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Josefa Reyes Morales, periodista: “En la Usach aprendí sobre la responsabilidad social”

Josefa Reyes Morales, periodista: “En la Usach aprendí sobre la responsabilidad social”

Josefa Reyes Morales es primera generación de su familia en egresar de la Educación Superior. Recuerda que antes de estudiar Periodismo recorrió las ferias del postulante de varios planteles, pero llegó a la Usach y sintió que la acogieron de inmediato sin preguntarle antes su puntaje en la PSU. Hoy es la encargada de comunicaciones del Colegio Marista Marcelino Champagnat de la Población El Castillo, en La Pintana, y los alumnos agradecen el ímpetu con que llegó a revolucionar su día a día.  

Caminamos junto a Pepi, como la conocen sus más cercanos, por los pasillos de la Escuela de Periodismo y reconoce cambios en la infraestructura. Cruzamos el primer umbral y de inmediato, con una sonrisa, me invita a conocer a Jesús. Se trata del joven que, por años, ha estado a cargo del quiosco de la fotocopiadora. Se estrecha en un abrazo apretado con él y le promete regresar a conversar. Luego, bajamos por la escala que nos lleva a las salas de radio y audiovisual y se reencuentra con Rodrigo Robledo con quien se pone al día de las novedades.

Recuerda su defensa de tesis con emoción porque fue un momento que la marcó en lo que sería su futuro profesional. “Se trató de representaciones sociales del cuerpo gordo en preadolescentes. Es decir, cómo este grupo identificaba ciertos rasgos corporales y hacía una construcción en torno a la belleza y al reconocimiento de sus cuerpos. Ocupé unos capítulos de Los Simpson para forzar el estereotipo corporal y lo evaluamos con un grupo de niños en estado de vulnerabilidad en Puente Alto. Mi nota fue un “Glorioso 7” dijo el profe, y en ese momento entendí que debía enfocarme en los medios de comunicación y la mediación con los pequeños y los adolescentes”.

La estigmatización de la Población El Castillo

Pepi recuerda que estaba tan agobiada antes de la defensa de tesis que apenas dormía y rezaba para que terminara pronto ese proceso. “Le pedía a Dios que me ayudara y me mandara después donde quisiera”. Pasaron tres días y la llamaron del colegio donde actualmente trabaja para informarle que habían recibido su curriculum. “Yo no lo mandé. No se cómo lo recibieron. Me dijeron que tenía el perfil del profesional que buscaban para comunicaciones. Ahí me calzó todo”, expresa.

Este establecimiento educacional de la Población El Castillo pertenece a los Hermanos Maristas. Tenía un déficit de vinculación con la comunidad y necesitaban un profesional que mediara en esa área a través de redes sociales. “No me cuestioné nada. Solo sabía que tenía que hacer un buen trabajo”, relata.

Y así fue, mejoró el uso de las Redes Sociales y con el tiempo armó una academia de audiovisual para que los niños se expresaran en un espacio que no tenían. “Ellos usan celular y hacen videos todo el día. No era difícil que se sumaran al proyecto. El primer año fueron 6; luego 40. Así comenzamos a generar contenidos para la página web del colegio que cuenta con 2.370 alumnos”.

 ¿En plena pandemia armaste un proyecto de radio también, y por eso entre otras cosas fuiste nominada al premio de Egresada de Excelencia en nuestra Universidad, ¿no?

_ Si, quise vincular a los niños con la comunidad. La iniciativa surgió de la necesidad de conectar a las/os estudiantes que tienen un acceso limitado a Internet, porque El Castillo esta estigmatizado como una zona roja y así entregar clases durante la emergencia sanitaria a través de la radio. Ahora estamos con una academia de periodismo. La población tiende aislarse de todo y siento que tienen que salir de eso. Para ello, deben darse cuenta de todas las cosas buenas que hay en esta comunidad. El tema es cómo lo entregas, y la respuesta es a través de las comunicaciones. Los rectores creyeron en mi y en mi idea, y hoy Periodismo es clase obligatoria en el colegio. Todas y todos los estudiantes son periodistas por un día, hacen noticias, reportean, transmiten el contenido que ven en las salas transformándolos a las distintas plataformas… Es una traducción del aprendizaje del aula simplificada a la comunidad. Este es mi gran proyecto, que lo quiero como a un hijo.  Ya a cuatro años, veo el resultado en los jóvenes que van saliendo del taller, conversan sin miedo con las personas que no son del territorio, antes no era así, costaba mucho; tienen iniciativas sociales de apoyar causas a través de las comunicaciones, con sus habilidades adquiridas… Siento orgullo de ellos. 

Nos comenta también del proyecto de integración comunicacional con familias haitianas en el colegio, que busca traducir toda la información escolar a Creole y así puedan usar las plataformas. Los mismos estudiantes con familias haitianas colaboran con esta traducción y los hace ser más partícipe de la información y referentes dentro de su comunidad.

Sin embargo, es enfática en señalar que “no podemos normalizar lo que nos pasa en La Pintana. Hay toda una población que no tiene Internet, elemento básico para lograr conectarse con el mundo, porque algunos piensan que son malos o se roban las cosas. ¿Dónde está la integración?, se pregunta.

¿Algunas/os estudiantes ya han seguido tus pasos hacia la Educación Superior?

_Llevamos dos generaciones de egresados y tenemos casos de jóvenes que siguieron las comunicaciones en la Universidad. Uno estudia periodismo y una ex alumna Publicidad; otros se decidieron por otras carreras, pero siempre llevan el lenguaje audiovisual a sus clases, al desarrollo de sus trabajos. Es un plus de formación que les entregamos conjuntamente con las habilidades blandas.

Junto a Pepi seguimos caminando por la Escuela de Periodismo y recuerda los periodos de paralización estudiantil que vivió. “Habían causas que valían la pena”, remarca. De pronto se detiene, golpea la puerta e ingresa a una oficina. Saluda cariñosamente a Vanessa Ferrada, secretaria de la Dirección de Carrera y sus ojos buscan rápidamente a Marisol Campos, secretaria de la jefatura de carrera, a quien abraza con emoción. “Es que ella nos solucionaba todos los problemas que teníamos”, afirma. Luego subimos al segundo piso y se reencuentra con su profesor de Metodología de la Investigación, Pedro Reyes y con Iris Colil, profesora de fotografía, quienes le comentan que una de las demandas estudiantiles de antaño se hizo realidad y su rostro se ilumina de alegría y orgullo.

 ¿Qué sientes cuando caminas por estos pasillos y te reencuentras con tanto afecto académico y de las funcionarias?

_La Usach fue muy importante para mí. Aprendí mucho de lo técnico, pero también de habilidades humanas que sirven para mi trabajo: ser receptivo, amable, tener un buen trato para las/os otras/os, es un sello que me entregó mi Universidad. Vuelvo a vivir la solidaridad de mis compañeros, la amabilidad de los académicos y la preocupación de las secretarias y tías/os del aseo por saber cómo me sentía. Pienso en Jesús, Sergio, en la Mary (a quienes abrazó antes) y se me llena el corazón de amor, son emblemáticos para mí en esta Escuela. Tengo que mencionarlos. Te reitero, aquí aprendí a tener responsabilidad social. Uno se transforma en un profesional que debe a ocupar sus habilidades para hacer de esta una mejor sociedad. Lo que hago es porque lo aprendí aquí en la Usach y hoy, le doy continuidad en el colegio en el que felizmente trabajo.

