En la Universidad de Santiago, las mujeres que quieren estudiar carreras ligadas a la minería aumentan año tras año, pero aún quedan muchos desafíos para hablar de una real inclusión en la industria. Un grupo de estudiantes y profesoras detallan estos desafíos y cómo ha sido su ingreso en esta industria considerada exclusiva para hombres por muchos años en nuestro país y América Latina.
A pesar de la incertidumbre de los precios internacionales del cobre y de otros minerales, la minería sigue siendo la industria más importante de nuestra economía y en promedio en los últimos 10 años ha representado más del 15% del Producto Interno Bruto (PIB) o del total de los bienes y servicios que Chile produce en un año.Y fue en abril de 2016, cuando la ministra de la cartera, Aurora Williams, declaró que el sector aún tiene desafíos pendientes a la hora de hablar de igualdad de género, adelantando que espera que al final del gobierno de la Presidenta Michelle Bachellet, las mujeres alcancen el 10% de la fuerza laboral minera del país.Actualmente la participación de la mujer en la industria minera promedia un 7,5% según el más reciente estudio “Fuerza Laboral de la Gran Minería Chilena”, elaborado por el Consejo Minero en conjunto con Fundación Chile.Este porcentaje es menor si se compara con países como Australia, donde la presencia femenina supera el 19% de la dotación total en minería y Canadá, donde promedian un 17% de participación.Pero ¿es posible superar esa meta?, ¿están las condiciones para que las mujeres sean incluidas sobre todo en la minería extractiva?En nuestra Universidad, las mujeres que quieren estudiar carreras ligadas a la minería aumentan año tras año, pero aún quedan muchos desafíos para hablar de una real inclusión en la industria. Cuatro mujeres, dos profesoras y dos estudiantes, cuentan cuáles son estos desafíos y cómo ha sido el ingreso de ellas en esta industria que por muchos años fue considerada exclusiva para hombres.Inclusión La profesora del Departamento de ingeniería en Minas, Dra. Lilian Velásquez Yévenes, ejerció su profesión -Ingeniero Civil Metalúrgico- en Pampa Norte de BHP Billiton (Spence, Cerro Colorado), Michilla de Antofagasta Minerals y Codelco. Ella cree que la mujer se está ganando un puesto en la minería.“Ahora casi todo es automatizado en la minería, y la fuerza bruta es lo menos que se requiere. Entonces ahí está el tema de la inteligencia, de la organización, el poder de hablar, de deliberar, y todas esas cualidades se pueden encontrar en hombres y mujeres”, sostiene.La Dra. Velásquez reconoce que aún hay un largo camino que recorrer para cumplir la meta que se trazó la ministra Williams, pero que ya ha visto cambios en algunas empresas mineras que se están adaptando a las necesidades de las mujeres, entre ellas Codelco, Antofagasta Minerals y Collahuasi, que han lanzado programas de inclusión.“Visité la minera Gabriela Mistral de Codelco y ellos tienen una inclusión de la mujer en la planta que es fabulosa. Porque no sólo se trata de la inclusión de la mujer en la minería, también hay que reconocer que la mujer tiene otras necesidades, y esas otras necesidades no la hacen inferior”, recalca.Y acota que “por ejemplo, esta minera permite amamantar a tu hijo, porque tiene un sector de lactancia, y la ropa de trabajo está hecha para la mujer. Ese tipo de cosas tienen que ver con la inclusión porque nosotras somos diferentes y tenemos otras necesidades”.Mujeres estudiantesPara Daniela Aguirre, estudiante que está terminando la su formación en Ingeniería Civil en Minas, asegura que en los últimos años se ha duplicado el número de mujeres que han ingresado a la carrera.“Cuando ingresé a la Carrera en 2010, sólo éramos 10 mujeres en primer año de poco más de 100 estudiantes; este año ingresaron cerca de 20 mujeres, por lo tanto, se ve mayor participación de mujeres”, afirma.Coincide con la Dra. Velásquez en que la inclusión de la mujer en la minería aún está en una etapa de proceso. “He conversado con mujeres de la división Andina de Codelco que me han dicho que les ha costado, es difícil, porque es un cambio cultural súper fuerte para los mineros hombres que llevan años trabajando, sobre todo en las faenas mismas. Y además debe ser chocante”, puntualiza.Daniela aclara que le gustaría trabajar en la mina, pero esta tiene que reunir una serie de condiciones para compatibilizar su futuro como mamá. “Veo en mis primeros años de desarrollo de carrera en operaciones, es decir, me quiero ir a la mina, pero también me gustaría encontrar un trabajo donde pueda compatibilizar mi vida familiar y mi maternidad con la mina”, aclara.Las empresas buscan mujeresPor su parte, Constanza Monteiro, estudiante de quinto año y ayudante desde hace tres, también de Ingeniería Civil en Minas, precisa que ya ha visitado varias mineras en el norte del país, entre ellas, Ministro Hales de Codelco, donde notó que la participación de mujeres ya superaba el 10%.