Setenta jóvenes provenientes de distintos países, que cursaron estudios en la Facultad de Administración y Economía durante este semestre, agradecieron la hospitalidad de sus compañeros/as y se despidieron compartiendo parte de su cultura en el marco de una degustación de platos típicos.
Strogonoff de carne, a la brasileña; tinga con mole, a la mexicana; y tortilla española fueron parte de los platos que los estudiantes de intercambio de la Facultad de Administración y Economía prepararon para compartir con sus compañeros, como una forma de despedir el semestre y la hospitalidad de quienes los acogieron durante su permanencia en nuestra Universidad.Francesca Gómez, regresará a la Universidad Autónoma de Barcelona, tras pasar un semestre estudiando Economía en nuestra Casa de Estudios, y dice que se va con la mente más abierta, comprendiendo mejor la manera de pensar de los americanos, que fue uno de sus objetivos para llegar a Chile desde el Viejo Mundo.La estudiante española tuvo éxito con su tortilla de papas y reconoce que aunque le costó romper el hielo debido a la timidez inicial de los chilenos, se va feliz porque hizo buenos amigos y espera regresar.La mexicana Stephanie Villalba, que compartió clases con los jóvenes de Ingeniería Comercial, regresará a la Universidad Autónoma de Sinaloa (México) pero por poco tiempo, ya que según explicó, después de la experiencia de intercambio en Chile, que marcó su vida, ahora quiere más: conocer más gente, más lugares y viajar. Coincidió en que los chilenos son un poco tímidos al comienzo, pero valoró los lazos que se logran “luego que te conocen”.Stephanie, junto a dos compañeros mexicanos, ofrecieron una aplaudida degustación de tinga, una preparación con pollo, tomate y ají chipotle, acompañada de mole, que gustó mucho a los chilenos y europeos presentes.Mientras que el brasileño Gabriel Dallasta, estudiante de la carrera de Contador Público en la Universidad Federal de Santa María, en el Estado de Río Grande do Sul (Brasil), agradeció la oportunidad de conocer Chile, mientras ponía trozos del strogonoff de carne que preparó en trozos de pan para compartir con quienes querían probar su preparación. Quedó encantado con la simpatía de las personas, los lugares turísticos de Santiago y la seguridad de la ciudad. Le pareció que la vida acá es menos compleja que en su país y espera regresar con otros jóvenes, porque ha promovido tanto a nuestro país entre su grupo de amigos, que ya planea vacaciones.La instancia fue organizada por la unidad de Relaciones Internacionales de la FAE, liderada por el académico Francisco Castañeda, quien considera importante que los estudiantes compartan “de manera más amena, poniendo en valor su cultura, a través de la comida típica de cada país”.El académico explica que son 70 estudiantes los que terminan su periodo de intercambio en las carreras de la FAE, pero en agosto llegan 70 más; y aunque la cifra de movilidad de los chilenos al extranjero es menor (20 ó 30 al año a través de becas), estima que la interrelación con estudiantes foráneos en la FAE aporta en el desarrollo de la formación profesional, incluso entre los que no viajan.“Mejoramos nuestras habilidades blandas y la capacidad de interrelacionarnos con otras culturas, lo que es un aporte a la capacidad de empleabilidad futura”, sostiene agregando, por otra parte, que el tránsito cercano a 140 estudiantes al año en las carreras de la FAE significa un éxito para la Facultad, que es tercera en el ranking de Chile de internacionalización, “demostrando que tenemos que seguir vinculándonos con universidades extranjeras, tanto en el pregrado como en los posgrados, que es el nuevo desafío”.