Karina Cisterna, Ingeniera Civil Industrial: “la Usach aporta un pensamiento crítico sistémico distinto a otros planteles”

Karina Cisterna, Ingeniera Civil Industrial: “la Usach aporta un pensamiento crítico sistémico distinto a otros planteles”

Situémonos en abril de 2020, pleno periodo de pandemia; una etapa en que muchos negocios se fueron literalmente a pique, salvo aquellos que se reinventaron. Karina Cisterna Muñoz había fundado cinco años antes un exitoso emprendimiento: AHA Inclusión, una consultora en la que asesoran a empresas para la Gestión Cultural de Inclusión de personas de distintos grupos de diversidad, tales como: discapacidad, generaciones, migración, diversidad sexual e identidad de género, entre otros.

Su sueño estaba a punto de perderse a causa de la crisis sanitaria. “Una mañana me di cuenta que todas las empresas nos informaban que los procesos se congelaban. Caminábamos en círculo. Fueron dos semanas durísimas” relata, pero la pandemia también llegó para rescatar los temas de corresponsabilidad y en dos meses, esta ingeniera civil industrial de la Universidad de Santiago revirtió el sombrío escenario y el negocio volvió a surgir, seguramente porque en cada usachino hay un temple y un espíritu tenaz que los impulsa a salir adelante como sea. Aunque suene dura la palabra “somos aperrados”, remarca.

Karina se interesó recién en la enseñanza media por su futura carrera. “Mis padres dieron un verdadero salto al vacío, optando por no llevarme a un colegio técnico y apostando por mi futura educación superior estatal”. Fue una profesora de matemáticas quien la orientó a postular a Ingeniería Civil Industrial y no se equivocó. Años más tarde se convertía en primera generación de su familia en egresar de la Universidad.

¿Por qué elegiste la Usach?

_No sabía mucho en que consistía la carrera, pero me encantó. Mi primera opción fue siempre la Usach, porque tenía buenas referencias cercanas de los profesionales que allí se formaban. Si bien me habían ofrecido una beca en la Universidad Católica considere que no era el Plantel que me representaba. Comencé a averiguar más y percibí en la Universidad de Santiago un tema valórico que estaba más de acuerdo con mis puntos de vista y planteamientos de vida. En el Plantel se formaban ambientes colaborativos con otras carreras. Eso influía en la forma de ir desarrollándote como profesional. Hay un componente técnico y social que va mucho más allá de la formación académica. Nosotras/os debemos pensar cual es nuestro rol en la sociedad, que no es solo ganar dinero, sino cómo impactar a las organizaciones.

Generalmente los años de estudios universitarios están matizados por un componente de reivindicaciones que impactan en los jóvenes. ¿Fue tu caso?

_ Yo venía de una familia muy estricta. Mi papá era militar, pero me gustó mucho el ambiente estudiantil que tenía algo que decir en las calles. Me di cuenta que tenía que ver con una legitimidad de voces, una perspectiva de incorporar demandas sociales que eran justas. Ahí desarrollé mi lado activista que lo mantengo hasta el día de hoy.

Karina terminó su carrera en cinco años. Su hermano seguía sus pasos y los recursos no eran suficientes para que los dos estuviesen estudiando al mismo tiempo en la Universidad. Fue ella, quien con su primer trabajo pudo apoyar las finanzas del hogar. Un profesor le ofreció hacer una pasantía en Codelco, mientras también elaboraba su tesis. Por su buen desempeño se quedó trabajando allí por cinco años, con proyectos mineros en Santiago, Colina y Calama.

¿Cuándo aparece AHA inclusión en tu horizonte?

_La minería era una gran oportunidad económica, me permitió ayudar a mi familia, que mi hermano viajara a Estados Unidos y comprar mi primera casa, como también entender que las regiones están muy abandonadas, pero no era lo mío. Postulé junto a mi esposo, que también es usachino, a una beca en la Universidad de Chile. La ganamos e hicimos un MBA, con mitad de tiempo en Chile y la otra parte en Hong Kong. Tengo doble titulación. Cuando volví al país y con el conocimiento cultural asiático, sentí que la diversidad de las personas me interesaba y ahí nace mi consultora actual. En un café con compañeras del MBA nos sentamos a conversar…yo tenía la posibilidad de volver a la minería, lo intenté de nuevo, pero no me gustó. En 2015 surge AHA Inclusión, la razón por la que he llorado y no he dormido, particularmente en el periodo más duro de la pandemia. Somos una consultora que se dedica a hacer que otras empresas se den cuenta que la diversidad y la inclusión son importantes. Entre capacitaciones, políticas, procedimientos, vamos cambiando la cultura organizacional. Estoy convencida que construimos así un Chile mejor, porque hemos visto los cambios.

AHA Inclusión con sus seis años de vida asesora a empresas de Chile y Latinoamérica, tales como Soprole, IBM, Accenture y Agrosuper. Su trabajo los ha llevado a recibir importantes distinciones, entre ellas el Premio Oro WEPs, iniciativa conjunta del Pacto Global de las Naciones Unidas y ONU Mujeres. Además, cuenta con el Sello Compromiso Migrante, que entrega el Estado de Chile, a quienes destaquen por la inclusión, el enfoque intercultural y la no discriminación en su composición interna, gestión, y relación con el entorno.

“El reconocimiento de la ONU es el que está más arraigado en mi corazón”, sostiene, “hay una deuda importante en temas de género en el mundo. Ese ha sido el trabajo más gratificante”.

Los temas de diversidad y género están muy arraigados en la Usach. ¿Hay algo de aquello en tu motivación por este emprendimiento?

_Estar en la Usach fue un cambio de vida para mí y mi entorno. Ser una mujer desarrollada, contenta con su carrera influye en otras personas, en lo que estamos haciendo en las empresas, en sus cambios. Mi visión es mucho más completa e inclusiva desde que me titulé. Eso ha hecho que pueda retratar de mucho mejor forma lo que significa la diversidad y la inclusión. Si bien el tema se gatilla en Hong Kong por el contraste cultural que viví, valoro los distintos puntos de vista que recibí en la Usach. En otros planteles eso no se ve. Es muy potente. El perfil de la Usach te permite un pensamiento crítico más sistémico, que es muy valorable afuera.  El mundo real no es el de contar con todos los recursos posibles para hacer cosas; tienes que improvisar, gestionar y diseñar, arreglártela como puedas. Eso lo recibes en la Universidad de Santiago y es un sello de nuestra Casa de Estudios, de mi alma máter.

Eduardo Ergas Weisner: Premio a la Excelencia en Vinculación con el Medio, Categoría Impacto Territorial Comunitario

Eduardo Ergas Weisner: Premio a la Excelencia en Vinculación con el Medio, Categoría Impacto Territorial Comunitario

Eduardo Ergas nos recibe en las dependencias de la Casa Museo Fundación Ecoscience Chile, en   Vitacura, un verdadero oasis dentro del mundanal ruido de la ciudad. Es el fundador y presidente de esta entidad que busca crear puentes entre la ciencia y la sociedad.  Ya les contaremos más de eso.
 
Este titulado de Ingeniería Comercial de la Facultad de Administración y Economía, estudió sus primeros años en un colegio privado del sector oriente donde –según declara- no fue feliz. “No era buen alumno, tampoco deportista, me hacían bullying. Lo pasé pésimo”. Tras dar la Prueba de Aptitud Académica -en esos años podías hacer hasta 10 postulaciones- la sexta fue para ingresar a la Universidad Técnica del Estado y optó por Licenciatura en Matemática y Computación, que ya en 1979, contaba con el Departamento más grande de Latinoamérica. “Ahí descubrí un mundo nuevo, variado, irreconocible, con compañeros que amaban las matemáticas, que querían ser profesores. Allí me encontré… sentí que pertenecía a la entonces UTE que dos años después pasó a ser la Universidad de Santiago de Chile”, recuerda.
 