“Creo que las empresas están buscando mujeres. Tuve la opción de ver cómo se capacitaba a mujeres para manejar maquinaria pesada y de hecho eran mucho más precavidas que los hombres, incluso tenían menos tasas de accidentes que es un tema que las mineras estaban potenciando mucho”, señala.Agrega que “cada vez son más las mujeres que se añaden a la participación, no solamente en cargos administrativos sino también en jefaturas de turno, el personal de recursos humanos, y son la mayoría de las personas que hacen capacitaciones”.Asimismo, destaca que en las divisiones de Codelco se está intentando involucrar a la mujer, y que espera que se replique en otras mineras.“En la minería, en general, aún es complicado si se quiere formar una familia, porque no se tiene el tiempo necesario. Por eso creo que, por ejemplo, la política de las divisiones de Codelco en darles tanto a mujeres como hombres todos los beneficios para mantener una familia, como un prenatal y posnatal igual para todos, ayudan bastante”, enfatiza.Respecto a si las mujeres podrán ocupar puestos importantes en la industria minera, Constanza subraya que actualmente hay una nueva generación de mujeres que ambicionan y aspiran llegar a los puestos más altos de este sector productivo.Ahora hay una nueva generación de mujeres que está egresando, y que en cinco más años podría llegar a puestos altos en la industria, y si a eso se suma los programas de inclusión de la mineras y la meta del gobierno de implementar espacios para la mujeres dentro de la minería, creo que es posible alcanzar los niveles de Australia y Canadá”, asegura.Establecer confianzasEn tanto, la profesora del Departamento de ingeniería Eléctrica, Carolina Lagos Aguirre, que en estos días desarrolla como directora un proyecto Corfo I+D para la transmisión de datos en forma robusta en minería subterránea en la división Chuquicamata de Codelco, afirma que no fue fácil ingresar al mundo minero.“Ha sido un proceso de largo aliento. Primero hubo que establecer confianzas, porque aparte existía una fuerte brecha entre la minería y la academia, entonces tuve que convencer a muchas personas. Este proceso se inició en 2010”, indica.A su vez, comenta que en esa época notó de inmediato cierto rechazo de los mineros hombres hacia las mujeres. “Había ciertos recelos, imposiciones bastante conservadoras y una tradición de que la mujer traía mala suerte o que no tenía las habilidades para estar en el mundo minero. La mayoría eran personas muy machistas”, afirma.En ese contexto, reconoce que el escenario ha cambiado, pero muy lentamente. “Me parece que un tema es plantear la inclusión del 10% de las mujeres en la minería y otro que en la realidad se cumpla, porque creo que todavía hay un grado de discriminación hacia la mujer. De hecho, hace pocos años ni siquiera había baños para las mujeres”, enfatiza.La profesora Lagos va más allá y asegura que se requiere un cambio de paradigma. “Debe haber un cambio de paradigma, es decir, debe cambiar el concepto de sociedad, de pensar y decir que la mujer y el hombre son quienes contribuyen al desarrollo de la sociedad. Y la mujer se tiene que adaptar y aprender a sobrellevar situaciones adversas porque de las que van a trabajar a la minería, pocas se quedan”, recalca.Por ahora la profesora Lagos celebra el premio que recibió la iniciativa que dirige como mejor innovación 2016 por la Asociación de la Industria Eléctrica-Electrónica (AIE), y recuerda el rol que debe tener la Universidad para potenciar la investigación en la industria minera y la inclusión de la mujer.“Una de nuestras misiones es potenciar la investigación aplicada para solucionar los problemas del entorno social, porque nosotros entregamos conocimiento y tenemos la obligación de entregar las herramientas y los espacios y las condiciones para que se haga investigación. Entonces la universidad pasa a ser un punto clave para el desarrollo”, puntualiza.Cabe consignar que las mujeres del Departamento de Ingeniería en Minas del Plantel organizaron para en noviembre de 2016 el primer encuentro de mujeres universitarias en minería, donde participación el subsecretario de Minería de esa época, Ignacio Moreno, y la directora de Codelco, Laura Albornoz.