Con un novedoso proyecto orientado a controlar la temperatura en edificaciones, la arquitecta Camila Manfredi se convirtió en una de los cinco ganadores del Primer Concurso de Patentamiento orientado a estudiantes de nuestra Universidad.
En octubre de este año, Camila Manfredi supo que nuestra Institución convocó al Primer Concurso de Patentamiento para estudiantes, y decidió participar con el proyecto final que estaba preparando para terminar el Máster Integrado en Diseño Arquitectónico.“Tenía tres cuartas partes de la memoria escrita y el producto ya estaba estructurado”, cuenta a nuestro diario institucional. El resultado del concurso lo conoció el mismo día que entregó la memoria y supo así que al ser una de las ganadoras, se había adjudicado el “estudio del arte”, es decir, la investigación por parte de un estudio jurídico especializado destinado a constatar si en el mundo existía otro producto con las mismas características que el suyo.Poco después, la respuesta que le envió el estudio jurídico Johansson y Langlois fue que no se encontraron “documentos, ni patentes idénticos al objeto”, es decir, “posee novedad y tiene un nivel inventivo”.Lo que Camila presentó fue un sistema de control de temperatura en edificaciones, útil tanto para edificios ya existentes como para aquellos por construir, y que no afecta su estructura. Es una solución desde la Arquitectura para el país con el fin de contar con “recintos saludables, que disminuyan el gasto energético que actualmente registran en aire acondicionado”.Como en MarruecosLa arquitecta sostiene que el problema de muchas edificaciones en ciudades de nuestro país radica en que “estamos ocupando un sistema constructivo pensado para los países fríos del hemisferio norte, por eso tienen un potencial de captación solar que en esos lugares reduce el consumo en calefacción, pero que en nuestra latitud, con intensa radiación solar, se sobrecalientan”.En opinión de la joven “deberíamos ocupar un sistema constructivo similar al de Marruecos, que se encuentra en una latitud equivalente a la nuestra”. Los referentes del diseño arquitectónico en estas ciudades se basan en el uso de mashrabiya, que es un elemento árabe que protege los recintos de la radiación solar y permite la visibilidad desde el interior.El proyecto presentado por Camila debe ser mantenido en reserva y, por esta razón, ella no entrega demasiados datos, ya que mientras se encuentre en la segunda fase del patentamiento, es necesario proteger su característica de inédito. Actualmente está en etapa de solicitud de la patente, pero el resultado podría tardar entre 3 y 5 años para que el Instituto Nacional de Propiedad Industrial, Inapi, lo apruebe.Participación y guíaComo el proyecto es reservado y es el mismo que la profesional utilizó para egresar del MIDA, su defensa de tesis estuvo marcada por algunas particularidades, como por ejemplo, que el domingo (1 de diciembre) anterior a su presentación ante la comisión examinadora (programada para el martes 3) concurrió a la Universidad e instaló el prototipo de su idea. Ocultó el modelo ubicado junto al edificio de los Laboratorios de Física en la EAO y lo descubrió el martes, sólo para su presentación y una vez concluida ésta, el prototipo fue desarmado de inmediato.La comisión compuesta por Felipe Encina, de la Universidad Católica; Jeanette Roldán, de la U. de Chile; el director del Mida, Rodrigo Vidal; José Luis Salvatierra de nuestro Plantel; y su profesor guía, Ricardo Martínez, inspeccionó el modelo de ejemplo y luego, Camila recibió un 7 como calificación.De su aprendizaje en la Universidad reconoce que hubo influencia positiva del equipo de profesores que la guió en su carrera, como Ricardo Martínez que la asesoró en su tesis, Gastón Herrera que le ayudó con los cálculos para las simulaciones energéticas, e Iván Jiménez, con quien realizó éste y otros prototipos. Además, la joven tuvo una destacada participación en la elaboración del auto Apolo, como integrante del Equipo Solar de la Universidad, conocimiento que aprovechó para el desarrollo de productos.