Una de las principales medidas instaladas a nivel mundial ante la pandemia del Coronavirus ha sido la cuarentena y el distanciamiento social que lograría detener la propagación de la enfermedad ya sea quedándose en casa o manteniendo un espacio de dos metros entre personas en lugares públicos.
Sin embargo, el aislamiento no solo traería estos beneficios consigo sino que, según una encuesta de Ipsos Chile, podría generar consecuencias como depresión o estrés, con cifras que afectarían más a la población femenina.
Para el Dr. Sergio González, antropólogo y doctor en psicología de la Universidad de Santiago, los índices muestran una situación crítica.
“Hemos perdido nuestras coordenadas de referencia con las cuales nosotros nos movemos diariamente. Sin embargo, en el caso de las mujeres, ya veíamos en los estudios anteriores a la pandemia, que eran las más afectadas por el tema depresivo, y esto tiene que ver con una sobrecarga de trabajo”, comentó el especialista en equidad y sociedad.
La psicóloga y académica Usach, Marcela García-Huidobro, coincidió en que, a pesar de que parte de los factores de aislamiento producen una mayor sintomatología depresiva, de reflexión y sensación de fragilidad, “también nos priva de espacios personales, profesionales y de interacción con los otros, que es un factor protector tremendo respecto a la salud mental”.
“Las mujeres se ven enfrentadas a varios factores de riesgo en el mundo, y más en nuestro país, y estos se han intensificado debido a la pandemia y a la situación de confinamiento. Nos enfrentamos a factores de riesgo estresantes como encontrarnos en un escenario laboral distinto, que implica para muchas emplear herramientas que no tenían antes como lo son el teletrabajo, así como para otros ha implicado la pérdida de sus fuentes laborales o una alta incertidumbre de lo que será su fuente de trabajo”, expresó la psicóloga.
Por otro lado, el Dr. González hizo hincapié en que la población femenina tiene una doble presencia, tanto laboralmente como en tareas del hogar. “Tener que hacer teletrabajo, pero al mismo tiempo tener que preocuparse de los niños, sus tareas, de entretener a sus hijos, de tenerlos sanos y, además, de las cosas de la casa. Es decir, hay una sobre exigencia sobre las mujeres en la medida de que los varones no compartamos los quehaceres de las funciones reproductivas en el hogar y la familia”, aseveró.
Es por esto, que García-Huidobro destacó la importancia de objetivizar y conversar los roles dentro del hogar y el uso de las redes sociales como herramientas de apoyo, con el fin de “enfrentar colectivamente, conversar y compartir los miedos y temores que nos afectan”. Asimismo, González indicó que es de suma importancia hacer un plan de trabajo, una rutina en donde la colaboración de todos y todas pueda facilitar que los tiempos sean equitativos en la familia.
“Hay que tener pausas saludables, tener momentos de compartir con la familia, compartir las tareas y no la sobreexigencia de labores hogareñas, además respetar el no estar en sobreexigencia laboral. Ahora, una de las cosas negativas del estar 24/7 es estar permanentemente conectada y demandada con el trabajo”, finalizó el Dr. Sergio González.