Personal del Plantel optó por capacitarse para fortalecer su quehacer y las relaciones laborales en 2020

Según datos del Departamento de Desarrollo de Personas, más de ochocientas capacitaciones se realizaron el año pasado, con un plan que dispuso 130 cursos para que el personal actualizara conocimientos en relación con su desempeño laboral, se preparara en temas de bienestar y calidad de vida o profundizara en los valores institucionales y su normativa.

El 2020 fue un año de desafíos en muchos sentidos y uno de ellos estuvo en el ámbito laboral, en que la mayoría de las/os funcionarias/os de la Universidad de Santiago debieron trabajar desde sus hogares. A muchas personas, esto les permitió optar a cursos para mejorar su desempeño laboral debido a que la oferta se dispuso en línea y contaron con el tiempo que antes destinaban para sus traslados hacia la Universidad.
 
De acuerdo con datos del Departamento de Desarrollo de Personas (DDP, de la Prorrectoría) el año pasado, se registraron 888 participaciones en los cursos de capacitación para funcionarias/os, considerando que algunas personas pudieron incluso tomar más de un curso. En 2019, ese número había llegado a las 582 participaciones.
 
Este registro se basa en los ciento treinta cursos disponibles: cien en concordancia con el Plan de Capacitaciones de la Universidad y treinta gestionados a raíz de la solicitud de un departamento o unidad de la Corporación.
 
Leonardo Vega, jefe del DDP, señaló que esta oferta es sobresaliente y relevante, “ya que son capacitaciones que apuntan a lo técnico, a las actualizaciones de conocimientos, al bienestar laboral, además entregan una formación en ámbitos valóricos institucionales y eso es sumamente importante en el plan de capacitación”.
 
La organización de la oferta para las/os funcionarias/os Usach se basa en la Política de Capacitación y Desarrollo de Habilidades, la que a su vez está inspirada en la normativa Institucional de Desarrollo de Personas, vigente desde 2017 para el estamento administrativo, donde las personas se sitúan en el centro del quehacer institucional.
 
Calidad de vida, valores y formación
 
El régimen de capacitaciones 2020 se basó en tres pilares: bienestar y calidad de vida (cursos de autocuidado cognitivo y laboral, inteligencia emocional, etc.), valores institucionales y normativa (compras y perspectiva de género, entre otros) y formación para el apoyo para el puesto de trabajo (herramientas Office 365 y administración del tiempo, fueron algunos). Los cursos que tuvieron mayor participación fueron: Inglés social y laboral avanzado; Inglés funcional intermedio bajo para el intercambio de información y Manejo de emociones.
 
Igualmente, se destacó la implementación del Programa de formación para el liderazgo a distancia, conformado por cinco cursos que apuntaban a introducir y afrontar de forma óptima el trabajo no presencial. Leonardo Vega agrega que los saberes entregados en estas sesiones se convirtieron en información transcendental al momento de direccionar a los grupos de trabajo en un año complejo, ya que “tenían como propósito poder acompañar, entregar herramientas prácticas y otorgar lineamientos necesarios para liderar en modalidad remota, porque encabezar un grupo en este formato es muy distinto a hacerlo de manera presencial. Entonces conceptos como la autonomía, la confianza y la conciliación vida laboral- familiar eran relevantes para que una jefatura pudiera liderar en ese contexto”. 
 
Junto con esto, también se considera como parte de los hitos del periodo la colaboración con unidades universitarias para la confección de cursos propios bajo los parámetros de Sence. 
 
Actualización constante
 
La acción clave de la Política de Capacitación y Desarrollo de Habilidades es instalar un plan de capacitación, que se fundamente en la detección de necesidades de capacitación con el objetivo de posibilitar el desarrollo laboral de las personas fortaleciendo las competencias para el desempeño de sus funciones y consecución de los objetivos institucionales. 
 
Esto se traduce en que los cursos de formación “permiten poner a disposición de las/os funcionarias/os las herramientas y habilidades que se requieren para el trabajo que realizan. Por tanto, entregan la posibilidad que las personas estén constantemente actualizando los conocimientos específicos y sin suda que eso tributa a un mejor desempeño laboral”, remarca el jefe del DDP.
 
Para Jessica Ríos, jefa administrativa del Departamento de Comunicaciones, Radio y TV Usach, los cursos representan buenas oportunidades para actualizarse y mejorar, por eso, siempre está atenta a los anuncios e inscripciones. Justamente, el año pasado alcanzó a hacer varias capacitaciones: una de ellas trató sobre cómo sacar el mejor provecho a PowerPoint y la experiencia resultó muy positiva, porque aprendió a preparar mejores presentaciones, “más ágiles, entendibles e interesantes para la gente”. Jessica asegura que ˝siempre estoy fomentando la capacitación entre mis compañeras/os de trabajo, porque creo que siempre es necesario contar con estos cursos para ir actualizándose en ciertas áreas”.
      
En esta línea, Elizabeth Olmedo, secretaria jefa la de Unidad de Adquisiciones, aprecia las opciones de perfeccionamiento que entrega nuestra Casa de Estudios: “la Universidad siempre se está preocupando que las/os funcionarias/os crezcan profesionalmente, eso es bueno y se valora”.

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