Se trata del término formal de este programa impartido por la Facultad de Ciencias Médicas de nuestra Universidad, que convocó gran interés de los profesionales de la salud y que resultó muy significativo, ya que la U. Santiago es la primera a nivel nacional en impartir un diplomado de estas características.
Tras nueves meses de estudio catorce estudiantes - médicos, matronas y dentistas- recibieron su certificado tras aprobar las asignaturas del Diplomado de Homeopatía Integrada I, dictado por la Escuela de Obstetricia y Puericultura de la Facultad de Ciencias Médicas.En la ceremonia realizada en el Salón de Honor de nuestra Universidad, la directora del programa, Mónica Candia, agradeció la confianza de los alumnos, “porque aplicaron lo aprendido a través de un proceso terapéutico personal, lo que resultó muy significativo para todos”.Por su parte, la doctora alemana, Iris von Hörsten, directora docente de este Diplomado, agradeció también a los estudiantes, “su espíritu de búsqueda, que se traduce en la necesidad de mejorar la calidad de vida de las personas, a través de la instauración de un nuevo paradigma en salud”.En representación del grupo de profesionales que obtuvieron su diplomado, Andrés Wunderwald, aseguró que este programa significó una gran ayuda porque “considera el potencial y la fuerza que tiene la medicina homeopática y que permite reconectar al ser humano con su esencia”.La primera versión del Programa convocó gran interés por parte de los profesionales del área de la salud, ya que por primera vez se imparte en Chile, y en este sentido la Universidad de Santiago es pionera. Mónica Candia asegura que “estamos felices de proporcionar esta opción de formación. De este modo, habrá más profesionales capacitados para responder la demanda creciente de personas en busca de un modelo de salud que, además de los aspectos biomédicos, integre Las variables emocionales y espirituales del ser humano”.El Diplomado de Homeopatía incluyó, entre otros temas, comprensión de la salud y enfermedad; comprensión de síntomas en los distintos ciclos de vida; y proceso curativo propio. En este último, los estudiantes tuvieron la posibilidad de convertirse en pacientes, aplicando en sí mismos lo aprendido.