El dolor es una sensación que produce el sistema nervioso y que tiene como función alertarnos de un eventual daño interno o externo. En ocasiones, la sensación dolorosa se prolonga en el tiempo perdiendo su función fisiológica y transformándose en una patología conocida como dolor crónico.A diferencia del dolor agudo, el crónico presenta un difícil tratamiento, como se evidencia en enfermedades complejas, entre éstas: fibromialgia, neuralgia del trigémino, neuropatía diabética, dolor lumbar crónico, dolor oncológico, entre otros.Hasta ahora, pese a que existen abundantes conocimientos sobre las vías y neurotransmisores que conducen la información dolorosa a la corteza cerebral, resta mucho por investigar sobre los mecanismos reguladores involucrados.En ese contexto, desde el año 2001, el Dr. Luis Constandil Córdova, académico e investigador de la Facultad QyB y Cedenna, junto a su equipo, ha centrado su trabajo en el estudio de los mecanismos neurobiológicos implicados en la generación y mantención del dolor crónico a nivel de la médula espinal.Entre sus recientes investigaciones, el equipo demostró por primera vez, que la proteína panexina 1 (PANX1) -considerada una de las grandes compuertas o canales insertos en la membrana plasmática en todos los tejidos, que permiten que entren o salgan iones de una determinada célula o neurona (que transmiten la señal e intensidad de dolor), presenta un rol relevante en la generación del dolor crónico.Con la obtención de este nuevo conocimiento, el equipo decidió profundizar en el papel que juega esta proteína específica en la transmisión del dolor.Al respecto, el investigador explica que “cuando estas proteínas se abren o cierran, son capaces de generar cambios muy bruscos y muy intensos dentro de las neuronas, y por eso la estamos estudiando”.En esa línea, el Dr. Constandil explica que la apuesta del equipo es que la apertura de ésta proteína se debería a la acción de una proteína intracelular “conocida como SRC” cuando es estimulado alguno de los tres receptores presentes en el proceso (de ATP, NMDA y BDNF).De comprobarse ésta hipótesis, el equipo podría identificar nuevos blancos farmacológicos que permitan aliviar dolores crónicos.ProyectoSegún el último estudio publicado por la Asociación Chilena para el Estudio del Dolor (Ached), en Chile la prevalencia de dolor crónico no oncológico alcanza al 32% de la poblaciónSi bien, actualmente existen varios medicamentos capaces de inhibir el dolor agudo, estos no son capaces de inhibir completamente los tipos de dolor crónico.Es así, como el nuevo proyecto Fondef Regular 2018-2021: Preclinical study on the participation of pannexin 1 (PANX1) in spinal cord circuitry and its role in the mechanisms of chronic pain, busca avanzar en la generación de conocimiento para combatir enfermedades -muchas veces invisibilizadas a juicio del investigador-, pero que afectan a un número importante de la población.En ese contexto, en palabras del científico, conocer molecularmente como se regula su apertura y cierre permitiría “intervenir para disminuir o atenuar la señal que conduce la información nociceptiva (dolorosa) hacia la corteza cerebral y generar de esa forma un alivio en la percepción del dolor”, explica.Cabe destacar, que la línea de investigación ha derivado una serie de estudios relacionados, entre ellos, se encuentran desarrollando paralelamente nanopartículas para el tratamiento del dolor crónico, y han presentado tres patentes asociadas a la línea de investigación.
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Desde el año 2001 el investigador del Laboratorio de Neurobiología de nuestro Plantel junto a su equipo han estudiado los mecanismos neurobiológicos implicados en la provocación del dolor crónico a nivel de la médula espinal. Entre sus hallazgos más recientes, lograron demostrar por primera vez que la proteína panexina 1, que está presente en los tejidos nerviosos, juega un rol relevante en las molestias físicas que sufren las personas.
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