Nuestro plantel avanza en promover los derechos de las personas en situación de discapacidad

Con la reciente creación del Departamento de Formación Integral e Inclusión, perteneciente a la Vicerrectoría Académica, la U. de Santiago reafirma su compromiso en materia de inclusión, permanencia y equidad a nivel institucional. Su directora es la terapeuta ocupacional y académica de la Facultad de Ciencias Médicas, Daniela Alburquerque González, quien sostiene que nuestra casa de estudios tiene “una trayectoria importante vinculada con los estudiantes en situación de discapacidad. Lo que cambia ahora es la institucionalidad para generar una instancia que coordine, apoye y acompañe no sólo a los alumnos, sino que también a las unidades académicas”.

En diciembre del año pasado, la Prorrectoría anunciaba la creación del Departamento de Formación Integral e Inclusión, dependiente de la Vicerrectoría Académica. Hasta ese entonces, el apoyo que entregaba la Universidad a los estudiantes en situación de discapacidad (PARES) estaba inserto en el programa PAIEP. No obstante, las autoridades concluyeron que los temas relacionados con materias de inclusión, enfocados en discapacidad, requerían una nueva mirada.
La encargada de liderar este nuevo desafío es la académica de la carrera de Terapia Ocupacional, Daniela Alburquerque González, quien contará con profesionales salientes de PAIEP.
“Nuestra casa de estudios tiene una trayectoria importante vinculada a los estudiantes en situación de discapacidad. Lo que cambia ahora es la institucionalidad para generar una instancia que coordine, apoye y acompañe no solo a los alumnos, sino que también a las unidades académicas”, que asumen e incorporan a los alumnos a través de las diferentes vías de acceso, señala.
Según la académica, el orgullo que sienten las personas que son parte de la Universidad de Santiago “tiene que ver con su historia, que desde el origen ha problematizado la exclusión social, ha tenido un sentido de lucha por la justicia, la equidad y las oportunidades de las poblaciones que han sido vulneradas”.
Trayectoria
En 1985 nuestra universidad tenía solo un cupo de ingreso para personas en situación de discapacidad y estaba asociado a la Teletón. Posteriormente, el número aumenta a 20 vacantes y luego se oficializa como cupo PARES, donde existe un protocolo de ingreso y una postulación anual.
Con la creación de este nuevo Departamento, el plantel reafirma su compromiso en materia de inclusión, proyectando un trabajo que tiene una larga trayectoria.
De acuerdo a Alburquerque, el principal desafío es generar, en una primera etapa, una práctica de reconocimiento de parte de diferentes unidades académicas y de los dispositivos de la universidad, de que este es un asunto de derechos humanos.
“Acá no hay acto de buena voluntad ni consideración. Esto responde a una Convención Internacional de la ONU, que Chile ratifica en 2008, donde se habla de los DD.HH de las personas en situación de discapacidad. Dentro de esos derechos, está la participación en el mundo académico y universitario”, explica la terapeuta ocupacional.
Para la académica, la Universidad de Santiago requería este Departamento para atender los temas pendientes en la materia, como el ingreso, la permanencia, la modificación de sus metodologías, el acceso a tecnologías de apoyo, etc.
“Desde ahí, nuestra idea es acompañar a los estudiantes, escuelas, carreras y decanaturas para que ellos puedan ir desarrollando sus propias estrategias al incorporar a jóvenes con diversidad funcional”, detalla Daniela Alburquerque, quien lleva 21 años ligada al área de la discapacidad.
“La idea es que toda la universidad se sienta convocada a aportar, porque en la medida que unimos fuerzas, esto realmente es inclusión”, indica la académica. 
Además de los 20 cupos PARES que entrega el plantel de manera anual, este 2019 son alrededor de 76 los nuevos estudiantes que han declarado situación de discapacidad.

 

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