El puesto de arquero en el fútbol debe ser el más complejo de practicar y entender. Actualmente no solo se debe atajar. Jugar con los pies y tener liderazgo dentro de la cancha son algunas características que deben tener los guardametas por estos días, pero también es importante saber levantarse ante la adversidad y ser cauto frente al éxito, puesto que un error lo puede transformar en un villano o, en caso contrario, un acierto en héroe.
Por ello, la fortaleza mental junto al saber reinventarse es primordial. Cualidades que Cristian Vargas Lara, estudiante de quinto año de la carrera de Entrenador Deportivo, portero y segundo capitán de la selección de fútbol de la Universidad de Santiago, ha incorporado durante el tiempo que ha practicado este deporte. Un ejemplo, fue a los dieciséis años cuando le avisaron que no estaba en los planes del entrenador de su categoría el club Santa Cruz, actualmente en Primera B.
“Fue triste cuando me avisaron que no seguía. Se me vino el mundo abajo, porque no fue mi decisión. Fue difícil, pero la vida sigue”, reflexiona.
Así que se vio obligado a redireccionar sus aspiraciones. Volvió a jugar al Juventud Guacarhue, su club de infancia. En paralelo comenzó a barajar opciones para continuar su vida de adulto, pero en ese momento surgió otro problema: “En cuarto medio comprendí que no sería posible y como lo único que quería era ser futbolista, nunca tomé en cuenta los estudios. No sabía bien lo que quería. Tenía claro que debía estar ligado al deporte. Busqué bien, vi la malla de Licenciatura en Ciencias del Deporte y me decidí. Entremedio trabajé, hice un preuniversitario y di la PSU”, recuerda el futuro entrenador deportivo.
Como estudiante de la Universidad de Santiago, los primeros años los vivió de manera remota. Una vez levantadas las restricciones sanitarias, volvieron las pruebas para ser parte del seleccionado de fútbol. Fue aceptado por el director técnico del momento, pero no era convocado a los partidos. “Fue fome, porque me gusta jugar y competir. Solo entrenaba. Pero no me desmotivé en ningún momento, ya que también juego en otros lados y entrenar siempre sirve. Entonces los aproveché”, dice el jugador que ocupa el número uno en su indumentaria.
Hasta que llegó el momento de hacerse cargo del arco usachino, un desafío que pondría a prueba su tolerancia a la frustración, como su capacidad de levantarse ante la adversidad. En 2023 fue su primer campeonato Fenaude. A su juicio, fue un debut amargo, ya que en un partido de la fase de grupos fue abatido en siete oportunidades.
“No estoy dispuesto a pasar por lo mismo este año. A mí que me gusta ganar y perder es lo peor, entonces me dolió (…) Soy de la idea de vivir el momento y trabajar para que no vuelva a pasar”, asevera quien tiene entre sus referentes a Claudio Bravo, Ederson, Manuel Neuer y Emiliano “Dibu” Martínez.
Expectativas para el Fenaude 2024
El semestre pasado, durante el torneo regional clasificatorio para el campeonato nacional (a desarrollarse entre los días 21 y 26 de octubre, en la ciudad de Temuco), la selección usachina tuvo un comienzo prometedor, pero luego vinieron desconcentraciones que no les permitieron cerrar algunos partidos de buena manera. Sin embargo, afirma Cristian, “nos estamos preparando bien y se han notado los cambios, sobre todo en lo futbolístico”.
Respecto a las expectativas para la versión 2024 del Fenaude, el estudiante dice que prefiere no adelantarse e ir cumpliendo los objetivos de a uno. “El propósito era clasificar y lo cumplimos. En una charla Víctor (Abarca, actual director técnico del once usachino), nos dijo que hace mucho tiempo que la Usach no pasa a la segunda ronda, entonces lo primero es pasar a la etapa de eliminación directa”, puntualiza.
Compañeros y rivales
Cristóbal Ormeño y Cristian Vargas, son capitán y subcapitán del seleccionado masculino de fútbol Usach. Los dos son de Quinta de Tilcoco, comuna ubicada en la región de O’Higgins. Ambos fueron al mismo colegio. Comparten amistades. Se conocen de toda la vida.
Pero donde no coinciden es en la carrera y el área que estudian, como tampoco el club que defienden en su comuna de origen. “Yo juego en primera adulto (equipo estelar) del Juventud Guacarhue. Cristóbal juega en nuestro clásico rival, el Unión Caylloma, en la misma categoría. Ya se viene el clásico”, comenta.
No se refiere si habrá apuestas ni quién ganará, solo aclara que “nunca le he tomado el peso a esta situación, como siempre hemos compartido, no es un tema. Además, tenemos otro compañero que es de la zona, Antonio Muñoz, que está lesionado en este momento. Entonces es una especie de extensión de lo que vivimos en nuestras casas. Existe puro compañerismo”, recalca el quintano.
Puedes seguir los resultados y actividades del equipo que lidera Cristóbal, como también de las otras ramas deportivas de la Usach, a través del Instagram del Departamento de Gestión del Deporte: @gestiondeldeporte_usach