Eduardo es hijo de antropóloga, y conocer a todo tipo de jóvenes, pasando por sus creencias, ideologías, aptitudes y actitudes, hasta la clase social de donde provenían nunca lo había experimentado. “En ese colegio del barrio alto nos vestíamos todos iguales, con corbatita y camisa, pero aquí encontré este mundo tan diferente que me hizo fascinarme por las matemáticas, por la gente y sus motivaciones; además comencé a hacer mucho deporte.  Tuve un montón de amigas y amigos. Luego me cambié a Ingeniería Comercial, convalidé algunos ramos en la FAE y descubrí lo que es la pasión, tal vez la más grande de las fuerzas humanas”, relata.
 
¿Qué te enseñó esta carrera que te transformó en el hombre exitoso que eres actualmente?
 
_Ingeniería Comercial me enseñó a convertir mis pasiones en proyectos y estos proyectos en realidades. Es magnífico. Aprendí a administrar, a hacer flujos… la contabilidad que es tan importante la traspasé a mi hijo cuando apenas tenía 6 años de edad... aprendí a interactuar con profesores, tener opinión y lo segundo es mi grupo de amigos que conservo hasta el día de hoy y con los cuales nos vemos regularmente. Fue una magnífica experiencia.  Si pudiera retroceder el tiempo y me ofrecieran escoger una universidad, no lo dudaría ni tan solo un minuto, porque lo que aprendí en la Universidad de Santiago de Chile, sobre todo en temas humanos, no tiene comparación. El trato con una diversidad de personas, alinear objetivos, cómo buscar los win win, es lo que debería enseñarse en todas las universidades.
 
Se detiene a hablar con cariño de su grupo de amigos “AMICI” de la Facultad de Administración y Economía. Se denominan así por la traducción de amigos en italiano. Son los mismos que durante el último año de la carrera participaron del primer concurso de inversión que hizo la Bolsa de Comercio de Santiago para alumnos universitarios. Obtuvieron el segundo lugar y el premio en dinero lo invirtieron en acciones. Estuvieron tres años juntos y les fue bastante bien.
 
Eduardo tiene una hija cineasta, otra antropóloga y otro que estudia ingeniería física. Desde muy pequeños y pequeñas los expuso también a los fósiles, a las ágatas, a las puntas de flechas, a los insectos, que hoy pueden verse en una de las salas de la Fundación, perfectamente mantenidos y que sobrecogen tan solo al observarlos. “Hemos ido buscando mucho de lo que la vida tiene para dar y generalmente es invisible. A cada persona que trabaja conmigo les regalo una lupa de geólogo. Aprendes a ver lo que es obvio, pero que nadie ve”.
 
Financiando la pasión
 
Tras titularse partió a Europa. Estuvo dos años en Inglaterra haciendo clases de squash; trabajó en el departamento de contabilidad de una importadora de vinos y en Pizza Hut, hasta que ingresó al área latinoamericana de un banco en Londres. “Fue muy importante para mi aprender inglés…debería ser una materia obligatoria”, remarca. De vuelta en Chile siguió ligado a las entidades bancarias durante 13 años. Al poco tiempo de conocer a los fundadores de Endeavor abrieron las oficinas en nuestro país y Eduardo fue su primer presidente, tal vez una de las experiencias más marcadoras de su vida.
 
“Ahí descubrí el valor del emprendimiento que mueve montañas”-dice-. Junto a su mujer se fue a Palo Alto, a Silicon Valley, donde descubrió la ciencia. “Me impresioné al conocer a los científicos, seres humildes con tanto conocimiento, que buscan mejorar el mundo”. Armó un fondo de inversiones en capital de riesgo y bajo el gobierno de Ricardo Lagos fue nombrado director de la Casa de Chile en Silicon Valley. Retorno al país con esta lógica de cambiar las cosas. Creó la Fundación Ecoscience como puente entre Ciencia y Sociedad, y en el horizonte vislumbró la necesidad de que los niños de los sectores rurales conocieran la ciencia, por lo que activó una flota de buses que recorrían Chile. 
 
“La idea era aprovechar el Wow Moment. Ese momento en que las cosas tienen sentido, de un momento a otro.  La ciencia para mí es la forma de pensar en formato de pensamiento crítico, de pensamiento complejo, no lineal … eso era lo que hacíamos, pero con la pandemia se terminó. Impactamos a más de 36 mil niños con 3 mil profesores durante 18 años en un viaje de 1 millón de kilómetros. Además, esta Fundación financió más de 140 proyectos científicos y ecológicos por hasta dos millones de pesos cada uno. “En el periodo de Bachelet 1, por mi interés de traer tecnología e innovación al país me nombraron en el Consejo Superior de la Corfo”, destaca. Hoy lidera un par de importantes empresas.
 
Eduardo, son múltiples las iniciativas que ha emprendido con éxito en su trayectoria profesional, pero también ha dedicado su tiempo a las letras. ¿Qué hay de eso?
 
_Por cada historia de éxito que ves en mí, hay al menos 10 fracasos. El fracaso es parte inherente de la ecuación del éxito. Sí, escribí un libro sobre los alcaldes. Te preguntarás porque me interesé en ellos. Me di cuenta que la persona que más incide en la felicidad de la gente no es el Presidente de la República, ni los legisladores… son los alcaldes. Conocí a muchos todos muy bien intencionados, pero no bien preparados. Cada vez que les insinuaba hacer algún proyecto me recalcaban que no tenían los fondos, entonces decidí escribir este libro sobre 50 casos de éxitos en municipios alrededor del mundo en que no se necesitaba dinero. Después hice otro libro, que no salió a la venta, sobre mi abuela porque marcó mucho mi vida y hace poco lancé mi primera novela, es una novela muy negra y está escrita con seudónimo. Se vende hace más de un año y ya está traducida al inglés.   Mi actual proyecto es convertirla en una película por lo que estoy trabajando en el guión. Ya veremos si funciona.
 
Eduardo Ergas nos abre su corazón antes de finalizar esta entrevista para revelarnos el motor que lo lleva a emprender, en el más amplio sentido de la palabra: En un periodo de cinco años perdió a cuatro personas muy importantes. “Fue una pena devastadora por mucho tiempo, pero me di cuenta que la muerte existe y que llega en cualquier momento. Ha sido una visión que me aportó que no debo dejar nada para el futuro. La vida se trata de ‘hacer’; esto de la película es porque quiero vivir esa experiencia. Estas muertes me mostraron el camino para que la vida tuviese más sentido. Pienso que ni en mis sueños más audaces me habría imaginado lo que la vida me iba a entregar después de vivir el bullying en el colegio y ser aceptado por la comunidad de mi universidad, la Universidad de Santiago de Chile. Hay dos cosas que debieran enseñarse en todas partes: la pasión y la curiosidad”, concluye.

Marilén Cabrera, subsecretaria de Bienes Nacionales: “en la Usach aprendí a tener una visión global de las cosas”

Marilén Cabrera, subsecretaria de Bienes Nacionales: “en la Usach aprendí a tener una visión global de las cosas”


Caminar por los pasillos de nuestra Universidad o visitar las salas donde años atrás pasaste – según dicen muchos- los mejores años de tu vida, es una experiencia inolvidable para los egresados de nuestra Casa de Estudios.
Fue el caso de Marilén Cabrera, profesora de Matemática y Computación y hoy flamante subsecretaria de Bienes Nacionales. 

Acompañada de un café, lo primero que nos dice es “que grande que está la Universidad”. Nos detenemos frente al Paraninfo para hacer una pequeña sesión de fotos, mientras se deslumbra mirando cómo los nuevos estudiantes visitan y recorren las instalaciones del Plantel previo a su ingreso presencial a clases. “Me emociona ver a estos chicos y chicas”, expresa.

