Decano de Ingeniería anticipa impacto de especialización de académicos en Alemania

Desde enero y hasta julio de este año se extenderá el “Programa de Perfeccionamiento Académico para el Desarrollo de la Cooperación Universidad-Industria”, del cual participa un equipo de nueve profesionales de la Facultad de Ingeniería de la U. de Santiago en modo semi-presencial. La iniciativa que es financiada por el Proyecto Nueva Ingeniería 2030 y recibe apoyo de Corfo, está a cargo del Science-to-Business Marketing Research Centre, de la Universidad de Münster, Alemania.Tras realizar durante seis semanas trabajo a distancia en Santiago, los académicos viajaron en marzo por un periodo de seis días a Münster, donde realizaron un taller presencial basado en el desarrollo de proyectos de cambio, que fomentan la cooperación Universidad-Industria y la transferencia de Tecnología.A su regreso, el equipo se reunió con el decanato de la Facultad para dar a conocer su experiencia inicial, oportunidad en que plantearon los desafíos que debe enfrentar la Unidad Mayor en el área. Durante el encuentro con los profesionales, el Decano de la Facultad de Ingeniería, Juan Carlos Espinoza Ramírez, sostuvo que el programa “busca fortalecer sus capacidades de emprendimiento, transferencia de conocimiento y tecnología. Nuestra idea es que a través de ellos, al interior de la Facultad y de la Universidad se generen núcleos importantes de difusión y se transmita conocimiento”, explica. Curso de perfeccionamiento La iniciativa surge bajo el alero del decanato de la Facultad de Ingeniería, a través del proyecto Nueva Ingeniería para el 2030, Unidad que convocó a sus académicos por primera vez a fortalecer sus capacidades de emprendimiento, transferencia de conocimiento y tecnología.El “Programa de Perfeccionamiento Académico para el Desarrollo de la Cooperación Universidad-Industria”, se realiza gracias al vínculo que une a la Facultad con Universidad de Münster, debido al marcado sello de investigación, desarrollo, innovación y emprendimiento que posee esta Casa de Estudio.Durante la estadía, el grupo asistió a talleres, visitó el parque tecnológico y laboratorios, junto con observar presentaciones de emprendedores y tener entrevistas con ellos.La primera delegación que participó de las primeras etapas de esta capacitación son los académicos Iván Derpich, Edmundo Sepúlveda, Andrea Mahn, Verónica Yáñez, Pamela Jara, Marcela Jamett, Ismael Soto, y René Garrido. También estuviern presentes Erika Guerra, ejecutiva de Corfo, y Fernando Godoy, subdirector del programa I+D, innovación, emprendimiento, comercialización y transferencia tecnológica del proyecto Nueva Ingeniería 2030.El  programa de Münster se basa en tres etapas: la primera es un kick‐off en Santiago, que se realizó en enero durante cuatro días, más seis semanas de trabajo a distancia. La segunda etapa se trató del taller presencial en Münster, realizado en marzo con una duración de seis días. Actualmente los académicos participan de la tercera etapa que consiste en 16 semanas de trabajo a distancia, más un taller de evaluación final a realizarse en Santiago entre el 24 al 28 de julio. Reunión con decanato Como parte del proceso de avance del programa, los académicos presentaron el trabajo realizado hasta ahora, instancia en que expusieron al decanato, sugerencia de desafíos que podría enfrentar la Facultad en cuanto a mayor vinculación con la empresa.La presentación del programa fue presidida por Fernando Godoy, subdirector del eje I+D, innovación, emprendimiento, comercialización y transferencia tecnológica del proyecto Nueva Ingeniería 2030, quien explicó que “el programa busca capacitar tanto a académicos como a gestores tecnológicos en el desarrollo de proyectos de vinculación universidad-empresa y transferencia tecnológica, de forma de ir fortaleciendo y consolidando estas capacidades en la Facultad y su ecosistema”.Del curso participa Pamela Jara Muñoz, académica del departamento de Ingeniería en Minas, quien propone realizar reuniones de discusión y trabajo en conjunto al resto de académicos de la Facultad para cuestionarse la estructura y mecanismos que podrían modificarse para hacer factible un cambio de enfoque en cuanto a la relación con la industria.En cuanto a su participación en Münster, la académica sostuvo que “para quienes trabajamos en una Facultad que no tiene vinculación constante con la empresa, es clave conocer la experiencia de quienes tienen de entre sus prácticas de enseñanza el realizar trabajos aplicados a la industria; ver qué es posible hacer, y conocer los mecanismos por los cuales ellos lo han logrado. Esto nos permite motivarnos y a su vez motivar a nuestros estudiantes para la realización de actividades de vinculación”, sostiene.Para el académico del Departamento de Ingeniería Eléctrica, Ismael Soto, lo fundamental respecto a la transferencia de este conocimiento es que “surge como una alternativa para el financiamiento de la Universidad y de la Facultad en el mediano plazo, teniendo en cuenta que los fondos en ciencia y en la academia se van a reducir a consecuencia de la gratuidad. Creo que estas capacitaciones también deben llegar a doctores jóvenes que se están incorporando a la academia”.René Garrido, profesor del Departamento de Ingeniería Geográfica, quien ha tenido varias experiencias en el extranjero, indica que “ésta fue una gran experiencia. Llegamos a un ecosistema completamente robusto, que tiene mucha confianza entre la universidad y la industria. Ver que eso es fructífero y prolifera de buena manera te entusiasma, a lo que uno puede hacer y obtener buenos resultados”.