Este miércoles 11 de marzo se cumplen dos años desde que Sebastián Piñera asumió por segunda vez la Presidencia de la República. De acuerdo a El Mercurio, en las invitaciones enviadas desde La Moneda para asistir al acto se conmina a participar, también, de la celebración por los 30 años desde la vuelta a la democracia en Chile.
Al respecto, cinco analistas políticos de la Universidad de Santiago realizaron un balance de la gestión del Mandatario y evaluaron los desafíos de una administración que ha enfrentado las demandas sociales emanadas tras el “estallido social” que se inició el 18 de octubre del año pasado.
“Gobierno fallido”
El sociólogo, analista político y académico de la Facultad de Administración y Economía (FAE) de la Usach, Alberto Mayol, reconoció que Piñera fue elegido Presidente en las urnas, pero sostuvo que su Gobierno ya no puede ser considerado como tal, porque no tiene la capacidad de “conducir los destinos del país”.
“Los Gobiernos pueden cometer errores graves, pero no pueden perder la conducción del proceso político. La actual administración no tiene conducción alguna y, por lo tanto, es un Gobierno fallido”, recalcó.
A su juicio, el principal desafío de La Moneda en los dos años que le quedan es, simplemente, llegar al final de su mandato. “Al Presidente le queda convertirse en un firmador de documentos o debe buscar un mecanismo para permitir su salida”, indicó.
El peor desde 1990
Para el doctor en ciencia política y Director de la Escuela de Periodismo de la U. de Santiago, René Jara, a juzgar por las cifras de aprobación en las encuestas, “no hay ninguna duda” de que el Gobierno de Piñera sería el peor desde la vuelta a la democracia.
“Me parece que es en la gestión de esta crisis donde su desempeño parece absolutamente deficiente”, consideró. “Esta ‘revuelta’, que está lejos de extinguirse, mostró de manera elocuente los puntos débiles del aparato político y de orden, poniendo en tela de juicio la propia capacidad del Estado para dar respuestas a las demandas sociales”, agregó.
El experto en comunicación política insiste en la “ineptitud” del Gobierno para restablecer el orden público, lo que ha terminado provocando violaciones a los derechos humanos. “Luego del 18 de octubre, la pregunta es si hubo un Gobierno o si todo el proyecto y el programa comienza a desmoronarse. Tuvieron que pasar varias semanas, sino meses, para que el Gobierno pudiera razonar con más calma e intentar reconfigurar su proyecto a la luz del nuevo escenario. No está claro que esto sea posible y menos aún que tenga un buen futuro”, consideró.
“El Gobierno más corto”
Para el académico del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) de la Usach y doctor en ciencia política, Raúl Elgueta, más que señalar si es un Gobierno bueno o malo, lo importante es que se trata “del más corto, en el sentido de que el Presidente, a pesar de la intención de aparecer más en la prensa y realzar la figura de la primera dama, no está llevando la agenda política relevante”.
A su juicio, la agenda de acuerdos en el Congreso y la agenda social “se empiezan a desdibujar porque los actores políticos están más preocupados de alinearse en torno a la cuestión constituyente. La gran mayoría de la coalición gobernante está más preocupada de defender el modelo que al Gobierno”, sostuvo.
En ese sentido, consideró que “en los hechos, no está gobernando” y pronosticó un peor futuro para La Moneda en caso que se apruebe la opción de realizar una nueva Constitución en el plebiscito de abril. “Esto podría implicar la renuncia de muchos ministros y diputados, que intentarán dar la pelea en este otro espacio (convenciones). Así, el Gobierno irá diluyéndose aún más porque los escenarios de negociación se van a debilitar y serán más vertiginosos de cara a la discusión constituyente”, explicó.
“Al debe”
Pamela Figueroa, cientista política, académica de la Usach e integrante de la Mesa Técnica para una nueva Constitución, evaluó que “el Gobierno está al debe y parece renunciar tanto a su obligación de garantizar el orden público como al respeto irrestricto a los derechos humanos”.
Para la analista, las administraciones gubernamentales deben ser evaluadas no solo por su apoyo en las encuestas, sino también por su capacidad de gobernar, lo que se traduce en su facultad de implementar políticas públicas, responder a las demandas de la ciudadanía y aprobar legislación acorde a su programa.
“En eso, el Gobierno de Piñera ha sido bastante deficiente”, insistió. A su juicio, el principal desafío del Mandatario ahora es asegurar las condiciones para la participación en el plebiscito del día 26 de abril, para que las personas puedan ejercer su derecho democrático en un contexto de orden público, pero que atienda las “libertades políticas necesarias”.
La “fragilidad” de la democracia
Finalmente, la economista y académica de la FAE de la Universidad de Santiago, Marcela Vera, señaló que la cantidad de personas heridas tras protestas en el marco del estallido social terminan revelando “la incapacidad del Gobierno de generar políticas adecuadas para canalizar las demandas y revelan la fragilidad del concepto de democracia en Chile, que no alcanza a cubrir a sectores que se están expresando abiertamente”.
Para Vera existe una intención explícita en celebrar el aniversario del Gobierno en conjunto con los 30 años desde la vuelta a la democracia en el país. “Hay una condición necesaria para que el Gobierno pueda continuar y no llamar a elecciones anticipadas y esa es la defensa de la democracia. La vinculación entre los 30 años y el aniversario del Gobierno tiene que ver con afianzarse en un lugar institucional que asegure su continuidad”, concluyó.
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Cinco analistas de la Universidad de Santiago calificaron la gestión del Presidente Piñera como un Gobierno “fallido”, el peor desde 1990, que “no está gobernando” y que, por lo mismo, está “al debe”. Concluyen que lo que ha terminado haciendo es demostrar “la fragilidad de la democracia”.
Redacción
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