Ya de lleno en la conversación nos comenta que cuando era muy pequeña su madre debió enviarla donde su abuela a Ollagüe. Es que un incendio había destruido su hogar en Calama. Fue allí donde cursó su primer año básico. La familia de su padre (comerciante) es de origen boliviano, pero inmediatamente remarca que “en el altiplano todos somos un mismo pueblo. No tenemos el tema de las fronteras. Allí te conectas con el silencio del silencio”.

Las matemáticas son herencia de sus padres.  Primero entró a la Universidad Católica del Norte a estudiar Ingeniería Comercial, pero se casó y se vino a la capital. Quiso retomar la carrera en la UC en Santiago, pero no era su ambiente, así que rindió la Prueba de Aptitud Académica por segunda vez y postuló a Matemática y Computación en la Usach. “Me di cuenta que la Ingeniería Comercial no era lo que me hacía feliz. Eran las matemáticas. Sabía del glorioso pasado y tradición de la UTE y no dudé en ingresar a la Universidad de Santiago”.

Preparación para la vida

Fue dirigenta del Centro de Alumnos de la Facultad de Ciencia y como humanista postuló a dirigir la Federación de Estudiantes junto a Andrés Rengifo que fue el primer presidente de la Feusach , en aquellos años en que las protestas contra la dictadura se hacían cada vez más recurrentes. Luego postuló por segunda vez en la lista de la Concertación. Recuerda que entre el 84 y el 85, la represión se materializó con el ingreso de Carabineros al Campus en pleno periodo de manifestaciones. “Junto a Mario Martínez que coordinaba a la JDC realizábamos actividad política. Un día frente a Ruiz Tagle, él se detuvo y me comentó que traíamos cola (nos estaban siguiendo) así que debimos entrar rápidamente a la pastoral que estaba cerca de la Universidad. Dos semanas después Mario fue ejecutado”, recuerda.

Dentro de su periodo como dirigenta política, Marilén reafirmó todos los valores del humanismo, que no tenía- en ese entonces- expresión política. “Yo entro a la Usach y ya era humanista. Aquí desarrollé a la política que llevaba dentro”, insiste .

¿Qué le provoca volver a caminar nuevamente por este Campus universitario después de tantos años y a la luz de vivencias tan fuertes como las que relata?

_Siento que en la Universidad aprendí a relacionar, a tener una visión global de las cosas. El profesor Becerra nos decía que aprendiéramos a mirar, porque los árboles no dejan ver el bosque. Esta Casa de Estudios fue un Plantel combativo en materia de derechos sociales y lo sigue siendo. Esa posibilidad de expresión yo la agradezco porque reafirmó todos mis valores para ir a contrapelo de lo que el sistema quería imponerte, como el individualismo y la competencia. Acá yo encontré la solidaridad, el compañerismo, la fraternidad y el buen trato. Permíteme contarte una anécdota. Seguramente mi generación en Matemática y Computación recordará a Paz Aldunate (la Pacita), era de una elegancia increíble, chic total. Ella se prestaba para hacerse pasar por profesora cuando Carabineros entraba a la Usach con el fin de que no nos llevaran presos. Esto demuestra que independiente de cual fuera el pensamiento de cada uno, había respeto y solidaridad.

La actual subsecretaria de Bienes Nacionales remarca que ingresar a la Universidad es para prepararse integralmente. “Si no tienes inteligencia emocional o lo que se denomina habilidades blandas, no eres integral. Necesitas desarrollarte como ser humano, con esos intangibles que hacen tu vida. La Universidad no es solo recibir información, son los mejores años de preparación para ella”, sostiene.

La vida profesional de Marilén Cabrera se ha desarrollado en el campo de la capacitación a las empresas, pero sin dejar de lado la política. Fue fundadora del Partido Humanista. Bajo el Gobierno de Patricio Aylwin integró la División de Organizaciones Sociales (DOS). Fue electa concejal por La Florida. En 2000 se transforma en secretaria general del PH y después es su presidenta nacional. Menciona con cariño el trabajo en los programas de completación de estudios junto a alumnos del Pedagógico y la UTEM. Luego participó en la formación de Acción Humanista. Le siguió Chile Digno. Armaron Apruebo Dignidad junto al Frente Amplio y tras un fuerte trabajo territorial, recibió el llamado del propio Presidente Boric para sumarse al Gobierno.

Hoy instalada en las oficinas de la Subsecretaría de Bienes Nacionales en Alameda 720, Marilén Cabrera tiene clara las expectativas que se han generado con la nueva administración de Boric.

¿Cuáles serán los ejes de acción del ministerio al que ha llegado?

Tenemos que preocuparnos por la regularización de los títulos de dominio, que es una demanda muy grande. Hay muchos loteos irregulares, ventas y tomas de terrenos. Una vez más son las mujeres las que la pasan mal con todo esto. Debemos buscar terrenos fiscales para poder entregarlos a Vivienda y palear el déficit habitacional, particularmente en el norte producto de la migración. Además, tenemos el desafío de lo que ocurre en el Wallmapu. También hay que abordar el tema de las riberas de playas, ríos, lagunas, donde la gente muchas veces no tiene acceso. Hay que democratizar los bienes nacionales, que es lo que me inspira a estar en el Ministerio. Seremos un Gobierno en terreno. La gente está deseosa de ser escuchada.
 

Jeannette Jara, egresada de la FAE y futura Ministra del Trabajo: “Hoy se abre un proceso de cambio para Chile”

Jeannette Jara, egresada de la FAE y futura Ministra del Trabajo: “Hoy se abre un proceso de cambio para Chile”

Jeannette Jara se prepara a encabezar desde hoy  una de las carteras más importantes del Gobierno, el Ministerio del Trabajo y Previsión Social. Conversamos con la egresada, expresidenta de la Feusach y exprofesora de la Universidad de Santiago sobre el papel que cumplió nuestra Casa de Estudios los días previos a este cambio de administración.

¿Cómo ha sido su regreso a la Usach con tantas actividades antes de jurar como ministra de Estado?

_Muy significativa porque estoy en la Casa de Estudios donde me formé, donde además generé lazos de amistad y de compromiso importantes para mi vida. Hoy es un momento especial en que se abre un proceso de cambio para Chile e iniciar acá la previa a nuestras labores ha sido de una gran relevancia.

¿Qué le pareció que las autoridades de nuestro Plantel hayan facilitado salas y oficinas para que el Ministerio de Interior realizara sus reuniones?

_ Claramente fue una contribución que hizo como Universidad Pública para que se pudiera instalar un nuevo Gobierno que además trae  esperanzas de cambio al país y en esto el rol de la Usach ha aportado mucho porque es una Institución publica al servicio del bien común y esto ha quedado demostrado con hechos concretos en este momento histórico.

Refiriéndose a  los desafíos de la entrante administración y a días de haberse conmemorado un nuevo 8 de marzo, en conversación con los medios Usach reiteró que el Ejecutivo  va a liderar una agenda de género cuyo objetivo principal será transversalizar el enfoque de género en distintos ámbitos, donde toda la agenda pública mire esta área.

Las  medidas concretas ya están delineadas: avanzar en el derecho al aborto legal seguro y gratuito; en la educación no sexista; en una ley de identidad de género que permita el cambio de nombre y sexo registral desde los 14 años; en una solución habitacional para las víctimas de violencia intrafamiliar y avanzar en la eliminación de la objeción de conciencia institucional en lo que concierne al ejercicio del derecho al aborto en tres causales.

Cuando se instale en el Ministerio del Trabajo y Previsión Social, Jeannette Jara avanzará en la inserción laboral de la mujer y la formalización del empleo, “porque las mujeres tienen un mayor nivel de desempleo que los hombres, por ende más lagunas previsionales y menores pensiones”, remarca.

