En seminario organizado por la Facultad de Ingeniería, representantes de la cuprífera estatal se refirieron a las implicancias del nuevo proyecto para la explotación subterránea de la mina Chuquicamata y que supone nuevas competencias y retos para sus operadores y profesionales.
El decano de la Facultad de Ingeniería, Juan Carlos Espinoza, señaló que al igual que el proceso de transformación que vive la minera, la Facultad se encuentra revisando y modernizando el perfil de los nuevos ingenieros que serán formados por nuestra Universidad con parámetros de clase mundial, y que deberán dominar junto a las habilidades blandas, las técnicas.
“Las Universidades deberían incorporar habilidades de liderazgo positivo y de crecimiento, pero no en el último año, sino desde el comienzo; porque en la realidad, no todos los problemas son técnicos”, señaló el director de Servicio a las Personas y Logística de Codelco Chuquicamata, Marcelo Velásquez.
El Seminario La Gran Minería de Codelco-Chuquicamata y su relación con la Universidad de Santiago de Chile, trajo hasta el Salón de Honor, dos conferencias ofrecidas por representantes de la estatal que presentaron algunos desafíos de esa empresa y, con ello, de la industria minera en general, y que podrían significar nuevas competencias para los ingenieros del futuro.El director de Innovación y Tecnología de la Gerencia de Desarrollo de Minería Subterránea de Codelco Chuquicamata, Edison Pizarro, presentó la ponencia Proyecto Chuquicamata Subterránea, una Mina del Siglo XXI, donde dio a conocer cómo el actual rajo a cielo abierto será explotado, a partir de 2019, de una manera inédita para el norte de Chile.Edison Pizarro explicó que desde hace algunos años, el principal rajo abierto para la explotación de cobre de la Región de Antofagasta (que el próximo año cumple un siglo y que por sus dimensiones podría ser el más grande del mundo) ha bajado la calidad del mineral extraído, desde una ley que alcanzó en su mejor momento un porcentaje superior a 1%, pero que actualmente sólo llega al 0,7% de cobre,con indicios de seguir a la baja.Junto con ello, los gastos que implica el desplazamiento de las operaciones para la extracción dentro del rajo, el consiguiente gasto de energía y luego la contaminación de la zona, han evidenciado que si la mina no cambia su proceso productivo, caerá en números rojos no sustentables.Solución de 40 añosPor eso, aprovechando el conocimiento que la misma empresa posee en otras divisiones bajo tierra, se decidió mutar hacia la producción subterránea, aportando una vida útil de 40 años más, con mineral que promediará una ley del 0.71% de cobre y molibdeno, y que alcanzará una tasa de extracción de 140 mil toneladas diarias.El representante de la estatal explicó paso a paso cómo operará la nueva etapa de la mina, reforzando la necesidad de especialistas en telecomunicaciones, eléctrica, informática, robótica y por supuesto, en minas.No obstante, este megaproyecto implica megadesafíos, no sólo por la forma en que se realizará la explotación, sino por la tecnología que será necesario implementar y administrar, con recursos humanos que también tendrán un nuevo perfil.Los desafíos para el proyecto se orientan hacia la sustentabilidad, proyectando disminuir la cantidad de MP10 en un 97%; preparando trabajadores a través de una alianza con entidades sociales para instalar un Centro de Formación para los operadores y los perfiles laborales que el nuevo rajo subterráneo necesita; haciendo hincapié en los sistemas de mantenimiento, ya que toda la producción de la nueva Chuquicamata saldrá a través de una correa transportadora de varios kilómetros que no puede detenerse; y principalmente, gestionando la cultura del cambio en la empresa, orientada a adaptarse a las transformaciones, algo que hasta ahora ha encontrado mucha resistencia debido a la idiosincrasia de los trabajadores y los sindicatos mineros.Desafío adaptativoPor su parte, el director de Servicio a las Personas y Logística de Codelco Chuquicamata, Marcelo Velázquez, a través de su ponencia Ingeniería de Mantenimiento en Minería…Un Desafío ¿Técnico? se refirió a cómo la gestión en la mantención de equipos y sus procesos sucumbe ante la presión productiva, aspecto que subyace en la cultura organizacional, postergando la vida útil de los equipos y sistemas sin considerar una mirada a largo plazo.El especialista explicó que en Chile, la mantención supone hasta un 40% de los costos de las empresas mineras. Y aunque es una de las áreas sobre las que siempre se espera recortar recursos, no hay una visión estratégica para incorporar una cultura del mantenimiento, sino que más bien se trata de acciones reactivas y medianamente planificadas.Marcelo Velásquez instó a los futuros ingenieros presentes a observar la tendencia mundial en mantenimiento, que se basa en la confiabilidad de los sistemas, que organiza con inteligencia los procesos con alta consideración en los tiempos de mantención, para evitar las emergencias y sus costos asociados.“El rol del nuevo ingeniero, necesita que tenga la expertisseque le da la Universidad, sobre todo en conocimiento técnico. Y segundo, tiene que comprender que los desafíos se trabajan con personas. En algunos casos, esto denota falta de liderazgo para enfrentar desafíos adaptativos”.Por lo mismo, agregó que “las universidades deberían incorporar habilidades de liderazgo positivo y de crecimiento, pero no en el último año, sino desde el comienzo; porque en la realidad, no todos los problemas son técnicos y estos pueden ser fáciles de resolver, pero las soluciones se deben resolver con personas y eso es lo complejo”, puntualizó.El decano de la Facultad de Ingeniería, Juan Carlos Espinoza comparó el proceso de tránsito que está viviendo Chuquicamata con el que está llevando adelante esa Unidad Mayor, orientado a modernizar el perfil de los nuevos ingenieros para el siglo XXI.En esta línea, se refirió a la necesidad de fortalecer el vínculo con los empleadores para estar en permanente contacto, percibir la retroalimentación e incorporar las novedades del mercado, como los aspectos planteados por los conferencistas de este Seminario. Asimismo anunció que actividades similares serán más frecuentes para potenciar esta línea de trabajo.Al encuentro asistieron numerosos estudiantes de los departamentos de Ingeniería Eléctrica y en Minas, junto con autoridades y académicos de esas y otras unidades de la Facultad de Ingeniería.