Gran parte de la donación de textos hecha por la hija del historiador, quedó instalada en la Biblioteca de la Facultad de Humanidades, donde se exhibe una placa conmemorativa, mientras que algunos documentos específicos, quedarán a resguardo de la Biblioteca Central y serán digitalizados para facilitar su uso a investigadores.
La colección de textos y libros del desaparecido escritor Luis Vitale, que fue recientemente donada a la Universidad por Laura, la hija del historiador, ya está instalada físicamente, dejando una gran cantidad de publicaciones a disposición de los usuarios del Sistema de Bibliotecas de nuestra Casa de Estudios.En la biblioteca de la Facultad de Humanidades, ubicada junto al Paraninfo, quedaron albergados oficialmente los textos, luego que al mediodía de ayer, se inaugurara una placa conmemorativa dando cuenta de la colección.El vicerrector de Vinculación con el Medio, Dr. Sergio González agradeció la confianza de la hija del escritor al entregar a nuestra Institución esta herencia de sus padres, ya que la semana pasada se sumaron los libros de su madre a la documentación de la Escuela de Medicina, cuya biblioteca se bautizó con el nombre de “Dra. Micha Lagos”, en su honor.Hogar e identidad“Agradecemos especialmente a la Sra. Laura Vitale por confiarnos parte del legado de su padre y permitir ‘domiciliar’ a sus padres. El concepto de ‘domicilio’ es muy hermoso, trabajado por el filósofo nacional Humberto Giannini, que indica que las personas debemos vivir domiciliadas en un espacio donde nuestra identidad se sienta reconfortada. Y hoy tenemos domiciliada a Laura y a sus padres en nuestra Universidad”, señaló el vicerrector, agregando que aceptar esta donación y conmemorarla con una placa es un ejercicio activo de memoria y presencia académica, que debe nutrir nuestra construcción de presente y futuro.Por su parte, Laura Vitale también se refirió a este nuevo hogar de las obras y libros de su familia. “Las personas, sus ideas y legado deben estar situados en algún lugar, para poder darles identidad y permanencia en el tiempo”, indicó agradeciendo la incorporación de las obras y manuscritos, ya que su padre, que fue profesor de la Universidad Técnica del Estado, siempre gustó de compartir ideas y debatir.“Estoy tranquila, porque las bibliotecas quedan resguardadas y disponibles para su uso. Y que estén en una Universidad pública al servicio de los estudiantes, le hace un gran honor a mi papá”, sentenció.Como receptor de la obra de Luis Vitale, el decano (s) de la Facultad de Humanidades, Dr. Marcelo Mella contó que la totalidad del fondo documental del historiador se dividió en cuatro grandes corpus: el primero, relacionado con la historia de Chile, América y el Caribe, que en la actualidad son libros de muy difícil acceso a nivel nacional; el segundo, con textos de la propia autoría del profesor Vitale, referidos a diversos temas, incluida la poesía que escribió como detenido político; el tercero, correspondiente a revistas, documentación política y folletos que serán protegidos por su valor histórico; y el último, que corresponde a documentación personal compuesta por intercambios epistolares con intelectuales latinoamericanos y otros tesoros, como un texto valioso, el manuscrito de puño y letra de la Historia del Movimiento Obrero, de Humberto Valenzuela.Mella además agradeció la gestión de la académica Ivette Losoya y el estudiante Simón González, por reconstruir la memoria colectiva trabajando en el ordenamiento del material y luego, en la digitalización de los documentos con valor patrimonial, para luego subirlos a un repositorio.La placa conmemorativa quedó instalada al interior de la Biblioteca de Humanidades.