Sobre la reducción de la jornada laboral, estima que es una corresponsabilidad efectiva y hoy se puede avanzar hacia las 40 horas semanales y llevar a Chile al nivel de los países desarrollados, pero, sin lugar a dudas una de las materias de mayor importancia a abordar durante el nuevo Gobierno será el tema de las pensiones.

Para la nueva titular del Trabajo y Previsión Social, el Presidente Boric ha sido enfático en recoger la voluntad del pueblo de Chile que aboga por mejores pensiones y un sistema de seguridad social que dignifique a las y los adultos mayores. “Queremos realizar un dialogo social indispensable, en un periodo breve que no se puede eternizar”, expresó en conversación con los medios de comunicación de la Universidad de Santiago.

Su corazón usachino.

En esta jornada histórica para el país , te invitamos a revivir parte de la conversación más íntima que sostuvimos con Jeannette Jara donde abordó su paso por nuestra Universidad, su periodo como dirigenta estudiantil, su formación profesional y su cariño por esta Casa de Estudios, por los estudiantes, administrativos y funcionarios, declarándose profundamente usachina.

La futura secretaria de Estado forma parte de la primera generación de administradores públicos que egresó el año 1996. Un año más tarde se tituló. En esta etapa de su vida fue electa presidenta de la Federación de Estudiantes y desde entonces ya sentía el llamado a  trabajar en políticas públicas orientadas al bien común.

¿Por qué eligió la Universidad de Santiago para estudiar Administración Pública?

-Mi padre había hecho un curso de perfeccionamiento a través del convenio CUT- UTE y para él había sido motivo de mucho orgullo estar en estas aulas. Por eso siempre me llamó la atención la historia de la Universidad. Estudié una carrera que tiene diversidad en la composición de sus alumnos, pero que nos transformamos en un núcleo de amigos y compañeros bien potente. De hecho, hasta el día, de hoy todos los egresados de la carrera estamos en una red y nos comunicamos permanentemente; además, nos divertimos, hacemos asados. Humanamente esta carrera es muy rica, pero tiene una formación muy rigurosa. Al principio como egresada puedes sentirte un poco insegura, pero al ejercer te das cuenta de la formación sólida de la Usach.

¿Fueron años difíciles en lo político durante su permanencia en la Universidad, pese a que ya hace un tiempo había retornado la democracia?

-Sí, fueron difíciles porque el neoliberalismo se había afianzado durante la transición y había una amenaza de algunos por radicalizar la subordinación al mercado en las universidades estatales. Desde el movimiento estudiantil logramos resistir a esa idea y nos movilizamos con el Confech para detener un proyecto de ley que se llamaba Modernización de las Universidades Estatales, pero en su matriz consideraba la privatización de las mismas.

 

Carlos Guerra, egresado de publicidad: “La Usach abrió mi mente. Ese trasfondo cultural te forma como persona”

Carlos Guerra, egresado de publicidad: “La Usach abrió mi mente. Ese trasfondo cultural te forma como persona”

Algunos de ustedes podrán coincidir conmigo en que una de características de la generación de los años 80 y principios de los 90 quizás, era la permanente exposición a los programas de televisión y también a los comerciales de la época. Otros dirán que todo tiempo pasado fue mejor, incluso en el tratamiento que este medio de comunicación audiovisual tenía de su contenido de entretención y publicitario, pero en fin…hoy este Soy Usach está dedicado a un egresado de publicidad que justamente se interesa por esta profesión mirando la TV desde su juventud. Se trata de Carlos Guerra, quien en los últimos días fue nombrado Director General Creativo de una de las Agencias más importantes del país y con 11 años de trayectoria, Jelly Comunicaciones.

Carlos cuenta con más 24 años de experiencia en el área de la creatividad publicitaria y ha trabajado con marcas como Falabella, Banco Estado, Banco Santander, Nike, Agrosuper, Carozzi, Entel, y CCU, entre otras.

Ha recibido más de 200 premios de la industria publicitaria, entre los que destaca un Cannes Lions, 8 Ojos de Iberoamérica, 63 premios del Festival de Achap, 14 Effies y 22 IAB Awards.

Recuerda que salió del colegio el 93 en Melipilla, donde recibió una base artística que siempre le llamó la atención. Un profesor de arte que venía de Suecia realizó un taller en el que incorporó mucho de la cultura pop y sus alumnos expuestos a la cultura de la televisión se interesaron por el tema. “Yo quería ser arquitecto. Puse 3 opciones en la postulación y la última fue publicidad en la Usach. En esa época me dedicaba a grabar VHS con contenido de TV para mis amigos, pero incorporaba inconscientemente más spot publicitarios que programas”, recuerda como anécdota. ”Finalmente me decidí por publicidad. Me dio miedo optar por arquitectura porque pensé que no contaría con las aptitudes matemáticas. Fue una buena decisión”.

¿Por qué te decidiste por la Universidad de Santiago de Chile?

_ Porque era la única estatal con la carrera. En esa época estaba la Escuela de Cine de Santiago y el Instituto de Mónica Herrera que también la impartían. Me interioricé en la malla y entrando a la Usach me gustó mucho. Siempre me llamó la atención el Campus de la Universidad. A nosotros nos tocó primero estar en la Facultad Tecnológica. En esos años Publicidad era una carrera técnica y duraba dos años. Recuerdo que estando ahí podíamos ingresar a clases de  periodismo o psicología. Era toda una experiencia convivir con estudiantes de otras carreras. Eso fue muy importante para mí como profesional.

Remarca que el perfil de nuestra Casa de Estudios “me abrió mucho la mente. Me sentía como en una película gringa con ese tremendo Campus. Además siempre había un trasfondo cultural muy grande que te va formando como persona”.

Carlos Guerra hizo su práctica e inmediatamente fue contratado para trabajar en la agencia Veritas de Jaime Celedón. Allí estuvo tres años. Luego pasó a  Zegers DBD durante cuatro meses. Fue director creativo en IDB/FCB cuatro años; siguió en BBDO cinco años y trabajó también en  GREY. En 2012 se integró a Draft y después a FCB; fue socio y director general de Bestia Publicidad, hasta que en enero de 2021 llega a Jelly Comunicaciones donde se desempeña como director general creativo.

¿Un director creativo es la cabeza pensante de las piezas publicitarias?

_ No necesariamente, pero uno dirige la comunicación. Te tienes que meter en los proyectos, orientar, elegir ideas, darle forma, sostener reuniones con clientes, etcétera, pero no es el rol sacar ideas, sino que es esa la virtud del equipo creativo que dirige y uno aplica la experiencia para guiar. La publicidad no ha cambiado mucho desde que salí de la Universidad de Santiago, lo que si se modificó es la ejecución y los formatos. Cuando un concepto es bueno, también es permeable a  distintos tipos de medios, pantallas o lugares de exposición. La creatividad es resolver problemas. Siento que se idealizan mucho estos títulos de director. La pega de un creativo es contar lo que la empresa ofrece, hacerlo recordable y memorable. La gente se expone a la publicidad. Nuestro trabajo es que sea interesante. Si en algún momento logras meterla en el habla, en la cultura popular es un tremendo gol. En Chile hay buenas ideas y creativos.

Las redes sociales en periodo de pandemia fueron esenciales, ¿no?

_Súper importante. Jelly es una agencia enfocada ciento por ciento al contenido en redes. Uno está todo el día expuesto al Smartphone. Es un canal fundamental. En ese tiempo en que yo estudié las redes sociales no existían, pero la experiencia de usuario te da la intuición de lo que como comunicador puedes colocar. Obviamente hay técnicas, alcances, métricas pero las ideas buenas siempre funcionan. Además Chile está lleno de creativos. Pasa algo en este país y a los 4 minutos hay 300 memes.

