“La U. de Santiago me motivó para servir en la salud pública”

Este profesional de 31 años se tituló hace seis años como médico cirujano por nuestro Plantel, cursó la especialidad de Medicina Interna y actualmente ejerce en la Unidad de Cardiología del Hospital Barros Luco-Trudeau. En este mismo recinto asistencial del sector centro sur de Santiago, el Dr. Nanjarí además realiza labores como docente, ya que está a cargo de la coordinación académica de los internos.

“Si existieran más médicos como él, éste sería un mundo mejor”. La frase es parte de una publicación en Facebook que destaca la humanidad de un joven doctor del Hospital Barros Luco-Trudeau. Se trata de René Fernando Nanjarí Palominos, médico cirujano de 31 años, especialista en Medicina Interna.Nacido y criado en la comuna de El Bosque, el doctor Nanjarí cursó su pregrado en la Universidad de Santiago por recomendación de su madre. “Le hice caso y me encantó este Plantel por su ambiente, los profesores preocupados por uno”, cuenta el médico.Su gusto por esta profesión partió cuando tenía unos 8 años, ya que cuando niño era enfermizo y los hospitales eran una especie de segundo hogar. “Siempre me gustó la prestancia de los médicos y el trato que tenían conmigo, eran muy buenas personas, eso me marcó mucho. Además, después entendí que ellos ayudaban a las personas y podían ver su mejoría”, remarca.Sin embargo, el camino para convertirse en galeno no estuvo exento de dificultades, pues era “un alumno del montón, me iba pésimo. En octavo me empecé a poner las pilas, porque mi mamá me abrió los ojos. Estudié mucho, alcancé un buen NEM y logré entrar a Medicina”.Es hijo de padres separados. Su madre luego tuvo una niña, que actualmente tiene 15 años, y un varón que nació con una compleja enfermedad. Este último falleció hace cuatro años.Servicio públicoPese a su corta edad, el especialista se ha ganado el aprecio de los pacientes, quienes valoran su trato humano y profesional. “Trato de ser siempre humano y acercarme a los pacientes, hablándoles con la intención de que entiendan y escuchando atento sus complicaciones”, sostiene el doctor Nanjarí.Desde que egresó de la Escuela de Medicina de la U. de Santiago e hizo su especialidad de Medicina Interna, el médico se ha desempeñado en la salud pública.En ese sentido, sostiene que un factor fundamental para continuar este camino fue la formación que recibió en nuestro Plantel. “Esta Universidad me motivó a servir en la salud pública. La formación allí hace que te comprometas con los problemas reales del país, es su responsabilidad hacer que te formes más humano”, destaca.Es tal el cariño y aprecio de sus pacientes, que recientemente las hijas de una mujer enferma terminal le dedicaron una publicación en Facebook que se hizo viral. En ella le agradecen el compromiso y disposición con su madre, calificándolo como un “ejemplo a seguir”.“Me sorprendió. Recuerdo que se me acercaron para conversar y comenzaron a hacerme preguntas. Fui muy franco y les expliqué que el pronóstico era malo, y que como familia había que entregarle amor. Ellas quedaron conformes, pero yo intento ser siempre así”, enfatiza el doctor.Así como esta paciente, han sido varios los que han marcado al profesional. Incluso ha asistido al funeral de más de alguno y mantiene el contacto con las familias.“Estos años como médico han sido muy provechosos porque creo que me he ganado un puesto acá en el Hospital. Siento que la gente me quiere y me aprecia”, reflexiona.Sin embargo, Nanjarí es crítico respecto al sistema en nuestro país. “Lamentablemente la salud pública en Chile es para la gente que no tiene recursos, para los pobres”, sentencia.CompatibilidadEn el Hospital Barros Luco, el Dr. Nanjarí se desempeña en la Unidad de Cardiología. En este recinto realiza labores docentes y asistenciales, de lunes a viernes, de 8 a 17 horas.Es coordinador del curso de tercer año de Medicina, dictando asignaturas como Semiología y Medicina Interna I. Además, se encuentra a cargo de la coordinación académica de los internos y pretende seguir la subespecialidad de Cardiología prontamente.Por otro lado, sus labores asistenciales lo mantienen a cargo de una sala y ahí debe dirigir a dos becados, dos internos y cinco estudiantes.  Posteriormente debe efectuar labores de Policlínico.Con el tiempo debió dejar los turnos en el Hospital para dedicarle tiempo a su hija de 5 años, ya que además es el responsable de llevarla al colegio. Junto a la pequeña y a su pareja viven en la comuna de San Miguel. La mujer también es médico y egresó de la U. de Santiago.Sello U. de SantiagoAdemás de la vocación por el servicio público, el doctor Nanjarí sostiene que el sello que caracteriza a los médicos del Plantel es la capacidad que tienen de adaptarse a cualquier escenario.“Como Universidad pública, los recursos escasean, al igual que en el sistema público. Eso te da la capacidad de adaptación, que es muy importante para los médicos, principalmente del sistema público”, recalca.En esa línea, el facultativo agrega que “uno debe desarrollar el sentido de lo público y se vuelve más humano, porque vivimos diariamente la carencia de las personas”.

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