Con el propósito de favorecer a la comunidad y el medioambiente, nuestra Universidad firmó un convenio de colaboración académica, técnica y científica con la Fundación Chilenter, un organismo sin fines de lucro, perteneciente a la Dirección Sociocultural de la Presidencia.
El acuerdo contempla campañas de reciclaje electrónico orientadas a la comunidad universitaria, instalación de puntos limpios en las distintas facultades del Plantel, e intercambio de profesionales del área.También, se suman prácticas profesionales y tempranas, seminarios, conferencias, talleres y cursos de capacitación, además de publicaciones y formulación de proyectos entre ambas entidades. O sea, actividades que incentiven el reciclaje de residuos electrónicos para el mejoramiento sistemático de la calidad de vida.Además, el convenio considera la donación por parte de nuestra Casa de Estudios de equipamiento computacional dado de baja para reciclaje o reacondicionamiento. A la vez, la Fundación Chilenter entregará computadores reacondicionados a establecimientos educacionales vinculados a nuestra Institución.Solución de gran valor socialJunto con destacar la existencia de un campus único, de 32,8 hectáreas, con más de 24 mil personas que conviven en medio de las diversas actividades, el rector, Dr. Juan Manuel Zolezzi Cid, felicitó los esfuerzos de la comunidad universitaria en materia de gestión sustentable y logros alcanzados.“A partir del ‘Protocolo Marco para la Colaboración Interuniversitaria: Campus Sustentables’, concretamos el Diplomado en Educación para el Desarrollo Sustentable, abierto a la sociedad, sin requisitos de admisión y de arancel gratuito, con una matrícula que, en promedio, ha superado las cien personas, reconocido y galardonado a nivel internacional”, recordó el rector Zolezzi.Por ello, valoró que se trate de un convenio de colaboración que, además de mitigar los impactos ambientales asociados a la generación de estos, brinda una solución de gran valor social.“Al vincularnos con la fundación Chilenter en esta importante alianza estratégica, reafirmamos nuestra vocación efectiva de tener un campus con buenas prácticas y con estándares de responsabilidad ambiental que puedan constituirse en ejemplo para la gestión de las universidades del país”, concluyó la máxima autoridad universitaria.Sustentabilidad y economía circularSegún datos de Naciones Unidas publicados en 2014, en Chile cada persona genera al año 9,9 kilos de basura eléctrica y electrónica, instalando al país como el primer generador per cápita de América Latina.Para la directora ejecutiva de la Fundación Chilenter, Irina Reyes Donoso, “existe muy poca literatura en nuestro país respecto de lo que son los residuos, especialmente de los residuos electrónicos. Entonces surge la posibilidad de que los estudiantes de la Universidad de Santiago realicen sus tesis y prácticas para conocer sobre esta área”.En ese contexto, apuntó a la necesidad de que en cada carrera de esta Casa de Estudios se instalen conceptos como sustentabilidad y economía circular, donde cada uno sea responsable de lo que ocurre finalmente con los residuos.“Datos del Ministerio de Medio Ambiente concluyen que el 81 por ciento de los residuos electrónicos en el país tiene un destino final desconocido, por lo que con estas acciones iremos incrementando el porcentaje de residuos electrónicos que serán reacondicionados y reutilizados”, explicó la directora ejecutiva de Fundación Chilenter.Fomentar la educación medioambientalLa Fundación Chilenter es un organismo sin fines de lucro, perteneciente a la Dirección Sociocultural de la Presidencia, que busca fomentar la educación y uso social de las tecnologías para mejorar la calidad de vida de las comunidades que se encuentran en la periferia tecnológica, a través de la recolección y transformación sustentable e innovadora de recursos tecnológicos.En ese sentido, Irina Reyes considera esencial la educación medioambiental, a propósito de la Ley de Fomento al Reciclaje, promulgada recientemente por la Presidenta Michelle Bachelet, la que precisamente crea un fondo para dicho tema.A esto se suma, desde la perspectiva de las empresas, la manera en la que se generan los incentivos para que éstas se responsabilicen por sus residuos. “No solo se trata de un problema domiciliario. También de las empresas. Y es ahí donde la Ley de Fomento al Reciclaje pondrá cuotas para productos prioritarios de recolección”, detalló.Cabe destacar que a la firma del convenio, que tendrá una duración de tres años con posibilidades de renovarse sucesivamente, se sumó una Campaña de Reciclaje Inclusivo dentro del Plantel, que reunió 3,3 toneladas de residuos, como parte del trabajo voluntario realizado por estudiantes y organizado por el programa de Responsabilidad Social Universitaria (RSU).