 

Alejandra Placencia, profesora de Estado en Filosofía y diputada electa por el Distrito 10: “La Usach es mi alma máter”

Alejandra Placencia, profesora de Estado en Filosofía y diputada electa por el Distrito 10: “La Usach es mi alma máter”

El 11 de marzo de este año, Alejandra Placencia asumirá sus nuevas funciones como diputada de la República por el Distrito 10, pero su interés por el tema social surge mucho tiempo antes. Es profesora de Estado en Filosofía de la Universidad de Santiago de Chile y al momento de postular a esta carrera, tras rendir la Prueba de Aptitud Académica, no tuvo dudas al elegir cuál sería su alma máter.

“Una de las cosas que me preocupé fue de conocer la orientación de la Usach en general, no solo la carrera. El hecho que haya tenido toda una historia en función de aportar al desarrollo del país y con un sentido social muy marcado, para mí fue muy importante”, recuerda.

¿Qué otras razones tuvo para elegir a la Universidad de Santiago como su alma mater?

_Estudiar pedagogía en Filosofía en la Facultad de Humanidades de la Usach es distinto a hacerlo en la Universidad Católica por ejemplo, ya que esta última tiene un perfil religioso muy marcado que hace que la definición de la malla curricular tuviera una intención que era diferente a la que yo prefería. En cambio acá en la Usach había un sentido más científico, por supuesto que laica y que te permitía conocer otras cosas que no constituían un sesgo importante. Se notaba que había una matriz de pensamiento que era mucho más afín a lo que yo buscaba.

Alejandra ingresa en 1997 a la Facultad de Humanidades. Entre 1999 y 2000, es dirigenta de la Federación de Estudiantes de nuestro Plantel, y resulta electa como presidenta de la organización.

¿Cuáles eran los temas que a ustedes les interesaba reivindicar en aquellos años?

_Terminé mi carrera no en cinco, sino que en seis años. Me atrasé, pero fue un año ganado porque estuve al frente de la organización estudiantil. Vivir la vida universitaria te permite conocer a gente de otras carreras y todas tenían centro de alumnos, estaban muy bien organizados. La Federación era un actor social importante sobre lo que pasaba al interior de la Universidad.  Todos éramos parte de hacer política universitaria. Resistimos a las políticas privatizadoras de los gobiernos de la época que insistían en seguir estimulando el autofinanciamiento, quitándole a las casas de estudios superiores el rol público de su origen; luchábamos por el acceso a la educación como un derecho y que los estudiantes no abandonaran sus carreras por no tener como pagarlas.

Siempre estaban presente los ideales de una  nueva sociedad para el país, pero me imagino que también hubo espacio para temas de gobierno interno universitario, no?

En ese periodo se hizo el plebiscito del claustro universitario que fue muy importante porque discutíamos el Estatuto Orgánico que venía de la dictadura. Se hizo todo un proceso de claustro triestamental donde todos por igual expresamos nuestra opinión en el año 96 y 97. Después en 1999 fue el plebiscito.

Alejandra Placencia ejerció como Profesora de Estado en Filosofía durante 13 años. En 2007 fue electa Presidenta del Consejo Comunal Ñuñoa del Colegio de Profesores y como fundadora del  Sindicato de Trabajadores de la Educación de Ñuñoa, además, participó activamente en el movimiento social por una educación pública de calidad y gratuita para todos y todas. Además fue concejal por la misma comuna.

Hoy como diputada electa, ¿cuáles son las prioridades que vislumbra como legisladora en los 4 años que estará  en el Parlamento?

_Educación sin lugar a dudas.  He tenido un desarrollo en esa área desde que ingresé a la Universidad de Santiago a partir de mi rol como expresidenta de la Federación de Estudiantes, después como profesora en escuelas públicas; en mi labor como dirigenta sindical de los trabajadores de la educación y del Colegio de Profesores. Esa trayectoria me hace tener una mirada de cómo debe ser el sistema de educación público. Desde allí puedo aportar, sin dejar de lado el tema del derecho a la vivienda. Resolver asimismo la problemática social que tiene que ver con la seguridad y  género, son temas también muy relevantes para mí.

Desde esa mirada, ¿cómo definiría usted el sello que entrega la Usach a sus egresados?

_Es el sello de tener una educación que se vuelve integral en la medida que vivimos intensamente la vida universitaria,  aprendiendo de realidades que no tienen que ver solo con la propia, sino que mirar como aportar desde la formación y de las experiencias vividas  al rol a tener en el desarrollo del país con una mirada social, diversa, amplia, inclusiva, democrática. Cuando uno se encuentra con estudiantes de la Usach en el ámbito social, laboral o político fuera ya del Plantel, hay una identidad que se reconoce, se crean vínculos muy marcados que hacen que uno diga que lo aprendió en la Universidad y que fue parte de la formación brindada, no solo en el aula, sino también en el propio Campus. La Universidad de Santiago es mi alma máter porque da cuenta de cómo se ha construido con hijos e hijas de trabajadores y trabajadoras a partir de la exUTE, con una historia que la ubica en un sitial importante en la historia de Chile y, que se creó para ser parte de un modelo de desarrollo nacional que todavía permanece. Ese es el rol que los planteles deben recuperar.

 

Diego Urzúa, Administración Pública: “Mi interés por un Chile más justo se acrecentó en los pasillos de la Usach”

Diego Urzúa, Administración Pública: “Mi interés por un Chile más justo se acrecentó en los pasillos de la Usach”

Llegar a Santiago cargado con una maleta de sueños es una realidad que muchos jóvenes de regiones viven antes de su ingreso a la Universidad. En el caso de Diego Urzúa, esta mochila era aún más pesada ya que sus padres no contaban con  medios y en el colegio tampoco sentía que los profesores los incentivaran para ir tras un futuro más promisorio que trabajar en la región donde nacieron. Sin embargo, y es un agradecido de ello, el sistema estatal le brindó las oportunidades para estudiar tranquilo gracias a las becas que recibió y que lo convirtieron en primera generación de su familia en egresar de la Educación Superior.

Diego proviene de Talca donde hizo su enseñanza media en un colegio municipalizado, pero sus expectativas, producto de una fuerte vocación social, se centraban en estudiar Sociología o Derecho. Un hecho puntual lo llevo a conocer  la malla de Administración Pública y con el ímpetu de sus 18 años por cambiar el mundo, dio la PSU el año 2010 e ingresó a la Usach. “En la Universidad aprendí de economía, del mundo de las ciencias sociales, de política pública, y de historia del Estado… Desde allí quería sentir que podía aportar. Postular a la Universidad de Santiago fue mi mejor decisión”. En 2016 defendió su tesis sobre la inclusión laboral de las personas migrantes en Chile, análisis comparado de los acuerdos internacionales que había suscrito el Estado con la ley migratoria del 75. “Tenía un interés muy grande en el tema de derechos humanos y quise abordar esa dimensión desde la política pública”, recuerda.

¿Cómo nace en ti el tema de la innovación social, que posteriormente recorrerá tu trayectoria profesional?

El profesor Mario Radrigán me invitó a participar de un proyecto que estaban realizando varias universidades sobre Escuelas de Formación en Innovación Social. El objetivo era formar estudiantes universitarios que tuvieran interés en desarrollar proyectos. Fue así como me involucré mucho en iniciativas  que tenían que ver con vínculos con el territorio, municipalidades, organizaciones de juntas de vecinos, y comenzó a acrecentar mi interés en innovación social con enfoque en derechos humanos.

