporte para los usuarios”, dijo. Este modelo partió hace ocho años y en la actualidad, cuenta con servicios de consultoría en Ecuador, Uruguay, Paraguay, Argentina, Bolivia, México y Costa Rica, y operaciones en Chile, Brasil y Colombia.
Según explicó, “el 38% de las emisiones pueden ser reducidas si adoptamos un esquema circular de producción y mantención en el mundo de las construcciones. Asimismo, se podría reducir el 70% en las emisiones referidas a los transportes y también algo muy importante, se podría reducir el 49% de las emisiones asociadas a los sistemas de comida y pérdidas subyacentes a esto”.
Lo más relevante –dijo- es eliminar el concepto de basura y de desperdicio, porque “bajo la lógica de que los residuos no son basura, estos se pueden transformar en insumos. Además, es importante mantener los productos y materiales en el máximo nivel de servicio y regenerar los sistemas naturales”. Para ello, algunas alternativas son remanufacturar, reusar, mantener, prolongar y compartir.
Por último, el Seremi de Medio Ambiente de la Región Metropolitana, Diego Riveaux, aclaró que las medidas que se toman en este ámbito son a largo plazo, por tanto, su implementación va más allá del Gobierno de turno. Sin embargo, agregó que desde el Ministerio de Medio Ambiente se está trabajando una hoja de ruta hacia la economía circular, “en todos los ámbitos que tienen que ver no solo con la generación de residuos y la disminución de ellos, sino también en que la economía se genere de una manera distinta”.
En ese sentido, han establecido dos metas para el 2040, que contemplan al menos un 60% de reciclaje y que exista un máximo 10% de residuos que lleguen a rellenos sanitarios.
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El director del Centro Internacional de Economía Social y Cooperativa (Ciescoop), Dr. Mario Radrigán, Agustín Correa, gerente de nuevos negocios de Triciclos S.A y Diego Riveaux, Seremi de Medio Ambiente de la Región Metropolitana, abordaron alternativas para una economía sustentable y consciente del medio ambiente.
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