En el marco de un proyecto Fondecyt de Iniciación, el Dr. Federico Tasca, de la Facultad de Química y Biología, indaga la utilidad de las nanopartículas de aluminio y silicato, presentes en las faenas del norte de Chile, para hacer más “económico, estable y eficiente” el proceso de conversión de energía química a energía eléctrica.
Nuestra sociedad es cada vez más dependiente de la electricidad, recurso que en los últimos años se ha tornado escaso en muchas zonas del mundo. Sin embargo, si hablamos de energía, debemos saber que ésta se encuentra potencialmente en toda la materia. Es la denominada energía química que puede transformarse en energía eléctrica, como sucede en las conocidas pilas comerciales o en las celdas de combustible.En el caso de las celdas de combustible, la energía química viene transformada en energía eléctrica a través de electrodos donde, por ejemplo, en el ánodo se oxida hidrógeno y en el cátodo reacciona oxígeno, proceso que, hoy por hoy, resulta ineficiente y costoso pues requiere el uso de metales nobles como el platino.Con el objetivo de optimizar dicho procedimiento, el académico de la Facultad de Química y Biología de nuestra Universidad, Dr. Federico Tasca, está desarrollando una investigación que propone la incorporación de nanopartículas de los suelos mineros de Chile.Dicha investigación, que contempla una duración de cuatro años, se realiza en el marco del proyecto Fondecyt de Iniciación “Development of Three-Dimensional Nano-Structured Inorganic and Enzymatic Cathodes”.”El académico Federico Tasca señaló que el objetivo del trabajo “es desarrollar un catalizador que sea más barato, estable y eficiente que el de platino, utilizado en la actualidad. Para esto tenemos dos líneas: un catalizador biológico que utiliza enzimas de bilirubin oxidase (enzima que cataliza la reacción química); y un catalizador sintético, que usa compuestos similares a las ftalocianina que engloban metales no nobles como el cobre, hierro o cobalto”.Para incrementar la superficie activa de los electrodos en la transformación de energía química en eléctrica, se manipularán nanopartículas de suelos mineros chilenos, específicamente de aluminio y silicato que, como señaló el investigador, “nunca se habían utilizado antes en investigación electroquímica. Estas, además, son menos costosas de producir, separar y purificar que los nanotubos de carbono, usados actualmente, por lo que tenemos altas expectativas como equipo”.Dentro de las etapas de este proyecto se contempla, en primer lugar, desarrollar la investigación de las nanopartículas, para observar su respuesta como soporte; mientras en una segunda instancia, se experimentará con dichas unidades tanto en el catalizador biológico como en el sintético.“De tener los resultados que esperamos, el proceso de transformación de energía química en energía eléctrica será más barato y limpio que como se lleva a cabo en el presente, por lo que los beneficios, a largo plazo, serán recibidos por toda la sociedad, tal como sucede con la mayoría de los descubrimientos científicos”, destacó el académico Federico Tasca.