En 2016 trabajó en  el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos en gestión de proyectos, desde el rol de la administración pública. Se fue acercando al mundo del emprendimiento social y en 2018 le ofrecieron trabajar en la Usach en el Programa de Innovación Abierta, de la Facultad de Ingeniería, donde junto a organizaciones externas a la Usach presentaban desafíos a los estudiantes para que durante un semestre, y a partir de una metodología, se abocaran a abordar problemas y aportar soluciones.

Líder juvenil iberoamericano

Los años de experiencia le permitieron trabajar como mentor de emprendimientos sociales a nivel internacional, fuertemente en Latinoamérica. Participó de una hackaton organizada por MIT y ha apoyado el Rally Latinoamericano de Innovación Abierta.

En este mismo ejercicio de conectar con personas de otros países, este año se le reconoció como miembro oficial de la Red  de Jóvenes Líderes/as Iberoamericanos/as. Su objetivo es empoderar a más jóvenes a transformarse en agentes de cambio pensando en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030.

¿Cómo visualizas el aporte que los estudiantes de la Universidad pueden hacer en lo cotidiano y aportar a un mejor país, como agentes de cambio?

_He estado en proyectos que involucran a liceos públicos en lo Prado y Cerro Navia, con empoderamiento de jóvenes a través de la innovación social; en proyectos con universitarios para que ellos al momento de que egresen pongan sus conocimientos a disposición de los desafíos que afectan directamente a las personas. Yo siempre destaco un desafío que trabajamos con el Directorio de Transporte Metropolitano. Qué más claro de que los profesionales de la Usach, desde sus distintas visiones y carreras, se pongan a disposición de solucionar los problemas que detectamos en el transporte público, para que sea más inclusivo, más accesible  y que se haga cargo de la discapacidad o de los problemas de acoso.

Los tiempos están cambiando vertiginosamente, pero nuestra Universidad sigue presente en los grandes temas país. ¿Qué sientes por tu alma mater?

_La Usach ha sido muy importante en mi vida como soporte para entender cómo funciona el sistema y a partir de ello cómo aportar y llevarlo hacia lo que yo considero más justo, más solidario, pero creo también que lo que te entrega el Plantel es ese espacio diverso, consecuente y responsable con lo que está sucediendo en el Chile de hoy. Creo además que este compromiso que la Usach tiene con los estudiantes de regiones es potente y decisivo en la formación que uno recibe. Es esa permanente insistencia en que nuestra formación la tenemos que poner al servicio de las personas. En los pasillos de la Usach se habla de la historia de Chile. Desde esa vereda es imposible que alguien pase por la Universidad de Santiago y no se empape del compromiso de justicia social. Yo pude estudiar gracias a un aparato completo de garantías sociales. No puede ser que alguien que haya estudiado en la Usach jamás haya pensado que iba a haber un estallido social, o que existía tanta desigualdad en el país.

Diego Urzúa actualmente está dedicado a la Academia haciendo clases en innovación social en la Usach y otros planteles. Además presta apoyo en la formación de estudiantes de  primer año que lo tienen muy contento, pues dice que  transmite que la Universidad no solo busca formar profesionales, sino también transformarlos en agentes de cambio. También destina parte de su tiempo a proyectos relacionados con migración y derechos humanos

Erick Gatica, Ingeniero Civil Químico Usach y ganador de la Beca Fullbright: “Mi sueño es llegar a trabajar a la NASA”

Erick Gatica, Ingeniero Civil Químico Usach y ganador de la Beca Fullbright: “Mi sueño es llegar a trabajar a la NASA”

Influir en la formación de ingenieras e ingenieros y en la transformación de nuestra Facultad de Ingeniería, hacia una unidad académica de clase mundial y al reconocimiento de la Universidad de Santiago de Chile como una institución internacional de ingeniería, es uno de los objetivos de la Unidad Mayor y su proyecto de internacionalización del perfil profesional de los estudiantes. Por esto, cada vez que se da un paso adelante, hay que relevarlo y darle la importancia que estos logros sugieren.

Es el caso de Erick Gatica Candia, ingeniero químico de nuestra Universidad, quien desde niño se sintió motivado por la ciencia y que recuerda que sus primeros acercamientos se relacionaron con hacer presentaciones, por gusto, en su colegio, donde a los 14 años ya hablaba de materia oscura y otros temas.

Cuando ingresó a un liceo politécnico, a laboratorio de análisis químico, su curiosidad creció y así optó por la Ingeniería, porque allí podría tener la oportunidad de cambiar vidas y aumentar capacidades productivas. “Así llegué a la Usach y debo agradecer el sello de la Universidad, porque mi preparación para la PSU no fue muy completa, pero pude ponderar en mayor porcentaje el ranking y eso significó que pudiera entrar a Civil Química”, destaca Erick.

Ya en la carrera, recuerda que tanto las habilidades técnicas como también las blandas, fueron trabajadas con rigurosidad y pudo fortalecer sus conocimientos. “Destaco a los profesores que estuvieron muy dispuestos a responder siempre mis dudas y alimentar mi curiosidad. La mayor habilidad que lograron fue justamente potenciar esa curiosidad y abrir el mundo, sobre la base de conocer qué es lo que está pasando, interdisciplina, saber cómo comunicarme, estabilidad para hacer clases, las ayudantías que hice…todo eso me sirvió para hablar de ciencia e ingeniería de tú a tú, y la Usach siempre ha tenido ese sello de poner esos temas en la mesa”, indica.

Erick revela que es un consumidor de documentales, por los cuales llegó a conocer la carrera espacial y supo lo que hacían en NASA. “Me encantó cómo desafiaron a la humanidad a romper límites, cómo se desafió a la ingeniería para que trabajaran en inventos que nos han cambiado la vida, como los celulares y el papel aluminio. Yo me quedé con eso impregnado y en el 2018 me creí realmente el cuento, estaba en una gran universidad y con posibilidades de hacer un magíster y llegar más allá. Desarrollé habilidades y formé un camino en pos de ese sueño. Ojalá pueda participar en NASA con esta beca que me adjudiqué” señala.

Beca Fullbright y el sueño de un doctorado

La Comisión Fullbright y su Programa Educacional llevan décadas en Chile. Se creó para el mundo,  promoviendo el entendimiento mutuo a través del intercambio educativo, y así es como hoy existen 50 comisiones binacionales en el orbe, que han otorgado más de 250.000 becas. Erick acaba de adjudicarse una.

“Yo quería irme al extranjero y, luego de titularme en agosto, empecé a buscar mi siguiente paso que era ir a Estados Unidos. Gracias a una astrónoma chilena averigüé lo de Fullbright, busqué mucha información y llegué a la beca ‘Igualdad de Oportunidades’ y el concepto me encantó, porque está dirigida a primeras generaciones que asisten a la Universidad. Leí muy bien las bases y analicé cada palabra de lo que pedían, identificando a quién o dónde tenía que solicitar esa información o documento. Me esforcé para una buena postulación”, acota.

El siguiente paso de Erick es decidir a qué universidad irá a estudiar su doctorado, mientras es asesorado por la Comisión Fullbright. “Te asesoran en la postulación a la Universidad que elijas, junto con nivelar el inglés. He visto universidades en California porque la línea investigativa que quiero llevar la desarrollan muy bien en esos lugares. Me voy a dedicar al hidrógeno y combustibles, porque después hay que volver a Chile a retribuir. Y por supuesto, buscaré una universidad que haga colaboraciones con NASA, para acercarme a mi sueño”, comenta.

Erick destaca el apoyo que siempre sintió en el Departamento de Ingeniería Química, donde recuerda a la profesora María Luisa Saavedra, quien fue la que despertó en él la idea de hacer el magíster junto a la carrera. “También agradezco a mi gran mentor, Alejandro Reyes, y al profesor Luis Henríquez, porque ha sido enriquecedora la experiencia de trabajar con él publicando papers. También quiero agradecer a un colega, Nicolás Pailahueque, un docente que ha sido un apoyo grande conversando harto de Ingeniería, día a día”.

Proceso de internacionalización

Acerca del proceso de internacionalización que realiza nuestra Universidad, Erick asegura que “es una gran noticia que la Facultad y Universidad estén dando pasos concretos en esta materia. Hoy el mundo es global; yo me he podido comunicar con investigadores de todo el mundo gracias  a la conexión que hoy existe. Todos podemos cruzar esa frontera haciendo jornadas de investigación o pasantías. Esto tiene que estar al alcance de todos y todas y el compromiso de la Usach con este  tema es fundamental. Estoy seguro que esta experiencia que viviré me cambiará la vida, y que la Universidad y la Facultad quieran que la vida de sus estudiantes cambie, es de alto valor”.

Si bien aún no tiene fecha de viaje, espera que esto se resuelva durante el próximo año. Desde que nace este sueño viene imaginado el momento en que podrá ponerse el delantal con el logo de la NASA, y cada vez está más cerca. A través de la ingeniería química, de su interés innato por la ciencia y por querer aportar a cambiar vidas, Erick Gatica quiere absorber ese conocimiento y el modelo educacional de la universidad a la que ingrese,  para traerlo de vuelta. “Hoy se desarrolla ciencia e ingeniería de manera muy especial, porque la gente que está en los laboratorios lo vive con pasión, ya entiende que esa es una forma de trasmitir el conocimiento y eso  quiero ser, un agente de cambio que trascienda a través del conocimiento”, puntualiza.

 

 

Óscar Celis, bioquímico: “La Usach te prepara para liderar equipos de trabajo, motivarlos y llegar a resultados”

Óscar Celis, bioquímico: “La Usach te prepara para liderar equipos de trabajo, motivarlos y llegar a resultados”

Óscar Celis, es bioquímico de nuestra Universidad y cursó un Master en Business Administration. Se declara un profesional del ámbito científico e industrial, con experiencia en desarrollo de negocios, innovación y emprendimiento, con foco en la valorización de residuos, alimentos saludables y productos naturales. “Creo fehacientemente en el compromiso de nuestro desarrollo económico ligado a las personas, y a las pequeñas y medianas empresas para generar negocios asociados a la producción sostenible y amigables con el medio ambiente”, señala.

Este exalumno del Instituto Nacional, que en su momento formó parte de la denominada Generación Pingüina,  estima que no solo es importante entrar a una carrera universitaria sino que te vaya gustando cada vez más. Lo que realmente le apasiona es investigar, aplicar y generar negocio. Por eso se inclinó por Bioquímica en la Universidad de Santiago.

Recordando su paso por la Usach valora no solo el Campus único, sino su formación profesional y en especial a académicos que califica como iconos a nivel científico, liderando investigaciones de alto nivel, como los doctores Spencer, Orihuela, Cardemil, Nelson, Chavez, Ortiz y Zúñiga entre otros. Hizo una tesina sobre nano partículas de oro y hongos y una tesis con la Dra. Leonora Mendoza como patrocinante, que lo introdujo en la industria cervecera desde su rol en innovación en extractos naturales e ingredientes funcionales. Ese año la empresa Maltexco, le permitió ejecutar proyectos de relevancia nacional e internacional en alimentos e ingredientes.

Emprendimiento , mentoría y la importancia del MBA

Tras dejar Maltexco se integró como director ejecutivo a un emprendimiento familiar del rubro agroindustrial que le permitiría ahondar no solo en la investigación sino en el liderazgo desde su rol de director ejecutivo en Biofresco, una empresa ligada al rubro de la alimentación que abastece de frutas y verduras al retail, hoteles, restaurantes y servicios de banquetería. La pandemia lo hizo incluso abrir su negocio a la venta directa a particulares.

¿Seguiste ligado a la Universidad de Santiago?

Soy mentor de negocios en Innovo, sirviendo de guía para ciertos programas. En Biofresco hemos generado innovación y ese trabajo ha servido de mentoría para ideas y soluciones  que generen impacto positivo y sostenible en el medio ambiente. Por ejemplo, por el volumen de hortalizas que tenemos la empresa genera muchos residuos. Había que reorganizarlos y fuimos por la línea de trabajar con extractos naturales. Nos ganamos un proyecto de Corfo. Con la hoja de apio y otras hortalizas hemos podido desarrollar una línea de investigación donde encontramos biomoleculas que tienen un tremendo efecto antioxidante. De hecho hicimos un estudio anti proliferativo, es decir anti cáncer con resultados interesantes y de gran relevancia en este ámbito.

¿Aquí es donde reaparece entonces tu amor por la bioquímica?

 Sí, en Biofresco tenemos un área muy ligada a la ciencia. Sin ir más lejos la empresa  descarta 600 kilos al día de hojas, tallos y cascaras. Generamos un proyecto para realizar vermicompost con lombrices para abono a la tierra, y actualmente lo distribuimos para alimentación de animales. Desde esta experiencia nace +Innow, una consultora que busca generar ideas y soluciones de innovación sostenible y modelos de desarrollo nuevo. Lo que hicimos con la reutilización de la hoja de apio, nos llevó a decir que si bien al principio los desechos eran un costo, lo transformamos en un ingreso potencial al incorporarlo a alimentos, porque los ingredientes activos son los más caros de los productos funcionales al menos, y los estábamos echando a la basura. Las otras empresas no han hecho esta mirada, y puede ser una gran alternativa para el desarrollo sostenible del país”.

Y ¿cuál es el aporte que te entregó el MBA de la Usach en tu formación profesional y personal para el desarrollo de estas empresas?

Me permitió que los equipos funcionen. El cargo de director ejecutivo no es solo un nombre sino que está encargado de todo y eso significa armar equipos de trabajo, mejorar procesos de flujo de cliente  para que la empresa tenga una sostenibilidad financiera positiva. En pandemia los hoteles se fueron a cero y la rápida acción fue utilizar la holgura de la capacidad logística, haciendo un sistema de venta y entrega domiciliaria. El MBA tiene un formato muy interesante. Yo provenía del mundo científico, además obtuve un título de ingeniero civil industrial en otro Plantel, pero es una carrera dura que no te enseña a formar equipos, a crecer en liderazgo. Eso destaca en el MBA. Después hice un diplomado de product management, también en la Usach. El MBA te lleva a relacionarte y a evaluar de una manera distinta para lograr los objetivos que se traducen en formas de trabajo. Adquieres conocimientos y maneras de manejar situaciones que antes no las aplicabas bien, no generabas el mismo liderazgo. EL MBA te abre a liderar un equipo de trabajo para motivarlos y llegar a resultados, buscando la mejor visión de cada uno. Acá en +Innow básicamente trabajan conmigo en su gran mayoría profesionales formados en la Usach. Hemos establecido un nicho.

Como calificarías tu experiencia de haberte formado en el pre y postgrado en la Universidad de Santiago

Tuve una excelente experiencia de pregrado con grandes docentes. Uno se hace parte de la Universidad y piensas en soluciones en que la Usach también esté involucrada y ya estoy trabajando en un proyecto incorporando al Plantel, porque los cambios a nivel comercial o industrial nacen básicamente en las casas de estudios. La Usach se alinea con lo que pienso  en materia de equidad y medio ambiente. Desde las vivencias, experiencias y conocimientos que obtuve en mi alma mater, es que he podido contribuir desde la innovación y emprendimiento al desarrollo sostenible a través de soluciones aplicadas a desafíos nacionales y globales.

 

 

 

 

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